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La violencia estructural de Gallardón

La autora critica al ministro, del que dice que es ‘varón, rico y católico’ Le acusa de frívolo por vincular el aborto con la violencia de género ‘La violencia está dirigida contra las mujeres para tomar sus decisiones’

Señor Gallardón, existe, efectivamente, una violencia estructural que permite que un ministro de Justicia utilice las dificultades de la maternidad como ejemplo de violencia de género con la frivolidad con la que usted lo hace. Una violencia estructural que considera el derecho de una mujer a interrumpir su embarazo como el fruto de una coacción externa y no como una decisión consciente, voluntaria y nunca fácil. Una violencia estructural que sigue empujando a los hombres a considerar a las mujeres como seres en perpetua minoría de edad y víctimas de las decisiones que otros toman o les empujan a tomar.

Efectivamente, señor Gallardón, existe una violencia estructural cuyo puñetazo yo recibo cuando usted suelta campanudo que mi decisión de abortar se soluciona con cuatro perras y tres ayudas. El puñetazo que yo recibo por el simple hecho de que usted quiera intervenir en esa decisión partiendo de la base de que es una desgracia que usted, varón, rico, católico y con un futuro asegurado, puede solucionar. Ni desgracia ni solución son los términos. La violencia estructural que sí, que existe, no está dirigida contra la maternidad (oh, derecho divino), sino contra la capacidad de las mujeres, que es al fin y al cabo a quienes incumbe lo que usted declara, para tomar sus propias decisiones según les vengan dadas.

Por lo tanto, sí señor, existe una violencia estructural contra las mujeres y ya era hora de que alguien como usted cayera en la cuenta. Ahora a ver si atinamos con el foco, caballero.

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