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La patronal católica cree que «Griñán es un rehén de IU»

Los concertados llevarán a los tribunales la retirada de unidades

La principal patronal de los centros de enseñanza concertada de Andalucía cree que "Griñán es un rehén de Izquierda Unida". Es uno de los argumentos que ha empleado este martes el secretario autonómico de Escuelas Católicas, Carlos Ruiz Fernández, para criticar que la Consejería de Educación haya decidido congelar los conciertos con los centros privados de la comunidad para el próximo curso.

El departamento de Mar Moreno ha roto con la tendencia de los últimos años y ha reducido 60 unidades (clases) con la concertada. Detrás de este descenso hay motivos demográficos, pero también una intencionalidad política de la Junta, gobernada por PSOE e IU. La mayoría de la pérdida de plazas está motivada por una decisión claramente política: la supresión del concierto a los diez centros que segregan en la escolarización y que se han negado a convertirse en mixtos, que se traduce en 39 unidades menos.

Sin embargo, Ruiz se ha centrado este martes no en la pérdida de conciertos de la enseñanza segregada, sino en las unidades que se han suprimido por la pérdida de alumnado. "Qué casualidad que sea este año cuando aparecen los informes sobre la bajada de la natalidad", ha señalado. En su opinión, "hay una intencionalidad" en la decisión de la Consejería de Educación. Según ha interpretado, esta reducción o congelación de unidades en los concertados, que se traducen en la pérdida de plazas sufragadas con fondos públicos en colegios privados, es un peaje que tiene que pagar el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, por su pacto con IU en Andalucía.

Al margen de los centros de enseñanza diferenciada, diez colegios de la comunidad asociados a Escuelas Católicas están afectados por la medida de la consejería. En uno de ellos, ubicado en Granada y que pierde tres unidades, ni la patronal ni el centro ponen pegas y reconocen el descenso de la demanda. En los nueve restantes, repartidos entre Jaén y Sevilla principalmente, sí rechazan el descenso. Y la intención de Escuelas Católicas es recurrir ante los tribunales.

De momento, según Ruiz, lo único que hay es una notificación de la consejería a estos nueve centros en la que se les comunica que pierden una unidad cada uno. Se está a la espera de la resolución definitiva de Educación, que otros años ha llegado en el mes de abril. Será entonces cuando los centros y esta patronal acudan a los tribunales.

De momento, lo que harán los centros será mantener la matrícula abierta como si no fueran a perder esas unidades. Los centros preparan así el principal argumento que pueden emplear en un litigio: la demanda. Es decir, pretenden llegar a los tribunales con un listado de familias que han demandado entrar en el colegio y que no han podido por la decisión de la Administración. Ruiz, sin embargo, ha matizado que la dirección de cada centro informará a los padres de la situación administrativa.  

Sesenta unidades (21 si se excluye a los centros segregados que se han negado a convertirse en mixtos) son un grano de arena en la inmensa playa de los conciertos en la comunidad. El próximo curso habrá 11.800 clases concertadas en toda la comunidad, es decir, la reducción afecta a solo un 0,5% de las unidades.

Pero, por un lado, la patronal ha recordado este martes el efecto en cadena que tiene suprimir una unidad al inicio de la escolarización, que supone la supresión de una línea durante toda la etapa. Por otro lado, Ruiz ha asegurado que la congelación decretada por Educación este año "no es el punto y final". "¿Qué sucederá cuando no exista demanda?", se ha preguntado.

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