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La muerte digna en la calle

Los granadinos exponen su visión sobre la manera de afrontar la etapa final de la vida, un proceso que regula la Junta de Andalucía en una ley aún en trámite parlamentario

El debate sobre qué es morir dignamente estuvo en la calle, ayer más que nunca, gracias a un gran mural instalado en la Fuente de las Batallas en el que los granadinos pudieron escribir su visión sobre el tema, en el marco de una iniciativa de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) para llevar la discusión a la calle una vez que la Junta ha legislado los derechos y garantías de las personas en el proceso de la muerte.

Opiniones hubo para todos los gustos: partidarios de los distintos métodos de interrupción de la vida y detractores de que el hombre intervenga en el proceso. Ahora bien, cada persona dejó entrever su trasfondo ético, cultural y moral en sus palabras. Así, los hubo que apelaron a las creencias religiosas, como el jubilado que plasmó en el papel "Sólo Dios puede disponer de la vida y la muerte", al que replicaron "¿Qué Dios?"; quienes consideran que "la naturaleza es la única que mata de forma digna"; aquellos que rechazan el dolor y no quieren "abandonar este mundo sufriendo, ni que los que me rodean lo recuerden así"; y quienes están impregnados de cierto aire nihilista, al decir que la muerte digna "no existe" o se basan en la Teoría de la causa y efecto, expresando que "la muerte es la continuidad de la vida, por lo que vivir dignamente es morir dignamente". Incluso el debate abrió otras polémicas, como la surgida por la ley del aborto.

Pero, si hubo unas palabras que destacaron, junto a la de ´Muerte´, en el cartel fueron ´Libertad´ y ´Derecho´. "Elegir el momento en el que deseamos dejar de sufrir", "la vida es un derecho, no una obligación" o "quiero elegir cómo y cuándo vivir y morir", son algunas de las sentencias que quedaron grabadas en el muro de papel. Si bien no faltaron frases más abstractas, como "la muerte digna es aquella en la que uno acepta que el recorrido de su vida no ha dependido de él" o "no soy afortunado si encuentro a Jesús mientras me escondo bajo el sofá", escrita también en alemán.

Interés. Independientemente de la postura de los viandantes, "lo que más se nota es que a la gente le interesa el tema y quiere opinar", explicó Maite Cruz, integrante del Área de Ciudadanía y Ética de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP). De hecho, la mayoría de las ciudadanos que pasaron ayer por la céntrica plaza hicieron una parada para al menos leer las declaraciones de sus convecinos, mientras que otros muchos se animaron a dar su propia visión sobre la muerte digna. "Normalmente escriben, aunque también hay algunas personas que ponen reticencias", aclaró Cruz.

Como consecuencia, lo que a las once de la mañana era un mural en blanco con un mero interrogante (´¿Muerte digna?´) fue cogiendo forma paulatinamente hasta convertirse a última hora de la tarde en un ´collage´ de posicionamientos a modo de termómetro del sentir de la sociedad granadina.

Paralelamente al mural, un equipo de la EASP grababa imágenes sobre los participantes en la actividad y recogía declaraciones de los granadinos respecto a la interrupción voluntaria de la vida y sus experiencias en relación con la enfermedad y el final de la existencia.

"Estamos haciendo un vídeo documental preguntando a la gente de la calle sobre la muerte digna", comentó Cruz. El objetivo es proyectar la grabación en un foro que la EASP realizará próximamente para ayudar a que el debate sobre todas las cuestiones que rodean la muerte digna prosiga, donde también se mostrará de forma complementaria el mural creado en la pasada jornada.

Para ello, el grupo de trabajo (formado por la coordinadora, dos cámaras y una técnico de audio) recorrió las ciudades de Granada y de Málaga, encuestando tanto a los ciudadanos de a pie como a los pacientes y familiares de una unidad de cuidados paliativos y enfermos crónicos.

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