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La lucha contra el Estado Islámico une a todos los actores enfrentados de Oriente Próximo

La insurgencia siria, tanto laica como islamista, el régimen de Asad, el Gobierno de Irak, los kurdos, el gobierno libanés, Hizbolá, Arabia Saudí, Turquía y Occidente coinciden en combatir a esta organización yihadista que sigue ampliand

El avance del yihadismo más radical del Estado Islámico en Siria e Irak está obligando a que se realineen todas las fuerzas políticas y Estados de la región, que sigue castigada por guerra civil siria, que dejó más de 5.300 muertos en julio. Tanto los árabes y occidentales que instigaban a la insurgencia contra Al Asad como Irán o Hizbolá, que apoyan al gobierno sirio, además del gobierno de Irak, se han lanzado a combatir a este grupo que ha proclamado el Califato en el área que controla entre Irak y Siria y que ocupa más de siete veces la extensión de Líbano. Tanto el islamismo suní como el chií combaten así al Estado Islámico, la versión más radical del yihadismo suní. 

En este contexto, varios grupos islamistas sirios contrarios al Estado Islámico anunciaron la creación de una nueva alianza en la región de Al Qalamún, al norte de Damasco y fronteriza con el Líbano, en un vídeo difundido hoy por activistas en internet. La nueva coalición se denomina Ejército Negro de Al Qalamún Oriental y está integrado por doce grupos, entre los que figuran la Brigada de Al Fatah, la Brigada de Omar al Mojtar, la Brigada de Al Qadisiya y la Brigada de los Nietos de Aisha, entre otros.

Doce grupos islamistas sirios crean el Ejército Negro de Al Qalamún Oriental para combatir al Estado IslámicoEn la grabación, de tres minutos y medio de duración, un portavoz de la alianza explica, sin nombrar al Estado Islámico, que en el territorio sirio "ha aparecido un grupo que ha influido en el curso de la revolución y ha corrompido el proyecto islámico", además de contribuir al retraso en la "victoria" de los rebeldes. "Es nuestro deber legal y revolucionario confrontar y luchar contra todos los que están desbaratando la seguridad en nuestro amado país", dijo el portavoz, que invitó al resto de insurgentes a unirse a los esfuerzos de su agrupación para "continuar la batalla y hacer caer el régimen de (el presidente sirio) Bachar al Asad".

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos precisó que los componentes del Ejército Negro de Al Qalamún Oriental son facciones sirias que estaban presentes en la provincia nororiental de Deir al Zur y que se replegaron de allí el mes pasado ante el avance del Estado Islámico. Justo este lunes los yihadistas tomaron dos poblaciones en Deir al Zur, después de choques contra milicianos tribales. Actualmente, la región de Al Qalamún es escenario de combates entre el Estado Islámico y otras facciones como el Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria, y el Ejército sirio.

Irak manda apoyo aéreo a los kurdos para luchar contra los yihadistas

El primer ministro de Irak, Nuri al Maliki, ordenó este lunes, en calidad de comandante en jefe del Ejército, dar apoyo aéreo a las fuerzas kurdas en su lucha contra los yihadistas y otros grupos insurgentes suníes.

El avance yihadista obliga a Al Maliki a apoyar al Kurdistán iraquí, pese a que éste ha retomado el pulso por la independencia  El domingo, las fuerzas kurdas -"peshmergas"- se vieron obligadas a retirarse de varias zonas de la provincia septentrional de Nínive y limítrofes con la región autónoma del Kurdistán iraquí ante el avance yihadista. El Estado Islámico tomó las localidades de Sinyar y Zemar, y otras zonas del norte de Irak, como los campos petrolíferos de Ain Zala y Batma.

La organización yihadista anunció el domingo que ya han llegado al triángulo fronterizo entre Irak, Siria y Turquía, y que continúan sus batallas en los alrededores de Mosul, la segunda ciudad del país, que tomaron el pasado 10 de junio. Según la ONU, unos 200.000 civiles han huido de Sinyar, la mayoría de ellos de la comunidad yazidí, una minoría religiosa kurda, quienes necesitan ayuda urgente en forma de alimentos, agua y medicinas.

Las divisiones entre las autoridades del Kurdistán y las de Bagdad han salido a relucir después de que las primeras asumieran el control de esas zonas en disputa tras la retirada de las fuerzas gubernamentales iraquíes ante el avance yihadista. El presidente del Kurdistán, Masud Barzani, que pidió la dimisión de Al Maliki, ya ha expresado su intención de celebrar un referéndum para la independencia de esa región. Esta idea ha sido rechazada por el primer ministro iraquí, que acusó a los kurdos de dar cobijo a los yihadistas y apropiarse de yacimientos de crudo que pertenecen a Irak.

Los kurdos sirios, alzados contra Al Asad, también envían centenares de combatientes para luchar contra el yihadismo 

Por otra parte, centenares de combatientes kurdos sirios han cruzado en los últimos días la frontera con Irak para luchar contra el Estado Islámico y contener su avance. Miembros de esa fuerza kurdo-siria se han trasladado a las poblaciones iraquíes de Rabia y Sinyar para impedir que los extremistas sigan avanzando hacia el límite con Siria.

Un portavoz de la milicia Unidades de Protección del Pueblo Kurdo, Aras Xani agregó que los milicianos de las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo han entrado en Irak a través del puesto de Yarbia/Rabia, el único entre la provincia siria de Al Hasaka, donde vive gran parte de la minoría kurda, y la iraquí de Nínive. La parte siria de la frontera, Yarbía, está controlada por las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo. 

El conflicto se extiende por la frontera libanesa

La violencia se ha esparcido desde el sábado al territorio libanés, donde los soldados de este país tratan de contener a los combatientes provenientes de Siria en la región fronteriza de Arsal, donde han fallecido catorce uniformados libaneses. El primer ministro del Líbano, Tamam Salam, afirmó este lunes que  ha movilizado todas sus fuerzas para enfrentarse a los grupos yihadistas en el noreste del país, donde han fallecido al menos 14 militares desde el pasado sábado.

Líbano moviliza a todas sus fuerzas para enfrentarse a los grupos yihadistas en el noreste

Salam señaló que la única solución posible pasa por la retirada de los milicianos extremistas suníes de la región de Arsal, fronteriza con Siria. También dijo que "el Líbano hace frente a una agresión por parte de grupos oscurantistas contra su soberanía para paralizar el Estado y sus instituciones, y extender el caos a Arsal".  Los combates en Arsal comenzaron tras la detención de Amer Ahmad Yomaa, un responsable del Frente Al Nusra (rama siria de Al Qaeda), pero el jefe del Ejército, general Jean Kajwayi, aseguró ayer que la operación contra sus tropas estaba "planificada desde hace tiempo y solo esperaban el momento oportuno para atacar".

Por otra parte, Salam anunció que ha iniciado contactos con las autoridades francesas para que aceleren la entrega del material militar que el Líbano adquirió a Francia con financiación de Arabia Saudí. El pasado 30 de diciembre, el entonces presidente libanés, Michel Suleiman, anunció que Arabia Saudí ofreció 3.000 millones de dólares al Ejército libanés para que modernizara su armamento, pero la entrega de ese material no se ha realizado todavía.

Damasco promete ayuda al gobierno libanés ante el avance del Estado Islámico

El propio Gobierno de Damasco denunció este lunes los intentos de grupos yihadista de desestabilizar el Líbano. Una fuente del Ministerio sirio de Exteriores, citada por la agencia de noticias oficial Sana, condenó los "ataques terroristas planeados" que está sufriendo el Ejército libanés. La fuente consideró que las Fuerzas Armadas del Líbano necesitan apoyo en la lucha contra "el terrorismo radical" ante lo que está ocurriendo en la región fronteriza libanesa de Arsal.

"La República Árabe de Siria confirma que permanece al lado del Ejército libanés, y expresa su solidaridad en la batalla contra los grupos terroristas para acabar con ellos", indicó la fuente del Ministerio. Recordó que Siria ha advertido en varias ocasiones del peligro de los "terroristas" respaldados desde el extranjero, que "no conocen de fronteras". E instó a la aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU para combatir el terrorismo y evitar que sea financiado, armado y entrenado por algunos países, que no nombró, aunque en ocasiones anteriores el régimen de Damasco ha acusado a Arabia Saudí, Catar y Turquía, entre otros.

La reacción de Hizbolá

Mientras el Gobierno libanés mueve sus propias fichas, Hizbulá instó este lunes a sus partidarios a estar preparados para hacer frente a cualquier agresión y aseguró que apoyarán al Ejército en su guerra contra los yihadistas en el noreste del Líbano. "Pido a los residentes de las aldeas cercanas a los lugares de combate que se preparen para enfrentarse a cualquier ataque y se defiendan con todas sus fuerzas", demandó en un comunicado el responsable de Hizbulá Mohamed Yazbeck. El dirigente sostuvo que "no dejarán solo al Ejército y lo apoyarán" en defensa del Líbano.

Hizbolá se ofrece a ayudar militarmente al ejército libanés en la frontera

"A los que nos amenazan con la división del Ejército e instan a sus miembros a desertar les decimos que el Líbano y la Bekaa no son Mosul", agregó, en alusión a esa ciudad iraquí tomada el pasado mes por el Estado Islámico.

Desde el pasado sábado, grupos yihadistas se enfrentan a las tropas libanesas en la región de Arsal, fronteriza con Siria. Según Yazbeck, Arsal es "rehén de los dólares y del pensamiento takfiri (extremista suní) e inocentes están pagando el precio", después de que habitantes de esa región hayan apoyado la rebelión en Siria. La región de Arsal, de mayoría suní, está localizada a unos 17 kilómetros de Siria y está rodeada por ciudades, localidades y pueblos chiíes.

En los últimos meses, las regiones de mayoría chií han sido blanco de atentados como castigo a la participación de los milicianos de Hizbulá en la guerra en Siria junto a las tropas del presidente Bachar el Asad.

 

miliciano Irak 2014

Un combatiente iraki cerca de Tikrit, durante el avance de las milicinas que combaten al Estado Islámico.– REUTERS / Stringer

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