“Porque desde que el mundo es mundo, el 15 de marzo se celebra San Raimundo”, el Ayuntamiento de Fitero ha tirado la casa por la ventana a su manera para organizar el día grande de las fiestas patronales que se celebran este fin de semana y ha centrado la programación oficial del domingo en la inauguración del polémico cuartel auspiciado por el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, y en su asistencia al acto. Tal y como proclaman las cuñas radiofónicas de una emisora local tras citar el refrán fiterano, este domingo 15 tendrá lugar la “inauguración del cuartel de la Guardia Civil, con la presencia del ministro Jorge Fernández Díaz y, a continuación, vacas saltarinas de la ganadería de Arriazu e hinchables”.
De esta manera solventa la concejalía de Festejos los fastos de San Raimundo que, con una particular visión de la gestión de la diversión y el entretenimiento del municipio, se completan con una “santa misa cantada” a las once de la mañana y toro de fuego a las 20.00 horas. En medio de ambos eventos, y con permiso de las vacas saltarinas que se anuncian tras un lunch popular, el titular de Interior volverá al lugar en el que justo hace un año (el 15 de marzo de 2014) puso la primera piedra de la dotación cuartelaria que ha supuesto un desembolso de 2 millones de euros en un municipio de 2.000 habitantes que no dispone de consultorio médico porque el Gobierno de Navarra paralizó la partida de 500.000 euros presupuestada para el proyecto.
A cambio, y en el mismo solar que iba a ocupar la instalación sanitaria, los fiteranos, que disfrutan de una de las tasas de delincuencia más bajas del Estado, dispondrán de un moderno cuartel de la Guardia Civil, que se unirá a los otros dos que existen en un radio de seis kilómetros y acogerá a 15 agentes.
la providencia y la rapidez A las críticas de las asociaciones de la Guardia Civil, las denuncias de un grupo de vecinos que observan incompatibilidad del uso dotacional del suelo con la construcción de cinco viviendas en el cuartel y a las preguntas parlamentarias de Geroa Bai, el Ayuntamiento de Fitero (solo representado por UPN) y el Ministerio han contestado con lo incontestable: la rapidez de acción. De hecho, el domingo se cumplirá un año exacto del berlanguiano acto de colocación de la primera piedra del edificio, en el que Fernández Díaz se rodeó de cargos políticos forales, mandos policiales y autoridades eclesiásticas, arzobispo de Pamplona y Tudela incluido.
Todos ellos, tal y como se ordenó por megafonía en aquella ocasión, caminaron “en fila de a uno detrás de la banda municipal hasta la iglesia” en una estampa que promete repetirse. Inspirado según él por “ San Raimundo y San Bernardo”, Jorge Fernández Díaz afirmó entonces que “la providencia ha propiciado la vuelta de la Guardia Civil a Fitero”, aunque menospreció a los representantes críticos con el proyecto porque “es un cuerpo de naturaleza militar que no tiene sindicatos”, dijo.
Ya convocadas de forma urgente dos plazas de guardia y una de cabo, el ministro vuelve al pueblo en el que reside su madre y donde él acostumbra a veranear, para copar el protagonismo de las fiestas.
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Bendición de la primera piedra:
Bendición del cuartel un año después:
