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La Iglesia quiere echar a los vecinos de Azcona del consultorio, que escrituró en los años 50

Los habitantes aseguran que el arzobispado quiere venderlo. El Concejo intentará adecentar una bajera para instalar el servicio médico

El Arzobispado ha remitido una carta al presidente del Concejo de Azcona (Valle de Yerri) instándole a que quite el consultorio médico de la casa parroquial, inmueble que la Iglesia escrituró a su nombre en la década de los 50. Ésta es la segunda ocasión en la que le requiere el abandono de esta casa que, según aseguran los miembros de la corporación y los vecinos de Azcona, pertenecía al Concejo y cuyos gastos asume el pueblo, así como una remodelación del inmueble realizada hace años y que también pagó la localidad.

El Arzobispado, que marca el 31 de marzo como fecha límite, explica en su misiva que desea llegar a un arreglo con el Concejo, que, según la Iglesia, está utilizando esta casa "en precario" y sin abonar ningún arrendamiento. El Arzobispado ya le advierte de que de no ser así, llevará el caso a los juzgados.

Según aseguran los vecinos, esta circunstancia viene provocada ahora porque la Iglesia desea vender este inmueble, cuyo primer piso tiene arrendado a una vecina de Azcona.

El malestar entre los habitantes de Azcona es patente, como en el caso de Jesusa San Martín, que explica que "nos van a obligar a hacer un nuevo consultorio médico. Esa casa era del pueblo y, de hecho, el Concejo realizó obras de mejora en ella y ahora nos enteramos que es de la Iglesia y que, encima, nos piden que nos vayamos", añade. Otro vecino, Félix Arraiza, fue más rotundo: "La Iglesia nos ha robado esta casa, ¿qué ha hecho si no la Iglesia en Navarra poniendo todo a su nombre?". Miguel de Ulibarri es otro vecino desencantado con esta situación. "Estamos muy descontentos con la actitud de la Iglesia", añade.

El presidente del Concejo, Unai Gardoqui, explica que va a tener una reunión con el Arzobispado. "Tenemos que ver las posibilidades que hay, porque la casa cuenta también con un salón separado de la vivienda y con otra dependencia que escrituramos a nombre del Concejo", añade el primer edil que también considera que la Iglesia "puede esperar un poco más para que desalojemos la casa".

una vez por semana Azcona depende del consultorio de Lezáun y el médico de esta localidad acude a este municipio de 84 habitantes todos los miércoles para pasar consulta. "El médico viene aquí, algo que es de agradecer, pero si no tenemos un consultorio, ¿dónde se va a poner?", se pregunta Jesusa San Martín.

Por otra parte, dada esta circunstancia, el Concejo ha solicitado una subvención al departamento de Salud con el objetivo de adecentar una bajera, propiedad del Concejo, para que se convierta en el nuevo consultorio. "El acceso a la sanidad es un derecho y si no tenemos consultorio en Azcona, muchos vecinos, sobre todo los más mayores, no podrán acceder a la sanidad", explica el concejal Jesús María Moreno.

El pleno del Ayuntamiento del Valle de Yerri, al que pertenece Azcona, aprobó por unanimidad en la última sesión apoyar al Concejo de Azcona en la construcción de un nuevo consultorio médico. El texto se ha remitido al departamento de Salud del Gobierno de Navarra.

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Azcona, nuevo escándalo

Asistimos estos días a un nuevo capítulo del “Escándalo Monumental” (así se titula el libro que estamos preparando) protagonizado por la Diócesis tras haber inmatriculado a su nombre miles de bienes del patrimonio comunal o público de los pueblos navarros. Concretamente han sido 1.087 bienes desde el año 1998, pero son muchos más los inmatriculados anteriormente, desde la aprobación en 1946, en pleno franquismo, del famoso artículo 206 de la Ley Hipotecaria, hoy claramente inconstitucional, que permitía y todavía permite, a la Iglesia inscribir por vez primera bienes sin título alguno y a espaldas de sus verdaderos dueños, los pueblos navarros.
Ahora le ha tocado el turno a Azkona, en el valle de Yerri, donde el pueblo levantó en su día una casa para que residiera el cura; el cura se marchó y el pueblo siguió sosteniendo los gastos y pagando sus reparaciones, sin saber que la tenía registrada la Diócesis. Ahora, la Diócesis pretende venderla o alquilarla y no tiene ningún reparo en echar a los vecinos que tienen allí su consultorio médico.
Las pocas veces que el Arzobispado se ha dignado a contestar públicamente al tema de las privatizaciones, ha dicho fundamentalmente dos cosas: a) que las iglesias le pertenecen desde siempre y b) que se inscriben nombre de la parroquia. Ambas cosas son totalmente falsas y lo podemos demostrar pueblo por pueblo. Pero de lo que todavía no ha hablado nunca el Arzobispado es por qué, amén de los lugares de culto, ha registrado otros muchos bienes, como pastos, tierras, casas o cementerios. Y es que en este tema, su pecado es todavía mucho mayor.
Desde siempre, los pueblos han construido la casa del cura, la famosa apezetxea de tantos lugares navarros. La Diócesis nunca pagó un ladrillo. Los propios curas de los pueblos son testigos de los esfuerzos de sus feligreses. También se solían construir las escuelas, la casa del maestro, el frontón, el lavadero, el cementerio, el campo de fútbol o cualquier otro bien público. Con el paso de los años, las escuelas de pueblo fueron abandonadas al hacer las concentraciones escolares, los maestros abandonaron las casas municipales y el cura dejó de ocupar la casa asignada, pero hubo una actitud muy diferente entre unos y otros: mientras que el Ministerio de Educación y los maestros devolvieron al pueblo las aulas y las casas que ocupaban, la Diócesis, a la chita callando, sin informar al pueblo y basándose en una ley abusiva, se apropió de esas casas que les habían dejado los vecinos. Y con el tiempo, las ha vendido, alquilado o, como ya han pasado los 20 años que indica la ley, se las quedan por usucapión, una fea palabra que viene a decir: “como en este tiempo no me has echado, pues me la quedo”. Y de la parroquia nada de nada, pues la venden al mejor postor, en contra incluso de la opinión de los vecinos que, no se olvide, son los parroquianos.
 ¿Qué explicación ha dado el Arzobispo ante esta actitud? Silencio absoluto, porque sabe que ha actuado con malicia, y que el tiempo transcurrido juega a su favor. Muchas de las casas curales o apezetxeas de Navarra ya han sido vendidas y no se podrán recuperar. Hay algunas, como la de Azkona, que las siguen usando los vecinos para necesidades vitales. Ese afán de lucro, que pasa incluso por quitar a los vecinos su consultorio médico, es algo escandaloso, que nos avergüenza a todos los ciudadanos en general, y de forma más dolorosa a los que son creyentes, porque esa actitud es todo lo contrario al mensaje evangélico. Y ya dijo Jesús, “!ay de los que escandalicen!”.
Exigimos al Arzobispado que quite las manos de una vez de todas las propiedades que no le corresponden y de paso exigimos a los poderes públicos, al Gobierno y Parlamento de Navarra especialmente, que dejen de tener una actitud pasiva ante el tema y que ayuden, como es su obligación, a los pequeños pueblos navarros a defender su patrimonio.
Pedro Leoz Cabodevilla
Jose Mari Esparza Zabalegi
En nombre de la
Plataforma de Defensa del Patrimonio Navarro
Nafarroako Ondasunaren Defentsarako Plataforma

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