Cruzalta afirmó que con la reforma al artículo 40 se reforzó la laicidad del Estado mexicano y se demostró a los grupos conservadores «que ni con el Papa» se pudo quitar esta característica a la República mexicana
“Las reformas a los artículos 24 y 40 constitucionales, referentes a la libertad religiosa y el Estado laico, no son un triunfo de la derecha porque la jerarquía de la Iglesia católica no quedó satisfecha” advirtió Fray Julián Cruzalta, asesor teológico de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) en el Foro Retrospectiva, avances y desafíos de los derechos humanos del colectivo lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexual.
En el evento celebrado en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal con motivo del segundo aniversario de la aprobación del matrimonio igualitario en la Ciudad de México, el teólogo afirmó que “la batalla está por iniciar” debido a que las reformas constitucionales no consiguieron modificar otros artículos referentes a la educación, ni le otorgaron a los jerarcas católicos la posibilidad de interferir en asuntos ajenos a la religión.
Cruzalta afirmó que con la reforma al artículo 40 se reforzó la laicidad del Estado mexicano y se demostró a los grupos conservadores “que ni con el Papa” se pudo quitar esta característica a la República mexicana.
Sin embargo, el fraile dominico advirtió que probablemente después de los comicios electorales del próximo 1 de julio, volverán a proponer cambios en la Constitución para tener más incidencia en la vida política del país.
Aidé García, coordinadora de relaciones interinstitucionales de CDD, explicó que estas reformas fortalecen el Estado laico porque en el artículo 40 se establece de manera explícita que México es un país laico, y en el artículo 24 se cambió el término de libertad religiosa –defendido por la Iglesia católica– por el de libertad de religión y de convicción ética.
La activista añadió que la propuesta original de reforma al artículo 24, impulsada por el Partido Acción Nacional (PAN) y el Revolucionario Institucional, pretendía modificar los artículos 3, 5, 27 y 130 con el pretexto de que la libertad religiosa implica poder garantizar a los padres de familia brindar educación confesional a sus hijos en caso de solicitarlo, tener un espacio en los medios de comunicación y poder emitir opiniones sobre asuntos no religiosos.
García recordó que es clara la postura del PAN de lograr “a como de lugar” evitar que México sea un Estado laico, ya que, desde el inicio del gobierno panista de Vicente Fox a la fecha se han presentado en el Congreso de la Unión 12 iniciativas de reforma al artículo 24.
Por su parte, Judith Vázquez, teóloga y activista por los derechos de las personas no heterosexuales, comentó que estas reformas evitan la firma de un Concordato entre México y El Vaticano, el cual traería como consecuencia dar privilegios a la Iglesia católica como el brindar doctrina religiosa en las escuelas públicas, hacer actos públicos y administrar bienes.
Para la defensora de derechos humanos, el mayor problema está en la interpretación de la ley, por lo que exhortó a los movimientos de la sociedad civil a hacer uso de todas las leyes que resguarden la laicidad del Estado a fin de evitar una mayor intromisión de la Iglesia en asuntos públicos y políticos.
