Asóciate
Participa

¿Quieres participar?

Estas son algunas maneras para colaborar con el movimiento laicista:

  1. Difundiendo nuestras campañas.
  2. Asociándote a Europa Laica.
  3. Compartiendo contenido relevante.
  4. Formando parte de la red de observadores.
  5. Colaborando económicamente.

La Iglesia Anglicana, dividida por la eutanasia

El ex arzobispo de Canterbury, Lord George Carey, apoya el suicidio asistido en contra del actual pastor

El debate a propósito de la eutanasia se ha vuelto a avivar en el Reino Unido. Lord George Carey, quien fuera arzobispo de Canterbury durante la década de los 90, dio ayer su apoyo a la campaña emprendida a favor del derecho a morir de los enfermos terminales, materializada en un proyecto de ley sobre suicidio asistido que se tramita estos días en el Parlamento británico. Con su postura, Carey se enfrenta abiertamente al actual arzobispo de Canterbury, que rechaza de plano la eutanasia.

«No hay nada anticristiano en esta reforma», declaró este viernes Carey en el 'Daily Mail'. «He cambiado de opinión. Las viejas certezas filosóficas han colapsado ante la realidad del sufrimiento innecesario». La posición del ex líder de la Iglesia de Inglaterra puede ser decisiva para legalizar el suicidio asistido, que se somete a voto la semana próxima en la Cámara Alta de Westminster.

El proyecto de ley, que pasará a los Comunes si lo aprueban los lores, limita la eutanasia a pacientes con menos de seis meses de esperanza de vida que estén plenamente capacitados para decidir el momento de su ocaso. Dos médicos habrían de avalar su condición física y mental antes de autorizar el suministro de una dosis letal de fármacos.

"¿Por qué debemos forzar a los pacientes terminales a prolongar su dolor inaguantable?", cuestiona Lord Carey. Su trascendente giro de opinión ha sido provocado por experiencias de enfermos desahuciados que han reclamado ante la ley su derecho a morir. Ninguno consiguió su objetivo, pero una reciente sentencia del Supremo insta a los políticos a reconsiderar la polémica. La participación en un suicidio asistido conlleva penas de hasta 14 años en prisión, aunque la Fiscalía tiende a ignorar los crecientes casos de familiares que ayudan a un enfermo a poner fin a su vida en Suiza u otros países que consienten la eutanasia.

Lord Carey antepone compasión a doctrina y dignidad humana a dogma en su defensa del suicidio asistido. La nueva lectura de las escrituras del influyente eclesiástico tropieza, sin embargo, con la posición del arzobispo de Canterbury, Justin Welby, quien reafirmó la concepción tradicional de la Iglesia en un texto publicado este viernes en 'The Times'.

El líder espiritual de la Comunión anglicana denuncia como «equivocado» el argumento de compasión que sustenta la reforma legislativa. Welby relaciona compasión con la obligación cristiana a compartir el dolor del vecino y el compromiso social a mejorar la calidad de vida del desahuciado. E

Welby teme que la liberación de la eutanasia ejercerá una indebida presión en discapacitados y personas vulnerables de avanzada edad. «El abuso, la coerción e intimidación pueden ser instrumentos en manos de gente sin escrúpulos», advierte. Lord Carey sostiene, por el contrario, que la reforma legislativa contiene fuertes salvaguardas para proteger a quienes llegan a sentirse como «un peso para los demás» por presión de la familia o la sociedad.

Carey pastor anglicano

Lord George Carey, durante un oficio religioso en la catedral de Chester. EL MUNDO

Archivos de imagen relacionados

  • Carey pastor anglicano
Total
0
Shares
Artículos relacionados
Total
0
Share