El portavoz de la Conferencia Episcopal también fustiga a los socialistas por oponerse a que la Religión compute para la obtención de becas: “Es totalitario bajo apariencia de tolerancia”
La Iglesia dispara con pólvora gruesa contra el PSOE. Le dice que es un partido con "poca trayectoria democrática" y que "negar" el derecho a recibir clases de Religión es "totalitario bajo apariencia de tolerancia".
Todo eso soltó por la boca esta mañana Juan Antonio Martínez Camino, portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), en una entrevista en La mañana de la Cope. El presentador, Ernesto Sáenz de Buruaga, le preguntó qué pasa "con el PSOE que tiene una especial virulencia con la Iglesia". El obispo entonces se refirió a la amenaza de los socialistas a exigir la denuncia del Concordato de 1979 si sale adelante la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa tal y como tiene previsto el Gobierno: que la Religión vuelva a ser computable en las notas medias para acceder a las becas.
"Supongo que este partido, cuando dice que va a revisar estos acuerdos, no quiere decir que va a quitar este derecho a los españoles y a los católicos –manifestó–. Quiero entender que se harán de otra manera porque lo otro no tiene sentido. Lo otro sería retrotaernos, retroceder a momentos, a otras épocas en las que el Estado ha atropellado el derecho fundamental de la libertad de enseñanza y de libertad religiosa. Son malas épocas y malos partidos y partidos con poca trayectoria democrática que se han creído con la capacidad de decidir que tienen que pensar los ciudadanos y decir esto se enseña en la escuela porque es universal y común para todos y esto otro se queda en la casa y en la parroquia porque es particular y privado". Para la CEE, los acuerdos de 1979 no son un tratado internacional –que ese es realmente su estatus–, sino que son un "derecho constitucional".
Martínez Camino argumentó que cuando el Estado "se arroga la capacidad" de qué puede "imponer a los ciudadanos", se entra en una deriva "ya conocida históricamente en los momentos de totalitarismos de Europa". Juzgar que la Religión "no tiene que tener presencia en la plaza pública" significa, sostuvo, que esta queda "relegada" y que son "cercenados los derechos de los ciudadanos católicos y de la Iglesia y ahí se pone en cuestión todo el Estado democrático". Martínez Camino señaló que además "el 80% de los padres que llevan a sus hijos a la escuela piden para sus hijos" la enseñanza de Religión. Obviaba el portavoz que los índices han caído en picado en la última década, y que en el curso 2010/2011, cursaron Religión en los centros públicos el 72,62% de los alumnos de Primaria, el 53,21% de los de Secundaria y el 38,16% de los de Bachillerato. "¿Cuál es la razón por la que un partido se va a negar a este ejercicio democrático, cuál es la razón? […] Esa filosofía no ha traído buenas consecuencias, son totalitarios bajo apariencia de tolerancia".
"Nos oponemos a que cuente como otra asignatura"
Desde el PSOE, respondió automáticamente Elena Valenciano. La vicesecretaria general de los socialistas, en un comunicado, calificó de "intolerables" las palabras de Martínez Camino. "El PSOE no va a permitir que los obispos le den lecciones de democracia" y le recordó al portavoz que España sufrió una Guerra Civil y una dictadura y la Iglesia no los condenó. "Es el colmo que ahora vengan a dar credenciales de democracia".
Valenciano, a su vez, recriminó al obispo auxiliar de Madrid que no se hubiera informado antes de hablar, porque el PSOE no se opone per se a la clase de Religión y, de hecho, en la vigente Ley Orgánica de Educación (LOE), aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, se contempla esa opción. "A lo que nos oponemos es a que cuente para la nota media como cualquier otra asignatura". La Iglesia siempre ha querido que la asignatura se pondere igual que las demás y que tenga una alternativa fuerte para no perder alumnos. "Si no se evalúa –decía Martínez Camino en La mañana de la Cope–, crea un problema de disciplina, crea una disfunción escolar".
Ataques a la Junta de Andalucía
La vicesecretaria general lamentó que la jerarquía eclesiástica siga "intentando hacer política" y continúe "tan alejada de la realidad social" y se empeñe en imponer su doctrina moral a toda la sociedad y reprobó al Gobierno haber "cedido" a la presión de los obispos y haber elaborado una ley educativa, la Lomce, para contentarles. Por último, reiteró el compromiso del partido: que promoverá la ruptura de los acuerdos de 1979 si el Ejecutivo de Mariano Rajoy y la Iglesia rompen "todos los consensos y recortan derechos y libertades".
Por otro lado, los Obispos del Sur España (Odisur), reunidos en Córdoba para su CXXV Asamblea, lanzaron otra amonestación al PSOE: hablaron de la "preocupante" política de la Junta de Andalucía –cogobernada por PSOE e IU– respecto a la enseñanza concertada, en la que se han producido "recortes" que lamentan. "Ahora se encuentra amenazada por los poderes públicos, pese a su aceptación social y a la demanda de muchas familias", informa Europa Press. También les inquieta, dijeron en una nota difundida en su web, "la supresión de los centros de educación diferenciada", porque "vulnera el derecho de los padres a elegir el tipo de educación que responda a sus convicciones".
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