Waleed Saleh, doctor en estudios árabes e islámicos, visitó ayer el Ateneo albacetense para impartir una conferencia sobre el laicismo en el mundo árabe. En concreto, en la charla, que forma parte del programa de Albacete Laico, Saled habló de la relación de las revueltas, el laicismo y el islamismo.
– ¿Cómo ve la situación actual en estos países que ya han dejado atrás las revueltas?
– En estos momentos, la situación es bastante caótica en la mayoría de países. Excepto Túnez, que está un poco encaminado, en el resto de los países árabes están en una situación bastante compleja, y es normal porque nadie esperaba que una situación de falta de libertades, de dictaduras, de falta de derechos humanos, marginación de minorías, de la mujer, cambie de la noche la noche a la mañana. Son procesos largos, pero lo que importa es que han empezado y que los pueblos han perdido el miedo.
– ¿Cree que la laicidad es un elemento fundamental para que se desarrolle un nuevo marco político? – Es esencial para todo el mundo porque hemos visto muchas veces, tanto en el mundo occidental, en el mundo cristiano, como en el mundo musulmán, en el mundo árabe, cómo la religión se ha instrumentalizado, utilizado con razones políticas, interés económicos, intereses propios, etcétera. Es decir, esta separación de Estado y religión es esencial en cualquier parte del mundo, y en el mundo árabe no va a ser una excepción. Además, este asunto vienen tratándolo árabes intelectuales, artistas y pensadores desde hace más de un siglo y medio, es un asunto muy analizado. Ha habido muchos grupos liberales o políticos de izquierda que han llamado una y otra vez a esta separación, lo que ocurre es que en el mundo árabe no han tenido oportunidad de llevarlo a cabo.
– Siria es un estado laico, ¿qué va a pasar allí?
– Sí, Siria es un estado laico y la práctica del Gobierno ha sido una práctica laica alejada de cualquier tipo de creencia religiosa, lo que ocurre es que el asunto de la confesión, hoy se está tomando como práctica arrojadiza. Sin duda, este Gobierno está caducado, no tiene ninguna posibilidad de continuar. Incluso la Liga Árabe, que habitualmente está paralizada, en estos momentos está rechazando y tomando algunas decisiones. Y ya no hablemos del mundo occidental, o la misma oposición en Siria, que cada vez está teniendo más fuerza. Acabarán con el régimen. Lo que pasará después es difícil adivinarlo, será una situación difícil y complicada por las intervenciones extranjeras. Irán está interviniendo, Arabia Saudí también, y Qatar por otro lado… es una situación muy difícil.
– Esta semana se discute una resolución en la Asamblea General de la ONU, ¿qué opinión le merece la postura de la Comunidad Internacional? ¿se opondrán Rusia y China?
– Es muy probable que sigan en esta postura porque hay muchos intereses. China tiene un volumen de comercio, con la zona y con Siria particularmente, muy importante. Y Rusia, además de la cooperación militar, también es una zona de influencia en la región. Creo que querrán seguir en esta línea, excepto si les dan algo a cambio, porque el mundo de la política es el mundo de la economía. Rusia seguramente cambie de actitud si recibe algo a cambio, pero difícilmente en estos momentos podemos esperar este cambio de actitud.
– Muchos hablan de guerra fría.
– Sí, sin duda. Son los intereses de las grandes potencias, porque son potencias emergentes, tanto Rusia, como China en estos momentos. Y en esta región de Oriente Medio hay grandes intereses económicos. Son pueblos con una riqueza económica importante, son grandes mercados de consumo, el comercio de armas es muy importante, casi el 40% del comercio de armas se destina a esta zona, a Oriente Medio, y son miles de millones de dólares las cantidades. Hay que tener en cuenta que esta guerra fría tiene como base elementos estratégicos, económicos, políticos. Y sin duda, se ha puesto en marcha de nuevo.
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