La festividad de la Virgen del Pilar ha congregado un año más al Cuerpo de la Guardia Civil en la Santa Iglesia Catedral, para honrar así a su Patrona en una celebración eucarística presidida por el obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández.
Ante unas naves repletas de fieles, el pastor de la diócesis ha comenzado su homilía recordando la maternidad virginal de María y su fe al recibir a Jesús en su vientre, resaltando que “en el cristianismo, no podemos separar a Jesús de su Madre”. “Hoy sentimos profundamente la alegría espiritual. María está siempre presente con nosotros, durante toda la historia de la humanidad”, ha indicado.
Refiriéndose al Cuerpo de la Guardia Civil, el prelado ha querido mostrar su agradecimiento al servicio que presta acompañando a la seguridad de la sociedad: “Felicidades por servir a la Patria y a aquellos necesitados que ven en peligro su integridad”. Y ha añadido: “Le damos gracias a Dios y a la Virgen del Pilar por todo lo que ha tenido que ver en vuestro servicio y encomendamos a los que han dado su vida por la Patria”. Asimismo, el Obispo ha recordado que aunque estamos en un estado aconfesional, “no estamos en un estado ‘a-religioso’ y lo de celebrar la misa en el día del Pilar no es nada anacrónico”. Además, ha pedido orar por los que nos gobiernan, para que busquen la justicia y la paz.
De manera especial, ha querido felicitar a la Guardia Civil por los 175 años de la fundación de la institución, un hito por el que el Cuerpo ha querido tener un gesto especial con el Cabildo Catedral y al finalizar la celebración, el Teniente Coronel Juan Carretero Lucena e hijos de guardias civiles que actualmente se preparan en Academias Militares, han hecho entrega al prelado de una bandera de España que ofrecen Guardias Civiles y sus familias a la Catedral de Córdoba.
