La propuesta preveía elevar el rango de la materia, convirtiéndola en obligatoria, y admitía la preeminencia de la vertiente cultural cristiana en los manuales.
Mientras que el presidente y el secretario de la Conferencia Episcopal Tarraconense (CET), el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, y el obispo de Urgell, Joan Enric Vives, respectivamente, se mostraron receptivos, el vicepresidente de la CET y arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, rechazó de plano el planteamiento, según fuentes conocedoras de lo tratado en la reunión.
La oferta tuvo lugar en 10 de noviembre en un encuentro celebrado en el Palau de la Generalitat, con almuerzo incluido, al que se sumó el president, Pasqual Maragall, y en presencia de la directora general d'Afers Religiosos, Montserrat Coll, según ha podido saber este diario. Los presentes, que intentaron que la cita no trascendiera, convinieron en calificar la reunión de privada cuando se anunció en la prensa, pero aun así no hubo fotografías ni comunicados sobre lo abordado