El portavoz de los fiscales de Dusseldorf, Johannes Mocken, dijo que una repetición de ese acto durante el concierto del próximo domingo sería considerada un insulto a las creencias religiosas.
La acción, que forma parte del cierre de sus presentaciones dentro de la gira mundial 'Confessions', ha sido vista como un acto de hostilidad contra la Iglesia Católica. Los representantes de la cantante, que cumplirá 48 años mañana, han dicho que no se pretende faltarle al respeto a la Iglesia.
Mocken dijo que las autoridades verán la cobertura de la prensa pero no irán al concierto, aunque reconoció que el espectáculo podría estar cubierto por las leyes que protegen las libertades religiosas.