La inversión total contemplada alcanzó los 868.300 euros
La fachada norte de la iglesia de El Salvador, en Ejea de los Caballeros, luce nuevo rostro. La restauración se ha podido realizar tras un convenio firmado en abril del 2009 entre el Gobierno de Aragón, el Arzobispado de Zaragoza y el consistorio con el objetivo de solucionar los problemas de humedades por capilaridad y ósmosis en los muros, que habían deteriorado la sillería. La inversión total contemplada alcanzó los 868.300 euros, en la que se incluyó la redacción del proyecto, la contrata de obras y la dirección técnica. De ellos, el Departamento de Educación, Cultura y Deporte asumió el 51,64% del importe de los trabajos y las otras dos instituciones el 24,18%. A la inauguración, que se celebra hoy a las ocho de esta tarde, acudirán el arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña, la consejera María Victoria Broto, y el alcalde de Ejea, Javier Lambán.
Esta fachada era la última que quedaba por restaurar y no presentaba problemas estructurales, por lo que la actuación se ha centrado en la limpieza y consolidación de los sillares de la fachada; algunos se han podido conservar y otros han sido reemplazados. "Se ha intentado devolver a la fachada la imagen original, quitarle los elementos añadidos sin valor arquitectónico", afirmó el arquitecto que ha dirigido los trabajos, Carlos Gallego. Se ha eliminado el recubrimiento que protegía y también ocultaba la portada del maestro de Agüero, el elemento más singular de esta pared. Además, se ha hecho un drenaje perimetral "para eliminar las humedades que procedían del subsuelo, que estaban afectando a la cimentación y la zona inferior de la pared" y un nuevo pavimento "más acorde al carácter de la iglesia". En la intervención, se han sustituido las gárgolas de fundición por otras de zinc "que garantizan un mejor resultado" y otros elementos de evacuación de agua. Los canalones que había hasta ahora "no estaban perfectamente impermeabilizados o tenían sedimentos" por lo que "en lugar de servir para evacuar el agua, la filtraban al interior del muro", continuó el arquitecto.
En el transcurso de las obras, se descubrió un "pequeño fallo estructural" en una de las bóvedas de una capilla interior, que fue solucionado. Las obras también han dado pie al descubrimiento de otros elementos esculturales, que pueden dar pie a futuras investigaciones, así como las excavaciones realizadas para los drenajes.
Este edificio fue declarado Bien de Interés Cultural en 1931 y son varias las actuaciones que se han realizado para su mejora y conservación en los últimos 30 años.
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