El compromiso de todo el aparato socialista con los grupos de gays y lesbianas es firme, repetido y demostrado hasta la saciedad. Un eventual triunfo de la izquierda conllevaría la equiparación entre el matrimonio y las parejas homosexuales, y el otorgamiento a éstas del derecho a adoptar niños. Tendrían lugar asimismo, con toda probabilidad, una ampliación de la ley del aborto (durante las dos últimas legislaturas se han presentado iniciativas en ese sentido), la legalización de la eutanasia y, según ha prometido también el candidato socialista cuando el jueves saltó la noticia surcoreana, la autorización para clonar embriones humanos destinados a ser destruidos en el curso de investigaciones científicas.
La jerarquía eclesiástica, sin embargo, no sólo está preocupada por estos temas que atañen a la recta constitución de la familia y a cuestiones elementales de moral natural. También por la educación, base formativa de las futuras generaciones.
La señal más evidente de por dónde irían los tiros en un hipotético Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero en materia educativa se halla en la inclusión de Carmen Calvo en el "comité de notables" designado por ZP a principios de enero para que le asesorasen en la elaboración de su programa. Se trata de una feminista militante, doctora en Derecho, de 47 años, que fue designada hace ocho años consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, y que no repetirá en el cargo: ha decidido abandonarlo para concentrarse en su candidatura al Congreso por la provincia de Córdoba.