La monja Ivon Gebara, defensora del aborto, espera que «los fundamentalistas católicos no impidan las necesarias reformas de la Iglesia»
Muchos están esperanzados con que la llegada de Francisco al Vaticano represente cambios profundos en la Iglesia católica. Sin embargo, dentro de la propia institución hay quienes prefieren ser más cautos ante el nuevo pontificado. Es el caso de la monja brasileña Ivone Gebara, cuyas posiciones a favor del aborto le han valido “castigos” de la Santa Sede. En una entrevista en el diario argentino Página 12, la religiosa advierte de que la elección de Bergoglio ha sido una decisión muy estudiada por el Cónclave y que busca hacer frente al cambio político en América Latina que potencia la emancipación de la mujer, los derechos de los homosexuales y movimientos sociales que contestan la autoridad de la Iglesia.
“Un hombre como Benedicto XVI no deja las cosas sueltas”
“El Papa Benedicto XVI antes de renunciar, así como sus compañeros de trabajo, los más cercanos, ya tenían dibujada la sucesión. Es mi sospecha. Esto quiere decir que hubo más o menos una línea sucesoria definida que empezó desde la elección de los actuales cardenales por Juan Pablo II y Benedicto XVI. Al dejar el pontificado, Ratzinger, creo yo, tenía un deseo sucesorio. Un hombre inteligente como él no deja las cosas totalmente sueltas cuando dejó su ministerio papal. Es en ese sentido que entra la elección de un papa latinoamericano”, señala monja Ivone Gebara.
“Un Papa para reequilibrar este juego de fuerzas”
“ En los últimos 20 años, los gobiernos de América latina toman una dirección política popular, es decir, se abren para proyectos políticos que favorecen a las poblaciones marginadas con todas las contradicciones que ese camino puede llevar. Y favorecen también a las mujeres y las personas LGBT, así como a otros grupos activistas en derechos humanos. En ese camino, también se dibujan en el horizonte muchos movimientos sociales que contestan la autoridad de la Iglesia. Pienso especialmente en los movimientos feministas que se liberan de la tutela masculina incluso en la Iglesia. La Iglesia católica institucional ha sido uno de los bastiones de resistencia en contra de la emancipación de las mujeres, una emancipación que significó apropiarse de su cuerpo, de su sexualidad, de sus elecciones personales, de una vida profesional más allá del mundo doméstico. Mucha cosa nueva se está haciendo sin el consentimiento explícito de la Iglesia jerárquica masculina. Basta darnos cuenta también de la disminución del número de fieles católicos. Un papa latinoamericano podría reequilibrar este juego de fuerzas, sobre todo, si viene con un discurso y una práctica desde los pobres y es una figura simpática capaz de tocar nuestras entrañas y dar una cierta seguridad a los fieles”, reflexiona Gebara.
Pequeñas señales
Esta religiosa subraya, no obstante, que ha habido con el nombramiento del nuevo Papa “pequeñas señales que pueden ser interpretadas como esfuerzos simbólicos para devolver credibilidad a la Iglesia”, como son “la elección del nombre Francisco, la opción por los pobres, el quiebre de algunos protocolos”.
Aún temprano para hacer un juicio
Sin embargo, Gebara cree que “es temprano para tener un juicio en relación con las nuevas políticas y teologías del Papa”, y recomienda al Vaticano que “escuchen, sientan, vean, duden de sus interpretaciones, y pregunten a la gente sobre lo que viven y que quieren de la institución”, porque “hay un largo camino que recorrer para que la diversidad pueda de hecho tener ciudadanía en las estructuras de la Iglesia Católica Romana”.
Características del Papa, no cambios en la Iglesia
A favor de Bergoglio, Gebara destaca su “sencillez” , su “simpatía” y “calor humano”, pero insiste en que hay que esperar a “ver qué va a pasar dentro de algunos meses. No sé puede decir que éstos son cambios en la Iglesia. Son características personales del nuevo Papa, son su estilo personal de vivir y que espero podrán servir o contribuir para introducir los cambios necesarios en las estructuras de la Iglesia”.
“Espero que el Papa no sucumba ante los fundamentalistas”
“Pienso que tenemos una diversidad de deseos y que una institución como la Iglesia Católica Romana tiene posibilidades de abrirse no solamente para la diversidad de culturas, de orientaciones sexuales, de género, sino también a la diversidad de expresiones de la misma fe cristiana”, opina esta religiosa, que espera que “los muchos grupos fundamentalistas católicos presentes en el mundo y en el Vaticano no impidan las necesarias reformas de la Iglesia. Que el bien común prevalezca. Que el Papa no sucumba ante ellos y sus intereses”.
El Papa Francisco saluda a los fieles en la Plaza de San Pedro. EFE
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