Colegio ‘La Inmaculada’. Si le preguntasen a cualquier andaluz o andaluza qué tipo de titularidad (pública o privada-concertada) posee este centro escolar, siete de cada diez de estos, como mínimo, no dudaría: concertado. Pero, pese a la paradoja de su denominación, con un innegable componente religioso, este colegio gaditano es público “y laico”, dependiente, como todos los restantes de esta naturaleza, de la Junta de Andalucía.
Precisamente por eso, por acabar de una vez por todas con la connotación religiosa que ineludiblemente acompaña al nombre del centro, algo que se ha venido también haciendo en otras escuelas de la capital gaditana con motivo de la aplicación, por ejemplo, de la Ley de Memoria Democrática (dinamitando todo pasado franquista de la ciudad y de la educación gaditana), la dirección y el Consejo Escolar de este colegio han acordado “consensuadamente” la convocatoria de un concurso para cambiar su designación, aprovechando la reciente celebración, en 2022, de los 50 años del centro (instituido en 1972).
El colegio, localizado en el conocido barrio de la capital gaditana de Cortadura, ubicado a la entrada de la localidad, y que satisfizo en un principio las necesidades educativas de los hijos del personal del Ejército (como desvela elDiario.es), pues la población militar que tenía entonces Cádiz era creciente e importante, con muchos cargos desplazados desde varios puntos de España, pretende así que, con este “proceso emocionante y participativo” se adopte un “nuevo nombre” que refleje los “valores”, la “historia” y el “compromiso con el futuro” de su comunidad.
De hecho, las propuestas para el nuevo título del centro escolar, que llegó a tener en su momento más álgido hasta 1.800 alumnos y alumnas, deben tener en cuenta tres máximas claras: que serán excluidos explícitamente referentes religiosos y políticos, que la idea es que la nueva marca represente el entorno y la ubicación, y, por último, que la nueva designación sea fácil de pronunciar.
Este simple cambio de nombre, cuyas sugerencias pueden ser presentadas desde el 13 de diciembre, finalizando el concurso esta misma semana, el 12 de enero, se ha chocado de bruces con el conservadurismo de exprofesores, exalumnos, artículos de la prensa, asociación de antiguos estudiantes (quienes han recogido firmas en contra de la iniciativa) y hasta con la cúpula política municipal y autonómica de (extrema) derecha. Y es que si, por un lado, el Ayuntamiento de Cádiz y la Junta de Andalucía, ambas administraciones gobernadas por el Partido Popular, han pedido explicaciones al colegio por este proceso, Vox Andalucía ha elevado una proposición no de ley en el Parlamento andaluz para pedir a Juanma Moreno que “detenga este cambio de nombre e impida que se pierdan los nombres religiosos originarios de los colegios andaluces”.
Asimismo, la asociación de madres y padres (AMPA) de la escuela ha recibido “amenazas directas en el correo electrónico del colegio” y los comentarios en la entrada de la red social Facebook donde se comunicaba la propuesta de este concurso y las bases para concurrir a él se llenaron de descalificaciones, insultos y palabras soeces cuando fue lanzado.