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La alcaldesa de Madrid y otras autoridades en la misa de San Isidro

Conviene recordar las propias palabras de la alcaldesa de Madrid en un acto público en el CAUM y que recogimos en su momento, en las que afirmaba quen no asistiría a actos religiosos: Ver declaraciones de Manuela Carmena


En un año, además de 365 páginas del calendario, pueden pasar muchas cosas y la que le sucedió a Manuela Carmena no fue baladí: tras las elecciones municipales de 2015, y contra todo pronóstico, acabó siendo investida alcaldesa de Madrid.

Desde entonces hasta ahora también ha cambiado la opinión que la entonces ex jueza y hoy primera edil tiene del patrón de la capital. El pasado 15 de mayo, al ser preguntada por los medios de comunicación que cubrían su campaña electoral por San Isidro, aseguró que no le tenía “mucha ley” porque “era un vago” y el “ángel se lo hacía todo”.

Exactamente 12 meses después, y en contestación a la misma pregunta, Carmena ha señalado que el célebre labrador siempre le ha caído “bien” porque “es simpático y campechano”. Asimismo, ha destacado con orgullo el hecho de que en la mayoría de las urbes se venere a “hombres ilustres” y que en la Villa y Corte, en cambio, sea “un campesino”.

La alcaldesa de Madrid se ha colocado un mantón de Madrid y cumpliendo la castiza tradición ha acudido a la Pradera de San Isidro para darse un baño de masas al más puro estilo de la ‘popular’ Esperanza Aguirre cuando era presidenta del Gobierno autonómico. Aunque mayoritariamente le han prodigado besos, apretujones, peticiones de ‘selfies’ y “vivas”, también se ha llevado algún que otro reproche.

-¡Fuera! ¡Jubílate! Cesa a la ‘asaltacapillas’ en lugar de venir a misa– le ha gritado a todo pulmón un ciudadano aparentemente descontento con el hecho de que Rita Maestre, la portavoz municipal, no haya sido relevada tras ser condenada por participar, cuando era estudiante, en un acto de protesta en la Complutense contra la presencia de espacios religiosos en la universidad pública.

-¡Fuera usted, leche!- le ha reprendido a su vez una señora que perseguía a todo trote a la comitiva oficial arrastrando casi literalmente a una amiga a la que había abandonado el resuello. –Manuela, ni caso, tú oídos sordos– ha gritado la fan de la regidora de Ahora Madrid como si la aludida hubiera podido percatarse de algo en medio de la marabunta.

Carmena ha asistido primero a la eucaristía al aire libre en honor del patrón de la ciudad oficiada por el arzobispo, Carlos Osoro, acompañada por tres concejales de su partido: la edil de Carabanchel, Esther Gómez, que se ha animado con el traje de chulapa al completo, y los delegados de Salud, Seguridad y Emergencias y Equidad, Derechos Sociales y Empleo, Javier Barbero y Marta Higueras, respectivamente, que han optado por el discreto clavel en el ojal.

Acto seguido, tras superar una auténtica prueba de obstáculos humanos, la alcaldesa ha conseguido llegar hasta el lugar de la Pradera en el que la Asociación de Vecinos Tercio Terol organiza cada festividad de San Isidro un cocido madrileño gratuito, este año -como mínimo- con la ayuda económica del Ayuntamiento, que ha sufragado el coste de los ingredientes. La invitada de honor se ha sentado con su bol de garbanzos y compango del que ha dado buena cuenta para coger fuerzas antes de visitar la caseta de Ahora Madrid en las fiestas y dar por concluida su participación en las mismas.

El 15-M fue un movimiento maravilloso y lo de menos es el el día concreto [que se celebre]”, ha señalado Carmena al ser cuestionada por si acudiría a algún acto conmemorativo del quinto aniversario del nacimiento del ‘espíritu indignado’ en la Puerta del Sol, del que Ahora Madrid es heredero.

Sin vestirse de chulapa, que este año no le toca someterse al veredicto de las urnas, Esperanza Aguirre también ha acudido a la misa de San Isidro junto a varios concejales de su grupo. La portavoz del PP en el Consistorio de la capital ha sido recibida con aplausos de los miles de asistentes que han seguido la eucaristía bajo un sol que no ha dejado de jugar al escondite con las nubes.

“Represento al partido que ha sido más votado por los madrileños desde hace muchos años”, ha apuntado la edil al ser preguntada por el recibimiento a su llegada al acto religioso, mucho más caluroso que el de la propia alcaldesa. “En esta ocasión ganamos, pero no tuvimos mayoría suficiente. Pero eso no quiere decir que no seamos mayoritarios. Lo somos, mal que le pese a algunos, que creen que con su minoría de 20 [ediles] pueden dictar la política del Ayuntamiento. La política del Ayuntamiento la hace el Pleno y el Pleno es la mayoría y la mayoría no son ellos”, ha añadido la edil en alusión al equipo de Manuela Carmena, que gobierna en minoría con el apoyo del PSOE.

Aguirre, que pasará la tarde en los toros para reivindicar la “libertad” de los que quieren acudir a dicho espectáculo, no ha pasado por alto una alusión al movimiento indignado que se gestó hace ahora cinco años en la Puerta del Sol. “Yo no celebro el 15-M. Es una manera de usurpar el espacio público por unos señores que lo privatizaron. A ver si lo sacas en tu cadena”, le ha respondido a la periodista de La Sexta que le ha formulado la pregunta.

Lo que la portavoz del principal grupo de la oposición le ha pedido a San Isidro es que “le traiga a todos los madrileños salud, empleo y más libertad cada vez”. “Tenemos un Gobierno, que está en funciones, y elegiremos a otro, o al mismo, próximamente; yo espero que sea al mismo”, ha apostillado para que no quedara ninguna duda.

Los políticos de los distintos signos políticos se marchan, los focos de las cámaras se apagan, pero los contrastes de las fiestas populares permanecen. En la Pradera de San Isidro se puede escuchar tanto el sonido de un organillo que lucha por no ser abducido por el ritmo de bachata en un puesto de mojitos de al lado como degustar gallinejas y entresijos en un restaurante portátil regentado por alguien de nombre tan poco castizo como Bryan. Las cosas, decíamos, cambian.

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