La reunión tuvo en su comienzo una petición de oración de la alcaldesa
La alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, se ha reunido este pasado 14 de febrero con pastores de las iglesias evangélicas de la ciudad, para conocer de primera mano sus proyectos e iniciativas.
La Iglesia Evangélica cuenta con 14 congregaciones en el municipio de Jerez y atiende a más de 3.000 personas.
Al encuentro han asistido también las delegadas de Medio Ambiente y Deportes, Felisa Rosado, y de Educación y Juventud, Lidia Menacho, además del delegado de Participación y Coordinación de Distritos, José Galvín.
EL ENCUENTRO
La reunión tuvo en su comienzo una petición de oración de la alcaldesa, a la que seguidamente se le hizo entrega de una reseña histórica de la Iglesia evangélica en Jerez (desde sus inicios hasta el momento actual), así como de los acuerdos del Estado con las confesiones minoritarias (los Artículos sobre Libertad Religiosa de la Constitución Española) y los acuerdos autonómicos.
La alcaldesa tuvo palabras de agradecimiento hacia este colectivo por su aportación “no sólo en el plano asistencial sino en otros ámbitos como el de la formación o las actividades culturales que son muy importantes”.
“Seguimos con muy buenas relaciones con nuestro ayuntamiento“, ha expresado a protestante Digital Antonio Bonilla, uno de los pastores que asistieron al encuentro, que fue “muy ameno y cordial, en el cual los pastores pudimos una vez más como cada vez que nos reunimos el poder orar por nuestra alcaldesa y su equipo de gobierno en el propio ayuntamiento”, en sus propias palabras.
COORDINAR LAS ACTIVIDADES
Tras conocer las demandas e iniciativas de los pastores, la alcaldesa les ha transmitido la necesidad de trabajar coordinadamente para “no duplicar nuestra labor y prestar entre todos un mejor servicio a los ciudadanos”.
En este sentido, también les ha informado de los equipamientos municipales que están a disposición de la ciudadanía, así como de medidas como las bonificaciones en la factura del agua, que buscan paliar la mala situación económica que padecen algunas familias jerezanas, a las que la Iglesia Evangélica presta asistencia.
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