Para impedir el acceso al recorrido de quienes no hayan pagado, las cofradías piden dos policías locales en cada calle de acceso al recorrido
COMENTARIO: Las Hermandades y Cofradías de Córdoba pretenden que todo esté a su servicio. Hace poco reclamaban ampliar una puerta de la Mezquita para que sus pasos puedan entrar al interior de su catedral. Ahora reclaman, no sólo privatizar las calles de Córdoba por donde van a pasear su espectáculo en septiembre, ya que han solicitado que sólo puedan acceder quienes hayan pagado el alquiler de las sillas que ellos montan a lo largo del recorrido, sino que además cuenten con dos policías locales que actúen de porteros en cada una de las calles de acceso al recorrido impidiendo el tránsito a quienes no lleven su entrada (alquiler de la silla). Toda una muestra de cómo estos cofrades se consideran que tienen derecho, no sólo a sacar sus santos (que si lo tienen), sino a poner todos los servicios públicos de la ciudad a sus intereses económicos recaudatorios. Eso sí, revestido del argumento de la seguridad y con cargo al erario público. La ley es clara, los derechos, como en este caso el de culto, están limitados cuando hay problemas de orden público, y son ellos, los organizadores los que ni pueden coartar los derechos de tránsito de las personas, ni pueden pasar la factura a la ciudad. Desde el Observatorio del Laicismo vemos con preocupación como este tipo de hechos se producen en más ciudades, sin que las autoridades pongan coto a los mismos, al contrario, la connivencia, una vez más de política y religión facilita la concesión de estos privilegios.
La Agrupación de Hermandades pretende que las únicas personas que accedan al recorrido oficial del Via Crucis Magno, previsto para el 14 de septiembre con motivo del Año de la Fe, sean aquellas que paguen su asiento. La propuesta, reflejada en la memoria que entregaron al Ayuntamiento, viene a decir que sólo las 8.000 personas que alquilen una silla podrán seguir las evoluciones de este «macrocortejo» de 18 pasos en el tramo comprendido entre la Cruz del Rastro y la plaza del Triunfo. A los fieles, turistas y ciudadanos en general que ocupen las bancas del recorrido oficial sólo se les sumarían autoridades, bandas de música, costaleros y personal acreditado. En total, alrededor de 15.000 según el cálculo aportado por la propia Agrupación.
Por «seguridad»
Las cofradías argumentan que la limitación de los aforos obedece a una razón de «seguridad», según las fuentes municipales a las que accedió este medio. Entiende que hay zonas que podrían convertirse en auténticos «embudos» y que esta medida facilitaría mucho una intervención de los efectivos de Seguridad y Emergencias en el caso de que se produjera un incidente ese día en el entorno de la Catedral.
La restricción de los aforos que reclama las hermandades, a través de su Agrupación, no se queda sólo en el recorrido oficial. Tampoco cree conveniente que el Patio de los Naranjos sea de acceso libre para cualquier ciudadano. El colectivo cofrade pretende que a este recinto sólo puedan entrar las bandas y las cuadrillas de costaleros.
La posibilidad del cierre del Patio de los Naranjo es incluso más compleja que la de las calles que forman parte del recorrido oficial, ya que en este caso han de presentar una «justificación» de más envergadura si cabe, como así lo apuntaron las fuentes del Consistorio consultadas. En ambos casos, sin embargo, habrá que esperar a los informes que presenten las Áreas de Seguridad y Movilidad.
La colisión con los derechos de los vecinos del barrio de la Catedral es otro hándicap a tener en cuenta, ya que la propuesta impediría el paso a todo aquel que no abone el asiento, entre los que figuran los propios vecinos que tiene su casa en el entorno afectado.
La Diputación Provincial ha presentado esmusical ta semana el pasacalles Sones de Fe, que congregará a siete bandas procedentes de la toda la provincia de Córdoba y que recorrerá las calles de la capital en la mañana del mismo 14 de septiembre. El pasacalles empezará a las 11.00 horas.
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