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Kerry: El ISIS lleva a cabo un genocidio contra los cristianos y otras minorías religiosas

El secretario de Estado de Estados Unidos  John F. Kerry declaró el pasado jueves que el autodenominado Estado Islámico o Daesh es responsable de haber cometido genocidio contra cristianos y contra otras minorías religiosas en Siria e Irak.

La declaración de Kerry, con unas palabras cuidadosamente elegidas, se produjo en el Departamento de Estado en Washington un día después del límite establecido por el Congreso para que el Estado hiciera pública sus conclusiones, en un ambiente de presión por que se produjera una declaración que incluyera a los cristianos.

“El propósito de mi comparecencia hoy ante ustedes es afirmar que, a mi juicio, Daesh es responsable de genocidio contra grupos en zonas bajo su control, que incluyen a yazidíes, cristianos y chiíes”, declaró, utilizando el término peyorativo en árabe para designar al autodenominado Estado Islámico.

“Daesh es genocida por autoproclamación, por su ideología y por sus acciones, por lo que dice, por lo que cree y por lo que hace. Daesh también es responsable de cometer crímenes contra la humanidad y limpiezas étnicas dirigidas contra estos mismos grupos y, en ciertos casos, también contra musulmanes suníes, contra kurdos y otras minorías”.

Kerry manifestó que en lugares como Mosul, al norte de Irak, Daesh “ha ejecutado a cristianos únicamente por motivo de su fe”, que ha ejecutado a 49 coptos y cristianos etíopes en Libia y que ha forzado a mujeres y niñas cristianas a la esclavitud sexual.

“Sabemos que en zonas bajo su control, Daesh ha hecho esfuerzos sistemáticos para destruir la herencia cultural de antiguas comunidades, como la destrucción de iglesias armenias, ortodoxas sirias y católicas romanas; la explosión de monasterios y tumbas de profetas; la profanación de cementerios; en Palmira incluso decapitaron a un erudito que había dedicado toda su vida a la preservación de las antigüedades de allí”, continuó Kerry. “Sabemos que Daesh ha amenazado a los cristianos diciendo, y cito, ‘conquistaremos vuestra Roma, romperemos vuestras cruces y esclavizaremos a vuestras mujeres’”.

Kerry explicó que un elemento que define al genocidio es el intento de destruir un grupo étnico o religioso, en su totalidad o en parte. “Sabemos que Daesh ha ofrecido a sus víctimas la elección entre abandonar su fe o ser asesinados, y que para muchos es una elección entre un tipo de muerte y otro”, reconoció Kerry. “El hecho es que Daesh mata cristianos porque son cristianos; yazidíes porque son yazidíes; chiíes porque son chiíes”.

En estos momentos, según afirmó, aunque Daesh aún controla grandes zonas de Iraq y Siria, resulta imposible tener una visión completa de la situación.  “En última instancia, los hechos completos deben ver la luz de mano de una investigación independiente y a través de una resolución legal formal de un tribunal o corte competente”, explicaba el secretario de Estado. “Pero los Estados Unidos apoyarán fuertemente los esfuerzos para reunir, documentar, preservar y analizar las evidencias de atrocidades, y haremos todo lo que esté en nuestro poder para ver que los perpetradores rindan cuentas por sus actos”.

Kerry declaró que, además de derrotar a los islamistas y documentar sus crímenes, deben dirigirse esfuerzos para llegar a la raíz de la causa del genocidio y prevenir futuras reincidencias.

“La mejor respuesta ante el genocidio es la reafirmación del derecho fundamental a la supervivencia de cada grupo seleccionado para su destrucción”, alega Kerry. “Aquello que Daesh quiere erradicar, nosotros debemos conservarlo. Esto requiere la derrota de Daesh, pero también exige el rechazo al fanatismo y la discriminación, los elementos que facilitaron en primer lugar su surgimiento”.

“Esto quiere decir que, a medida que se liberen más áreas, sus habitantes necesitarán ayuda no sólo para reparar las infraestructuras, sino también para asegurar que las minorías puede regresar con seguridad, que son integradas en las fuerzas de seguridad locales y que reciben la misma protección ante la ley. Nuestro objetivo, después de todo, no es derrotar a Daesh para luego descubrir dentro de unos pocos años que algún grupo terrorista nuevo con un acrónimo diferente ha ocupado su lugar. Nuestro propósito es marginar y derrotar a los extremistas violentos de una vez por todas”.

Nina Shea, activista veterana en la defensa internacional de la libertad religiosa, aplaudió la intervención de Kerry y la denominó un “paso de importancia crítica”.

“El genocidio es reconocido internacionalmente como la ofensa más atroz a los derechos humanos”, afirmó para National Review Shea, directora del Centro para la Libertad Religiosa del Instituto Hudson. “Legalmente, se le conoce como el ‘crimen de crímenes’.  A pesar de que la Convención sobre genocidio no prescribe acciones específicas para ‘prevenir y protegernos’ del genocidio, la conciencia sí lo hace”.

La declaración de Kerry parecía bien calculada no por destacar a los cristianos como víctimas del genocidio; también habló de los ataques contra kurdos, chiíes y turcomanos. Miembros de la administración explicaron que Kerry no quiere alimentar la percepción de que Estados Unidos está envuelto en una cruzada moderna contra el islam global, según fuentes recogidas por The Washington Post.

La NBC afirmó que un asunto esencial al que se enfrenta el gobierno estadounidense es esclarecer si estará obligado o no a emprender acciones para frenar el genocidio.

Presión para una actitud militar más agresiva

Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado, ha declarado con anterioridad que la determinación de genocidio en el caso de Daesh “no resultaría necesariamente en ninguna obligación legal particular para los Estados Unidos”.

La CNN informó que la declaración de Kerry no obliga legalmente a los EE.UU. a participar en ninguna acción particular, pero podría presionar a la administración de Obama para asumir una actitud militar más agresiva contra Daesh.

“También podría dar crédito a los llamamientos de otros legisladores y grupos humanitarios que presionan al gobierno de Obama para que acoja más refugiados dentro de los Estados Unidos”, recogía el canal de noticias.

Republicanos y Demócratas del congreso respondieron unánimemente,393-0, para respaldar un “sentido de Congreso” en su afirmación de que los crímenes cometidos contra cristianos, yazidíes y otras minorías étnicas y religiosas de la región suponen crímenes de guerra y, en ciertos casos, genocidio.

El diputado republicano Jeff Fortenberry, cuyo distrito, Nebraska, da cobijo al mayor grupo de yazidíes reubicados en EE.UU., y la diputada demócrata por California Anna Eshoo fueron los autores de la resolución. (…)

Fortenberry elogió la decisión del jueves del Departamento de Estado

“Aplaudo al secretario Kerry y al Departamento de Estado por hacer esta denominación tan importante. El genocidio contra cristianos, yazidíes y otros no es sólo una grave injusticia contra estas antiguas comunidades de fe, sino que es un ataque contra la dignidad humana y contra la civilización misma”, afirmó. “Ahora Estados Unidos ha hablado con claridad y con autoridad moral”.

Alliance Defending Freedom, ONG cristiana en defensa de la libertad religiosa, fue una de las muchas organizaciones de este ámbito que dieron la bienvenida a esta declaración.

“Este reconocimiento es un primer paso importante en el proceso necesario para los Estados Unidos, la ONU y la comunidad internacional de detener los asesinatos en Oriente Medio”, manifestó Dougas Napier, experimentado abogado y director ejecutivo de ADF Internacional, que ha participado en el suministro de pruebas y análisis legales para el Departamento de Estado y el Congreso, además de para organismos internacionales, como el Parlamento Europeo, el Consejo de Europa y las Naciones Unidas.

“Como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, Estados Unidos tiene que desempeñar un papel de influencia a la hora de apoyar la remisión del caso a la Corte Penal Internacional para condenar y perseguir a los perpetradores”, explicó Napier.

“Una vez reconocido que se está produciendo un genocidio, los 147 países que forman parte de la Convención sobre Genocidio de la ONU, que incluye a EE.UU., tienen la obligación de hacer todo lo que puedan para poner fin a la muerte de personas inocentes”.

La ley internacional establece unos criterios estrictos para el uso preciso del término “genocidio”, explicó ADF. Según la Convención de las Naciones Unidas para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, de 1948, genocidio refiere a actos cometidos con la intención específica de “destruir, totalmente o en parte, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”.

Pero Chris Smith, uno de los representantes de los EE.UU. para New Jersey y presidente del comité del congreso que supervisa cuestiones de derechos humanos a nivel mundial, declaró que la CPI podría resultar inefectiva y que sería mejor si EE.UU. trabajara con el Consejo de Seguridad de la ONU para establecer un tribunal regional ad hoc. Los tribunales regionales, explicó, probaron ser efectivos en Sierra Leona, donde nueve personas fueron condenadas; también en Ruanda, con 61 condenados, y en la antigua Yugoslavia, donde un tribunal condenó a 80 personas.

“Además, un tribunal centrado en Siria que ofrezca a los sirios cierto grado de pertenencia mejoraría su efectividad”, aseguró Smith. “Un tribunal en Siria rendiría cuentas no sólo con los genocidas de Daesh, sino con todas las partes —en especial en relación al criminal de guerra Bashar al-Assad, que ha usado bombas de barril contra civiles sirios y matado a decenas de miles— por sus espantosos actos”.

Robert Nicholson, director ejecutivo de Philos Project, también ha mostrado su agrado por la declaración de Kerry.

“Me sorprendió lo esmerado de su discurso”, dijo Nicholson en una entrevista. “Era un reconocimiento completo y mencionaba a los cristianos más de una vez. En realidad [Kerry] insinuó algunas ideas sobre cuál será el siguiente paso. Hizo un llamamiento muy explícito para la protección de estas comunidades minoritarias, para abrirles vías de regreso a sus hogares una vez las áreas queden liberadas del control de Daesh, para garantizarles su futuro en su patria ancestral”.

Nicholson resaltó que su organización y la organización para la defensa de los cristianos iraquíes, Iraqi Christian Relief Council, han ejercido presión para establecer un refugio seguro para los cristianos en Irak y Siria, y “no simplemente enviarlos fuera de la región” como refugiados.

“El siguiente paso sería remitir la cuestión al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y llegar aquí al mismo veredicto,que sería lo que de verdad desencadenaría una respuesta global y subiría las apuestas en favor de la destrucción de Daesh”, manifestó Nicholson.

Los Caballeros de Colón, que a principios de la semana pasada emitieron un informe de casi 300 páginas con nuevas pruebas que, según ellos, apoyaban la denominación de un genocidio cristiano, publicaron una declaración del Caballero Supremo Carl Anderson en la que se refería a la determinación de Kerry como “correcta y verdaderamente histórica”.

“Como pocas veces en nuestra historia, los Estados Unidos han designado una situación en curso como genocidio, y el Departamento de Estado debería ser elogiado por tener el valor de afirmarlo”, declaró Anderson. “Al unir su voz a la de la Cámara de Representantes, a la del pueblo estadounidense y a la de la comunidad internacional, hoy los Estados Unidos dejan claro a Daesh que su intento de eliminar las minorías religiosas debe cesar. Estados Unidos y el mundo están unidos en esto y, sencillamente, no van a mirar hacia otro lado”.

Para un líder cristiano de una iglesia basada en Oriente Medio, el obispo Angaelos, obispo general de la Iglesia Ortodoxa Copta en Reino Unido, la declaración manda un mensaje a todos los que sufren, “que no sólo sentimos su dolor, sino que también nos unimos para reconocer su sufrimiento y apoyarlos de cualquier forma que podamos”.

“Es un paso significativo que ha seguido al reconocimiento del genocidio por parte de la Unión Europea y que, espero, animará al gobierno [británico] a reconocer también estos actos inaceptables de genocidio contra comunidades vulnerables en Oriente Medio”, manifestó el obispo Angaelos.

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