¿Existió Cristo? Los abogados Giovanni Di Stefano y Domenico Marinelli se ocuparán del caso Cascioli en el Tribunal de Derechos Humanos
Saddam Hussein, Tarek Aziz, Telekom Serbia, Milosevich, Kennedy, Lady Diana, son sólo algunos de los casos famosos de los cuales se han ocupado los abogados Giovanni Di Stefano y Domenico Marinelli. Di Stefano y Marinelli se ocuparán ahora del caso Luigi Cascioli, el estudioso, ex seminarista, autor del libro-denuncia “La fábula de Cristo – Irrefutable demostración de la no existencia de Jesùs”. Cascioli afirma que ha demostrado de manera inequívoca la “no existencia histórica de Jesùs, llamado el Cristo”.
En septiembre de 2002 Cascioli se querelló contra Don Enrico Righi, párroco de Bagnoregio (Viterbo), por “abuso de la credulidad popular” y “cambio de persona”, porque el sacerdote escribió en un diario que Jesús nació de María y José y vivió en carne y hueso. El Tribunal de Viterbo, luego de un prolongado tira y afloje, archivó el caso, aunque el sacerdote no había aportado prueba alguna admisible de la existencia de Cristo.
Insatisfecho con tal archivo, Cascioli y sus asesores legales Di Stefano y Marinelli se dirigirán ahora al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. “La ley se basa en el respeto del Derecho nacional e Internacional” comenta Di Stefano, “las hipótesis y conjeturas se las dejamos a los sacerdotes". Si el caso judicial fuese reabierto resultaría un proceso de importancia mundial, considerando que pondría en tela de juicio la doctrina y los fundamentos, sobre los cuales se basa el cristianismo y la Iglesia Católica. Sería un proceso judicial en el cual, los ministros de la Iglesia, alias el Vaticano, deberían demostrar, como afirman desde hace dos mil años, que Cristo ha existido, exhibiendo pruebas admisibles y concretas y no argumentaciones teológicas o filosóficas. Ref. www.LuigiCascioli.it
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Comentario de Juan Francisco González Barón
La verdad es que la existencia o no existencia histórica de Jesús nos tiene sin cuidado a muchos laicistas (¿cuántos "gurús" y profetas semejantes vivieron entre el siglo III a.c. y el siglo III d.c.?), pero muchos de nosotros sí hemos vivido la imposibilidad coactiva de ponerla en duda, y eso sí nos concierne.
Fuera de ese periodo "alejandrino", ¿quién duda de la existencia de Sócrates? ¿Pero cuál es el Sócrates "verdadero", el de Platón, el de Jenofontes, el de Aristófanes, el de los cínicos? ¿Reconocer la existencia histórica de Mahoma implica plegarse a sus doctrinas? Por lo que debemos sentir -creo- auténtica curiosidad es por el problema jurídico que se plantea. Al fin y al cabo, esta es una existencia "histórica" que, fundada o no, se ha impuesto a golpe de hoguera.
