Al considerar que el exhorto del arzobispo Norberto Rivera Carrera, el domingo pasado, para que no se acate la despenalización del aborto hasta las doce semanas de embarazo, es una declaración "grave e irresponsable", el catedrático señaló que la jerarquía católica se inmiscuye en asuntos propios del Estado laico, y puede así "generar aún mayor descontento entre la gente que se opone a la despenalización del aborto, buscando sólo atizar el fuego".
Tras señalar que las autoridades federales deben obligar al cumplimiento de las leyes que rigen al país y evitar servir de cómplices en un acto ilegal, añadió que los jerarcas católicos no deben ya generar mayor tensión entre el Estado y la población. "Violan flagrantemente el artículo 130 constitucional, que rige las relaciones entre los cultos y el Estado, cuando deben acatar su responsabilidad social y legal como dicta la Carta Magna", añadió.
Rentería Díaz reiteró que la jerarquía católica debe respetar las atribuciones del Estado y, permaneciendo en su ámbito religioso, dirigirse a las conciencias, pero no participar en el mundo civil. Recordó que el Estado laico fue resultado de una lucha cruenta, "como para que ahora pretendan dar marcha atrás y regresar a una confrontación ética".
Y advirtió: lo que pretenden los señores de la Iglesia católica es que el legislador se convierta en su brazo armado, cuando el deber del legislador es emanar leyes que busquen proteger el bien común, no los intereses de una sola facción.
