Cuenta BBC Mundo que una investigación del gobierno irlandés acusó a la Iglesia Católica y las autoridades de no manejar de manera apropiada las acusaciones a clérigos por abuso de menores realizadas entre 1966 y 2002.
El informe, que se centró en la diócesis de Ferns, en el sureste de Irlanda, afirma que hay por lo menos cien acusaciones de abuso sexual a niños en las que están involucrados 21 sacerdotes.
Muchos de los clérigos responsables de los abusos han fallecido.
El ex arzobispo de Ferns, Brendan Comiskey, renunció en 2002 tras admitir que no hizo lo suficiente para evitar los abusos.
Un prelado católico se suicidó en 1999 luego de ser hallado culpable de 66 cargos de abuso sexual.
Las denuncias
Otro ex obispo, según el informe, fue criticado por considerar el abuso sexual un "problema exclusivamente moral".
Asimismo destaca que algunos sacerdotes mencionados en las denuncias no fueron despojados de sus cargos y que la necesidad de proteger a los niños no había sido considerada importante.
También concluye que la actuación de la policía en la investigación no estuvo a la altura de las circunstancias, advierte el informe .
A pesar de que en los últimos años se han hecho públicas varias acusaciones de abuso sexual dentro de la Iglesia Católica, los corresponsales en Irlanda esperan que este informe cause estupor en la sociedad irlandesa por los hechos que describe y por la respuesta de las autoridades competentes.
El ministro de Irlanda para asuntos de la niñez, Brian Lenihan, condenó lo que llamo "fracasos sistemáticos" y dijo que hay lecciones que aprender del pasado.
El administrador de la diócesis de Ferns, el obispo Eammon Walsh, dijo que "acepta y reconoce" las conclusiones del estudio.
