Los máximos responsables políticos de la República Islámica han mantenido este domingo una reunión urgente en respuesta al creciente descontento y las protestas cada vez más extendidas por todo el país tras la muerte de una mujer que fue detenida en Teherán por la Policía de la Moral por no llevar bien puesto el velo.
En el encuentro han participado el presidente iraní, Ebrahim Raisi; el presidente del Parlamento, Mohammad Bagher Ghalibaf; y el máximo responsable del Poder Judicial, Gholam-Hossein Mohseni Eyei, ha informado la Presidencia iraní. Tras la cita han emplazado a la población a mantener la unidad nacional y plantarse frente a las “intrigas hostiles” de los enemigos de la Revolución Islámica.
Las protestas se han extendido y han llegado a la televisión pública IRIB, cuando la señal de dos canales se ha visto brevemente interrumpida por un mensaje a favor de las protestas y en contra del régimen de los ayatolás: “Levantaos y uníos a nosotros”, rezaba el mensaje sobreimpreso en pantalla junto a fotografías de las fallecidas durante las protestas. El grupo Edaalate Ali, Justicia de Alí, ha reivindicado esta acción, en la que además se podía ver una máscara blanca decorada con los colores de la bandera iraní.
“Guerra psicológica”
“El enemigo quiere atacar las mentes del pueblo con una guerra psicológica y provocar miedo y frustración en la sociedad”, ha advertido Raisi. El mandatario ha apelado a la intervención de las fuerzas de seguridad y a la labor de los medios de comunicación “frente a la guerra psicológica del enemigo”. Además ha destacado que la defensa de los Derechos Humanos “está en la esencia de la República Islámica”.
El sábado por la noche se produjeron nuevas movilizaciones y las fuerzas de seguridad respondieron con gas lacrimógeno y bolas de pintura para identificar a los manifestantes para su posterior detención. Éstos respondieron con el lanzamiento de cócteles molotov, según los vídeos difundidos en redes sociales.
La ONG Iran Human Rights ha cifrado ya en 185 los fallecidos, entre ellos 19 niños, por la represión de las fuerzas de seguridad iraníes de las protestas en el país por la muerte bajo custodia de la joven kurdo-iraní Mahsa Amini y ha denunciado en las últimas horas el asesinato de la manifestante de 16 años Sarina Esmailzadeh por una paliza de las fuerzas de seguridad.
Un portavoz judicial de la provincia de Alborz, Hossein Fazeli, ha criticado las “ridículas” afirmaciones de “medios antiiraníes” sobre la muerte de Esmailzadeh. “No puede ser que la chica muriera en una parte de la ciudad y fuera llevada hasta la casa de su abuela, en otra parte de la ciudad, y fuera lanzada desde el tejado”, ha apuntado. Así, mantiene que Esmailzadeh cayó accidentalmente desde el tejado de la casa de su abuela y que el incidente no tiene nada que ver con las protestas, según recoge la agencia de noticias oficial iraní IRNA.