La Policía marroquí interrogó hoy a las dos jóvenes que el pasado domingo organizaron una manifestación en la que pretendían romper el ayuno propio del mes de Ramadán para protestar contra la criminalización de esa práctica en público.
El grupo, cuya iniciativa fue desarticulada por unos cien agentes a su llegada a la estación de Mohamedia, 20 kilómetros al norte de Casablanca, reivindicaba la abrogación del artículo 222 del Código Penal, que castiga la inobservancia del ayuno con una pena de entre uno y seis meses de cárcel, así como con una multa cercana a los cien euros.
De las alrededor de diez personas que secundaron la convocatoria, fuentes de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) informaron hoy a EFE de que seis fueron retenidas ese mismo día o durante los dos siguientes, mientras que a las dos promotoras y a otro joven manifestante se les interrogó este jueves.
La propuesta partió de la periodista Zineb el Rhazaoui y de la psicoterapeuta Ibitissame Lachgar, fundadoras del llamado Movimiento para la Defensa de las Libertades Individuales, quienes promovieron el llamamiento a través de la red social "Facebook".
La agencia de prensa oficial MAP informó el día siguiente de la manifestación que a esos jóvenes se les va a perseguir judicialmente, una intención reprobada por la AMDH, que condena el "comportamiento represivo de las autoridades" y ese "atentado contra la libertad individual y de opinión".
El paso dado por ese colectivo, innovador en el país magrebí, ha protagonizado esta semana las portadas de los medios marroquíes y ha sido objeto de críticas lanzadas tanto desde el Consejo de Ulemas (doctores del Islam) como desde diversos partidos políticos.
En un comunicado, el consejo provincial de ulemas de Mohamedia consideró que "Marruecos no puede tolerar ese atentado público contra la religión", que a su juicio "desafió las enseñanzas de Dios y del Profeta".
A la espera de que se conozca la fecha del juicio, desde la AMDH anuncian ya su "solidaridad con quienes no han hecho más que expresar su opinión", y que han abierto el debate en un país en el que el islam es la religión oficial del Estado.
