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Iglesia pone a prueba celibato de curas

Por medio de sus organismos religiosos, la Iglesia católica difunde entre los sacerdotes y religiosas un "test" para detectar cuando sus conductas o deseos sexuales pueden poner en riesgo su celibato.

Sin embargo, "masturbarse", "considerar que sólo podrían tener placer satisfactorio con una relación sexual", "creer a veces que le hubiera ido mejor si hubiera elegido la vida de casado y tener una familia" o que "sólo bebiendo se siente capaz de hacer cosas que no haría de otra forma", califica al clérigo como una persona afectivamente "estable".

En caso de que los deseos sexuales de los clérigos se encuentren fuera de control les distribuye la "Oración para suplicar la Gracia de custodiar la Castidad", para ayudarles a "rechazar los deseos carnales", y en caso de haber pecado se les impone la penitencia de leer la "Oración que los sacerdotes pueden rezar cada día":

"Y si no logramos vivir la vida con mucha inocencia, concédenos en todo caso llorar dignamente el mal que hemos cometido y servirte fervorosamente en todo con espíritu de humildad y con el propósito de buena voluntad".

A través de sus páginas de internet, como almas.com.mx, en su liga para sacerdotes, la Iglesia católica difunde también cuatro cuestionarios donde se identifican los grados de estrés que viven clérigos y religiosas por deseos sexuales, problemas económicos, familiares o dentro de las congregaciones.

En el test "Mi afectividad en el sacerdocio" se evalúa el grado afectivo de los clérigos con 30 preguntas, en las cuales tienen que responder con qué frecuencia tienen esos sentimientos: "Muy pocas veces, algunas veces o casi siempre".

Entre los cuestionamientos destacan: "Siento que algo dentro de mí no está bien", "Tengo ganas de gritar y sacar lo que guardo", "Mi apetito ha cambiado de forma muy considerable", "A veces creo que me hubiera ido mejor si hubiera elegido la vida de casado y tener una familia", "Constantemente siento que hay algo más para mí y que aún no lo encuentro", "Me masturbo actualmente", "Para obtener placer satisfactorio tendría que concluir en la relación sexual", "Cuando bebo me siento más triste de lo normal" o "Cuando bebo me siento capaz de hacer cosas que no haría de otra forma".

Al responder "casi siempre" a esas preguntas, se indica que el religioso tiene una "afectividad estable". En el momento actual -continúa el texto- parece que hay estabilidad en su vida; como seres humanos siempre es importante estar revisando constantemente nuestro estado de ánimo, nuestra forma de estar y de sentirnos.

También distribuyen el test "Mi identidad sacerdotal ¿se encuentra en crisis?", para detectar a quienes tienen dudas sobre su vocación clerical. Al palomear como afirmativas 11 de las 20 preguntas, identifican al religioso como una persona que presenta "una crisis vocacional".

En los cuestionamientos se les pide a los sacerdotes que identifiquen su estado de ánimo o sensación: "He cambiado de congregación por lo menos dos veces", "Cuando era adolescente no sabía con exactitud a qué me quería dedicar en mi vida", "Dudé varias veces sobre la carrera que debía elegir", "Constantemente siento que hay algo más para mí y aún no lo encuentro", "A veces creo que el apostolado o la pastoral que realizo no es lo que yo me imaginaba para mi vida", "Creo que Dios en muchas ocasiones no me escucha y me siento solo", "A veces creo que me hubiera ido mejor si hubiera elegido la vida de casado y tener una familia" y "Me gustaría regresar el tiempo para poder discernir mejor sobre mi vocación", entre otras.

En la evaluación se indica que, "al parecer", sí existe algún tipo de crisis. De pronto -describe- el tener crisis sobre nuestra identidad resulta positivo para el trabajo y para la entrega, y sobre todo para poder rectificar tal vez modos de reaccionar o de sentirnos frente a los retos que como sacerdotes se pueden presentar.

Agrega: "El trabajo y la vocación resultan difíciles de mantenerse estables y de la misma forma todo el tiempo. A veces es necesario entrar en estas crisis que nos hacen dudar sobre lo que somos y lo que hacemos y para quién lo realizamos.

"Habría que reflexionar si es una crisis o si es un estado y, si fuera así, entonces sí podríamos hablar de una identidad sacerdotal tal vez con un poco de dudas y que seguramente ocurre algo que hace dudar o que provoca los sentimientos de vacío y malestar y que podría ser casi siempre a una depresión".

Les sugiere: "simplemente hacer un trabajo de introspección para ver qué es lo que le podría estar ocurriendo, a veces es parte de la vida de los seres humanos sentir que no pertenecemos".

"La idea de este test es proporcionar reflexión y que puede pensar profundamente sobre usted y su vocación y su estado actual y si es que podría estar sufriendo algo más grave", concluye la recomendación.

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