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Iglesia, Pederastia y Poder

Fernando Lugo: 1.700 curas involucrados en violaciones a menores solo en Brasil

El escándalo se desató en Brasil cuando se descubrió que 1.700 sacerdotes se encontraban involucrados en abusos sexuales a niños y más cuando algunos de ellos son autores de manuales para violar a pequeños sin ser descubiertos.
Según la publicación de El Mercurio de Chile, las denuncias alcanzaron dimensiones internacionales cuando el diario Corriere della Sera de Milan publicara el caso. Asimismo, informa que antes de que estos abusos sean públicos el Papa Benedicto XVI envió una comisión a Brasil para investigar estos hechos.

Muchos de los curas fueron descubiertos por los manuales y los diarios que escribían donde narraban la forma como violaban a los pequeños y sus preferencias sexuales.

La publicación menciona la investigación de la revista brasileña Istoè, donde se específica que de los 1.700 curas, el 10 por ciento son ordenados, el 50 por ciento no mantendría el voto de castidad y que la Iglesia habría enviado a 200 sacerdotes a "clínicas psicológicas para ser reeducados". En las denuncias también se encuentra involucrado un obispo.

De acuerdo el informe del diario Clarín, hace una semana se detuvo al padre Felix Barbosa Carreiro, cuando fue sorprendido teniendo una orgía sexual con cuatro adolescentes.

El padre Tarciso Spricigo, fue arrestado por haber violado a un niño de cinco años de edad, asimismo se descubrió que el cura escribió un manual de pedofilia, donde aconseja "jamás tener una relación con niños ricos".

El manual señala: "Me preparo para la caza, miro en torno con tranquilidad porque consigo los chicos que quiero sin problemas". El cura compiló "diez reglas para actuar y quedar impunes".

El padre Spricigo anotó en el diario. "Llueven chicos seguros y confiables que son sensuales y que mantienen un total secreto, que sienten la falta del padre y viven solos con la madre". "Soy un seductor ?continúa?, seguro y calmo. Basta aplicar las reglas y el chico caerá en mis manos y seremos felices para siempre".

Otro sacerdote encarcelado en Brasil es el padre Aifieri Edoardo Bompani, quien llevaba a los niños adictos a la droga a su casa de verano, para curarlos, y registraba en un video sus abusos a victimas de 6 y 10 años.

FERNANDO LUGO: PEDERASTIA Y PODER

La pederastia no es una cuestión de tratamientos psiquiátricos ni psicológicos. Me extraña que con tanto dinero, los especialistas en perversiones que contrata la iglesia no le hayan explicado al Vaticano de lo que se trata o quizás no lo hayan hecho porque así pueden conservar su negocio eternamente con la pretensión de una supuesta cura.

En realidad es muy sencillo, la naturaleza se cobra cuando tratan de violentarla. No se pueden crear reglas que vayan contra natura sin que haya consecuencias graves. Si al ser humano se le ocurriera poner una ley en la que se prohibe comer, la satisfacción del hambriento pasaría a ser una perversión, o bien quienes la cumplieran se morirían de inanición. Pero como muy pocos habría de éstos porque hay un instinto de conservación inscrito en el código genético más allá de la voluntad, la gente comería a escondidas y por supuesto trataría de hacerlo sin que hubiera testigos de su delito. También, lo más probable es que se ingiriera todo aquello que no se notara y clandestinamente, seguramente eso nada tendría que ver con una verdadera alimentación, sin embargo, surgiría una afición a esos espurios alimentos porque se asociarían no sólo con la satisfacción sino con un sentimiento de culpa, lo cual fortalecería el vínculo y haría recurrente la conducta de alimentarse con tales elementos.

El celibato es una regla que va contra natura, la negación del impulso sexual es un absurdo porque éste está también inscrito dentro del código genético de las especies vivas en tanto está encargado de la reproducción de las especies. De tal forma nos explicamos porqué la pederastia abunda en los sacerdotes de la religión católica que están sujetos al celibato.

La negación del impulso sexual que se representa en el celibato, como en el caso del ejemplo sobre la comida, es la causa de que los sacerdotes perviertan su satisfacción sexual. En vez de que la gratificación sexual se realice dentro de los parámetros normales, busca hacerse a escondidas, y qué mejor forma de hacerlo si no es con niños indefensos a quienes se les amenace si lo dicen o a quienes hacerles creer que a través de esas prácticas están sirviendo a Dios. Pero ¿por qué son más los niños violados por curas que las niñas? Pues resulta que estos individuos que no han tenido ninguna maduración sexual y que están ya adultos en una etapa de inmadurez, prefieren a los niños con quienes pueden practicar una especie de autoerotismo. ¿Y qué pasa después? Pues que la gratificación sexual se asocia al niño como objeto de satisfacción, es decir se pervierte, y por otra parte, la culpa se convierte en vínculo emocional adicional que tiende a repetir la conducta. En resumen, los perversos pederastas, son individuos inmaduros que explotan a los niños sexualmente y que sabiéndose culpables esconden sus aberraciones de la forma más vil e inmoral. Se tapan unos a otros porque comprenden el fenómeno. Consultar el link que nos envían del blog hemorroides de felipillo de Jesús en el que la pederastia de los sacerdotes está considerada como una especie de "pecado divino" ya que los que practican esta detestable práctica no obtienen castigo de la iglesia católica como ocurrió con Maciel y como Norberto Rivera los protege.

Un mensaje para las asociaciones religiosas de Guadalajara y a todas aquellas que estén con la necedad de curar a los pederastas: la pederastia no se cura, o lo que es lo mismo, árbol que nace torcido nunca su tronco endereza. En vez de pensar en la cura, piensen en evitar la causa, ya es hora de que la iglesia católica se percate de que el absurdo celibato es la causa principal de las perversiones sexuales que se dan en la iglesia y que esto seguirá sucediendo en tanto no quiten esa regla sacerdotal que tanto daño ha hecho a la humanidad.

Habría también que considerar que esos niños a quienes se les ha hecho víctima de abuso sexual van a tener, independientemente de un trauma psicológico por un evento que aconteció de manera violatoria a sus derechos humanos, una dificultad para relacionarse sexualmente porque tienen una experiencia que no tuvo lecho psíquico donde insertarse y, que a no ser por un tratamiento psicológico que la resuelva, tendrán una tendencia a identificarse con su agresor y a victimizar a otros niños en la adultez.

Obviamente, no todos los sacerdotes son pederastas, hay otros que optan por una forma menos perjudicial aunque también inmoral: mienten, y, a escondidas, tienen relaciones sexuales con parejas sexuales adultas. ¿A quién tratan de engañar? Y ¿qué clase de hipocresía es ésta? La de siempre, la característica más propia de la iglesia es la hipocresía y vaya usted a saber si esta primera hipocresía, la cuestión sexual, sea la madre de todas las otras.

La única forma de evitar que los curas no violen sexualmente a los niños es quitarles el deber del celibato o ponerlos en un lugar apartado, como a los leprosos, y evitar que tengan contacto con infantes. Sin embargo, parece que la cosa se mueve al revés, cada vez hay más escuelas de sacerdotes, o sea más lupanares infantiles para satisfacción de los sacerdotes; ahora resulta que Insurgentes Mixcoac se va a convertir en algo más que una zona roja, va a ser una zona de perversión infantil y no estoy exagerando. La sexualidad humana mueve al mundo y si ésta se ha pervertido pues habrá que imaginar la fuerza que puede tener dicha perversión.

Así que emito una advertencia a las asociaciones de Padres de Familia que tan preocupados están por sus hijos y las buenas costumbres en escuelas privadas, ALEJEN A SUS VÁSTAGOS DE LOS CURAS, si no, vamos a pensar que su preocupación es falsa, parte de la hipocresía que promueven los religiosos y que lo que menos les interesa es la cuestión de las buenas costumbres (porque nada dista más de las buenas costumbres que los niños sean iniciados en la sexualidad por un adulto perverso) y la que más es el sostener hipócritamente un absurdo status quo a cambio de prostituir a los hijos que en función de principios corresponde a una baja condición humana.

FERNANDO LUGO. Curas pederastas: ¿En la impunidad?

La Iglesia Católica ha sufrido en los últimos 5 años de varios escándalos, algunos mas tormentosos que otros, pero que no eran "graves" y tampoco comprometían su enórme séquito de ovejitas que les seguían sin importar el destino. Eran pues, felices.
Sin mancha parecia quedar la Arquidiósesis de Colombia, al no contar con esos casos tan deleznables entre sus ministros, para los curas colombianos, la pederastia era un defecto de sus colegas en el exterior, una rareza. pero como a cada tiesto le llega su arepa, pues estos señores no se salvaron de su horrendo pasado: Jose António Tavera, un seminarista, de mas de 50 años ya, decidió, al ver homenajeados al cura Efraín Rozo y sus colegas, a romper el silencio de años por un evento que, oculto, le atormentó: el susodicho cura lo violó a la edad de 14 años. No sólo "se aproximó indiscreta ni correctamente a sus partes intimas" como dice el acusado, tratando de minimizar el daño, lo violó en toda la extensión de la palabra, y no solo a el, que por su condición de niño pobre era visto como un "menos", sino a varios de sus compañeritos de la época, incluso, un par de años despues, a su propio sobrino cuando estaban en California.
Lo mas insólito es que, este curita decadente (no se me ocurre otro adjetivo) se defiende argumentando de buen talante que el si accedió indebidamente a los cuerpos de los jóvenes, pero en respuesta a un anterior acercamiento de Tavera en el que le pedía que lo tocase, ya que el era el objeto de sus deseos… ¡Por favor!, que ridiculez, ¿Cómo creen ustedes que a los 14 años un niño que le quiere dedicar, ingenuamente, su vida al Dios de los católicos, va a tenar un deseo sexual por un capellan?, ¿Acaso sabrá siquiera lo que es el deseo sexual? Yo creo que no. Lo que realmente debo resaltar aquí, es el descaro con el que este degenerado admite su pederastia ante las cámaras de televisión y, aún así, nadie se manifiesta, de hecho, lo apoyan con su silencio cómplice y no fue motivo suficiente incluso para la Fiscalía, que declaró precluido el caso. ¿Estos son los llamados "valores católicos"? A mi me parece mas a una mafia decadente y superficial que aplica una verdadera "ley del silencio" en una sociedad pacata, manipulada por estos criminales de sotana. De esta manera han logrado pasar ahora no solo por encima de la ciencia y la razón, (como históricamente han hecho) sino por encima de los niños y sus derechos, su inocencia y pureza, lo último que mantiene a esta sórdida humanidad separada de los animales mas bárbaros. A riesgo de caer en un cliché, denuncio públicamente la culpabilidad de Efraín Rozo y de toda la Iglesia Católica colombiana en el crimen de corromper al futuro del país y crear resentimientos en esos corazones que fueron usados para satisfacer los enfermizos deseos sexuales del gremio pastoral.
Desde mi condición de apóstata convencido y disteo irredento, veo simplemente otra muestra de la inutilidad e hipocresía de la Iglesia (de la cual no critico su existencia, claro está) para afrontar los tiempos: si quiere de alguna manera, mamtener a sus fieles, debe renovarse. no puede seguir permitiendo, por ejemplo, el celibato, porque de otra manera, desembocará si no en el homosexualismo, en la pederastia desvergonzada que nos ocupa.
Hago un llamado a no permanecer en silencio ante estos episodios tan crueles y descarados, no caigamos en la anestesia que nos quieren imponer; los pederastas como el cura Rozo no solo merecen la carcel, sin importar la prescripción de la pena, sino un castigo verdaderamente severo. No dejemos que la impunidad habite por aquí.

FERNANDO LUGO: Iglesia y pederastia

por ALMA E. MUÑOZ

El cardenal Norberto Rivera Carrera fue denunciado en la Corte Superior de California por ocho delitos de ''conspiración a la pederastia''. La Red de Sobrevivientes de Abusos Sexuales de Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, lo acusó, junto con el cardenal Roger Mahony, arzobispo de Los Angeles, de encubrir a sacerdotes pederastas.
Lo anterior, con base en la supuesta protección que hace 11 años brindaron al cura mexicano -prófugo de la justicia estadunidense- Carlos Nicolás Aguilar Rivera, inculpado por violar a cerca de 90 menores tanto en México como en el país vecino. Sobre el arzobispo mexicano pesan ocho cargos, mientras para el cardenal Mahony son siete. Entre ellos: retención de pruebas, conspiración internacional, empleador y protector de delincuente, complicidad, conspiración internacional y negligencia.
Ante los hechos, el cardenal Rivera Carrera estableció cerca del mediodía contacto con un grupo de abogados para conocer el manejo de las cuestiones legales en California.
El vocero de la Arquidiócesis Primada de México, sacerdote Hugo Valdemar, aseguró en entrevista que el jerarca católico se encuentra ''muy tranquilo porque no hay tal encubrimiento, ni nunca ha participado en complot alguno para dar asilo a sacerdotes delincuentes, acusados de abusos sexuales, y así nos defenderemos''.
Manifestó que conocer de la denuncia presentada a instancias de una de las víctimas del presunto pederasta, Joaquín Aguilar, a través de los medios de comunicación, ''lo primero que nos causó fue una gran sorpresa''. Sobre todo por ''el profundo desprecio a las leyes mexicanas y al Poder Judicial de nuestro país'' que muestran Joaquín Aguilar y la SNAP, al interponer la demanda en una corte extranjera sobre un supuesto delito cometido en la ciudad de México.
Calificó de ''grave y desproporcionada'' la acusación al cardenal Rivera pues, hasta donde sabemos, en México ''no prosperaron'' las cuatro denuncias que se interpusieron en contra del sacerdote Aguilar, por supuesta corrupción de menores y ataques al pudor.

Hizo saber que una vez que se notifique oficialmente al cardenal de las acusaciones en su contra, la Arquidiócesis de México se reserva dar respuesta adecuada a los requerimientos legales que juzgue convenientes. Especialmente porque, planteó, están seguros de que detrás de la denuncia hay ''grupos que utilizan a las víctimas de abuso sexual para atacar a la Iglesia''.

Erick Barragán, director de la SNAP, afirmó vía telefónica que hubo una clara protección del cardenal Rivera, cuando fungía como obispo de la diócesis de Tehuacán, y del arzobispo Mahony hacia el sacerdote Nicolás Aguilar, porque impidieron, con diversos traslados como titular de parroquia de un país a otro, que el clérigo pudiera ser enjuiciado. Dijo que los jerarcas católicos actuaron tal como se hace desde el Vaticano para proteger a los curas pederastas, y que el caso de Joaquín Aguilar -coincidió con el abogado de la víctima, Jeff Anderson- es una oportunidad para actuar realmente contra los abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia católica.

La denuncia presentada ayer está sustentada en testimonios, cartas y reportes policiales de Los Angeles, detallados en más de 300 hojas, y certifica 127 pasos que determinaron la trayectoria del supuesto pederasta y la implicación directa del cardenal Rivera.

Joaquín Aguilar dijo haber conocido a Nicolás Aguilar Rivera en la parroquia del Perpetuo Socorro, ubicada en Lago Ayarza 35, colonia Torre Blanca, delegación Miguel Hidalgo, donde prestaba sus servicios como monaguillo a los 13 años de edad. Allí fue abusado sexualmente por el presbítero. Su familia interpuso la denuncia correspondiente ante las autoridades mexicanas. El proceso abarcó 1994 y parte de 1995, pero no prosperó y el sacerdote reapareció más tarde en Tehuacán, Puebla.

Aseguró que el ataque ocurrió después de que el cura fue atendido en una clínica para tratar de ayudarle a superar sus obsesiones. Manifestó que tras lo ocurrido comprobó que México ''no está preparado'' para hacer frente a los delitos sexuales cometidos por religiosos, pues las leyes del país no sirvieron para hacerle justicia, como tampoco le prestaron auxilio sacerdotes, obispos e inclusive el propio cardenal Rivera, cuando se los requirió. Por eso, afirmó, decidió acudir a la SNAP y a través de exhaustivos análisis determinaron actuar en Los Angeles, porque constataron una implicación directa del cardenal Mahony.

Además, porque en esa ciudad se presentó una demanda penal en contra del inculpado, el 7 de mayo de 1988, sustentada en 19 cargos por ataques sexuales cometidos contra 26 infantes durante los nueve meses previos que tuvo bajo su titularidad las parroquias, primero, de Nuestra Señora de Guadalupe, y después St. Agatha. Dos días antes de que pudiera ser aprehendido huyó a México y se ocultó en la iglesia de Santa Clara Huitziltepec, protegido por un amigo de la infancia, el también sacerdote Gilberto Nájera.
El inculpado fue enviado a Estados Unidos por disposición del entonces obispo de Tehuacán, Norberto Rivera Carrera, luego de que se le acusó de haber violado al hijo de una maestra cercana al arzobispo de Puebla, Rosendo Huesca, y después de estar involucrado en escándalos sexuales con jóvenes.

Luego del ataque a Joaquín Aguilar, el padre Nicolás fue trasladado a San Vicente Ferrer, también en Puebla, para hacerse cargo del templo del lugar. El 27 de noviembre de 1997, cuatro menores de edad acudieron junto con sus padres y familiares a la agencia del Ministerio Público de Tehuacán, para denunciarlo penalmente como responsable de abusos sexuales, y de un grupo de 60 infantes más, cuyas edades fluctuaban entre los 11 y 13 años cuando estudiaban el catecismo.
Hoy, Joaquín Aguilar, acompañado por Erick Barragán y Jeff Anderson, llevarán a la Arquidiócesis de México, como ayer hicieron a la de Los Angeles, copia de la denuncia interpuesta y ofrecerán una conferencia de prensa.

FERNANDO LUGO: Un cómic advierte contra los curas pederastas

El fenómeno de la pederastia ligado a la Iglesia católica es un problema de dimensiones bíblicas allí donde se desentierra el tabú. En España no tiene, aún, la dimensión que ha adquirido en otros países. La jerarquía mira todavía para otro lado cuando se dispara la alarma.

"La Iglesia esconde y minimiza este tremendo problema, pero no estamos ante algo puntual sino ante la consecuencia de sus graves errores estructurales”, señala el escritor Pepe Rodríguez, autor del libro Pederastia en la Iglesia católica, publicado por Ediciones B.

"Ser amigos, estar a salvo”

La Iglesia católica de Nueva York ha optado por encarar el problema. Un cómic, editado por el arzobispado de la ciudad, intenta concienciar a los niños sobre el peligro que encierran en ocasiones los adultos, aunque lleven alzacuellos. Se trata de un cuadernillo, con viñetas para colorear, que han titulado “Ser amigos, estar a salvo, ser católicos”.

El problema de la pederastia entre el clero ha movido a incluir en el libro una viñeta que muestra a un monaguillo, dentro de una sacristía, junto a un sacerdote que sonríe en la puerta. El dibujo deja el resto a la imaginación, aunque para tranquilizar los peores pensamientos y garantizar un final feliz, incluye también a un salvador ángel de la guarda sobrevolando la escena.

En Estados Unidos se han presentado más de 3.000 denuncias por abusos de sacerdotes sobre menores que se han saldado con miles de millones en indemnizaciones.

FERNANDO LUGO: ESTUPRO EN EL OBISPADO Y EXTORSIÓN EN LA SACRISTÍA

Una escabrosa historia de encubrimiento a un farsante acabó en gran parte este lunes de pascuas, cuando el obispo Fernando Lugo reconoció públicamente ante las cámaras de Televisión haber tenido relaciones con una jovencita de 16 años, Viviana Carrillo, en tiempos en que se desempeñaba como Obispo de San Pedro, y abrió en Paraguay el debate que ya estaba instalado en otras latitudes: el de los escándalos aberrantes que de un tiempo atrás sacuden a la iglesia católica. No está demás mencionar que la Iglesia Católica protege a estos delincuentes para defender su propia imagen en lugar de denunciarlos y expulsarlos para defender al resto de ciudadanos. La mayoría de los casos de pedofilia se han intentado resolver internamente, trasladando a los curas pederastas a otras parroquias y hablando con las familias para evitar las denuncias. Lejos está Paraguay de ser un caso aislado en Sudamérica. Un grave escándalo, de características y dimensiones similares al que estalló hace tres años en Estados Unidos, se instaló recientemente en los altares de la Iglesia Católica de Brasil.. Entre ellos figura el sacerdote Félix Barbosa Carreiro, quien hace unas semanas fue detenido tras ser sorprendido en una orgía de droga y sexo con 4 adolescentes, y que acusó a “otros 12 padres” de incurrir en prácticas similares. Otro caso es del padre Alfieri Eduardo Bompani, de 45 años, quien grababa videos y escribía un diario donde daba cuenta de sus acciones.

El más repulsivo es el caso es el del padre Tarcisio Spricigo, que abusó de varios menores antes de ser arrestado por haber violado un pequeño de sólo cinco años de edad. En los documentos y pruebsa del proceso contra el cura ha sido incluido un diario, que es una especie de “manual de pedofilia”, que incluye consejos como “jamás tener una relación con niños ricos”. El libro de Spricigo, que fue descubierto por casualidad por una monja que lo llevó a la Policía brasileña, también contiene “diez reglas para actuar y quedar impunes”.

“Llueven niños seguros y confiables que son sensuales y que mantienen un total secreto, que sienten la falta del padre y viven sólo con la madre (…) Soy un seductor, seguro y calmo. Basta aplicar las reglas y el chico caerá en mis manos y seremos felices para siempre”, anotó el religioso en su escalofriante“manual”. La lista de casos de depravados y criminales ocultos bajo las sotanas se antoja interminable: En Chile, el religioso Jaime Low Cabeza, fue detenido por presunto estupro y abuso sexual contra menores. Los abusos que supuestamente afectaron a cinco menores -todos varonesde entre 15 y 17 años- se habrían concretado cuando el religioso se desempeñaba en la pastoral juvenil de la parroquia.

En 2001, el religioso salesiano Carlos Larraín fue acusado de abusos contra una menor de nueve años en la época en que se desempeñaba como director del Colegio María Auxiliadora (entre 1997 y 1999). En abril de 2004, el sacerdote Víctor Hugo Carrera fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Santiago, luego de permanecer tres años como prófugo de la justicia, pues fue acusado de abuso sexual contra un menor en 1999 en Punta Arenas. Mientras en Paraguay el obispo Fernando Lugo reconoció haber cometido estupro siendo obispo, y niños sordomudos denunciaron haber sido violados por curas en Verona, en México denuncian que existen logias protegen a estos criminales.

El cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera y el arzobispo de Los Angeles, Roger Mahony, habrían encubierto a un sacerdote mexicano acusado de varios casos de abuso sexual contra menores monaguillos bajo el paraguas de esta suerte de Odessa de pedófilos. La deportación por parte de las autoridades de la Santa Iglesia de Roma, con destino a Paraguay, de varios sacerdotes católicos acusados de haber abusado sexualmente de menores en todas las latitudes del orbe, aumenta las sospechas en cuanto al encubrimiento brindado a estos criminales. No hace mucho que en un ambiente caldeado laicos organizados y fieles católicos del Alto Paraná, a trescientos kilómetros de la capital del pais, denunciaron que en su comunidad se habían refugiado en un seminario los padres Carlos Urrutigoity y Eric Ensey, acusados de abuso sexual en Estados Unidos. Es demasiado casual que estos criminales se hayan refugiado en el Paraguay poco después del triunfo electoral del obispo Fernando Lugo, que se produjo en ancas de algunas de las más reaccionarias fuerzas atávicas de este Paraguay surrealista: el pensamiento mágico, la tradición autoritaria y el machismo con el cual fue denigrada un candidata mujer. Para concluir esta descripción del Paraguay, podríamos tomar prestadas palabras publicadas en la Jornada de Oriente con la firma de Anamaría Ashwel, y sólo cambiar la palabra México por Paraguay: “una oscurantista alianza masculina, mayormente de políticos y sacerdotes, han regresado el tiempo de México al Virreinato: han legislado para quitarle el derecho a la mujer sobre su cuerpo. Sacerdotes supuestamente célibes, abiertamente misóginos, muchos pedófilos y desconocedores absolutos de la condición fisiológica y social de las mujeres —y encima vestidos con faldas largas— representando valores culturales que para las mujeres caducaron con el Virreinato, apuntalaron el voto de políticos que decidió que las mujeres sólo tienen el derecho a estar preñadas.”

EXTORSIÓN EN LA SACRISTÍA

Pero el obispo no sólo cometía sus delitos sexuales mientras preparaba los sermones, también era chantajeado con otros secretos de sacristía.

El obispo de Concepción, Zacarías Ortiz, conmocionó hoy a la opinión pública revelando que el dirigente campesino Elvio Benítez y José “Pakova” Ledesma extorsionaban al clérigo-presidente en base al conocimiento de sus perversiones, de allí la forma milagrosa en que obtenían de Lugo todas las concesiones y privilegios en el gobierno.

Según el obispo, el dirigente y el gobernador tenían entre “la espada y la pared” al presidente, aprovechando que manejaban la información. Recordó que Fernando Lugo fue obispo de San Pedro y por su trabajo de años en esa región conoce muy bien a Elvio Benítez y José Ledesma. Ver:

http://www.abc.com.py/2009-04-15/articulos/512779/aseguran-que-campesino-y-gobernador-chantajeaban-a-lugo

La revelación explicaría la extraordinaria influencia de ciertos grupos en el gobierno del obispo, entre otros Tekojojá y Pmas, que sin grandes méritos- el PMas ni siquiera logró un representante en diputados- obtienen una desproporcionada participación en el gobierno del obispo.

Tiempo atrás el referente principal del Pmas, Camilo Soares, fue acusado de ser el organizador de orgías del obispo en una mansión en una isla sobre el río. Su grupo, sin representación parlamentaria, controla tantas secretarías de estado como el Partido Liberal, con un tercio del más de centenar de bancas con que cuenta el Congreso bicameral de Paraguay. Otro caso curioso es el del secretario privado del presidente, Miguel Angel López Perito, cuya renuncia “indeclinable” fue revocada cuando el clérigo-presidente aceptó que haría todo lo que su asistente –a quien adjudicó el título ficticio de “jefe de gabinete” le ordenaba. Otros hechos que se explicarían con la revelación del obispo Ortiz son las facilidades con que se autoadjudican dinero público algunos amigos del clérigo-presidente. “Los amigos de Lugo toman por asalto las arcas públicas” graficó la situación el titular de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Héctor Cristaldo, advirtiendo que los recursos se manejan discrecionalmente. Fernando Lugo estuvo a punto de dejar de lado 31 programas del Ministerio de Agricultura para entregar una ofrenda de 8 millones de dólares a sus extorsionadores, y sólo revió su posición cuando fue amenazado con un juicio político y la destitución. El obispo Fernando Lugo ganó las elecciones paraguayas con gran respaldo del embajador norteamericano James Cason, el 20 de abril de 2008. Lo curioso de todo es que la prensa mediática insiste en incluirlo en la lista de presidentes “izquierdistas” de Sudamérica, aunque la realidad de los hechos digan otra cosa.

Para su campaña proselitista contó con la invalorable ayuda de la prensa vinculada a la SIP, National Endowment for Democracy y empresarios vinculados al Plan Cóndor y la Secta Moon.

A poco de asumir, firmó acuerdos en materia represiva con Alvaro Uribe, y ordenó un operativo militar en el norte del PARAGUAY que implicó torturas y ejecuciones extra-judiciales de campesinos. La represión obedeció al clamor de oligarcas ganaderos en la zona en conflicto, varios de ellos brasileños que se apropiaron de tierras sujetas a reforma agraria.

Recientemente agasajó a la SIP, y en su discurso condenó las políticas comunicaciones de Cuba y Venezuela. Las revelaciones de Ortiz y el escándalo por estupro desatado en plena semana santa, con una confesión posterior como regalo de Pascuas, plantean la angustiosa interrogante de cuántos otros secretos de sacristía son esgrimidos por otros influyentes personajes del entorno palaciego de Fernando Lugo.

¿LO SANCIONARÁ LA IGLESIA CATÓLICA?

La confesión del obispo Fernando Lugo de haber cometido estupro lo hace candidato a engrosar esta lista publicada por Pepe Sánchez.

Sirva recordar sucintamente algunos casos notables que han protagonizado diferentes prelados durante la última década:

— Alphonsus Penney, arzobispo de la diócesis de San Juan de Terranova (Canadá), dimitió, en julio de 1990, por haber encubierto decenas de delitos sexuales cometidos contra unos 50 menores por más de una veintena de sacerdotes de su diócesis.

— Hubert Patrick O'Connor, obispo de Prince George (Canadá), en febrero de 1991, fue formalmente acusado por la Policía de haber violado a varias mujeres y de cometer asaltos obscenos contra varias otras.

— Eamon Casey, obispo de Dublín (Irlanda), dimitió, en mayo de 1992, tras conocerse que era padre de un adolescente y que de los fondos de la diócesis había pagado a la madre, en 1990, unos doce millones de pesetas "para gastos".

— Rudolf Bär, obispo de Rotterdan (Holanda), fue forzado a presentar su dimisión, en marzo de 1993, tras ser acusado de "homosexual".

— Hansjoerg Vogel, obispo de Basilea (Suiza), dimitió de su cargo, en junio de 1995, debido a que estaba esperando un hijo de su amante.

— Roderick Wright, obispo de la diócesis de Argyll y las Islas (Escocia), dimitió, en septiembre de 1996, tras haber protagonizado una ruidosa fuga con una atractiva feligresa.

— Hans Hermann Gröer, cardenal y arzobispo de Viena (Austria) y presidente de la Conferencia Episcopal austriaca, fue forzado a dimitir de todos su cargos, en abril de 1998, tras ser acusado, en 1995, de cometer una diversidad de delitos sexuales contra menores, por una decena de antiguos seminaristas de los que fue confesor (ver Caso 6).

— John Aloysius Ward, arzobispo de Cardiff (Irlanda), fue sustituido al frente de su diócesis, por el Vaticano, en diciembre de 2000, por la presión social desencadenada por haber encubierto a dos curas pedófilos de su diócesis que acabaron encarcelados, aunque la causa oficial para dejar su puesto fue la convalecencia de una trombosis.

— Pierre Pican, obispo de la diócesis francesa de Bayeux Lisieux, fue condenado, en septiembre de 2001, a tres meses de prisión por haber encubierto a un sacerdote pederasta (ver Caso 4).

— Anthony J. O'Connell, obispo de Palm Beach (Florida), dimitió en marzo de 2002 tras admitir haber abusado de dos seminaristas; con uno de ellos, a finales de la década de los setenta, se había metido en la cama, desnudo, cuando el joven acudió a él para pedirle consejo pastoral. O'Connell reconoció que su diócesis pagó a su víctima, en 1976, la suma de 125.000 dólares para ocultar los hechos (que incluían los tocamientos de O'Connell y los abusos sexuales de otros dos sacerdotes). "Ninguna de las personas que me nombró para este cargo lo sabía. Aunque siempre supe que estaba en mi pasado, no lo reconocí", dijo el obispo.

— J. Keith Symons, el obispo anterior de Palm Beach al que O'Connell tuvo que sustituir en 1999, también debió dimitir tras verse obligado a admitir que había abusado de cinco monaguillos durante las décadas de los años 1950 y 1960.

— Julius Paetz, arzobispo de Poznan (Polonia), renunció al cargo, en marzo de 2002, tras haber sido acusado de cometer abusos sexuales sobre decenas de seminaristas (ver Caso 8).

— Brendan Comiskey, obispo de la diócesis irlandesa de Ferns, dimitió en abril de 2002, al hacerse público que encubrió los delitos sexuales que uno de sus sacerdotes cometió sobre varios menores (ver Caso 5).

— Franziskus Eisenbach, obispo auxiliar de la diócesis alemana de Maguncia, renunció a su cargo, en abril de 2002, a consecuencia de la denuncia presentada por la catedrática Anne Bäumer-Schleinkofer, en septiembre de 2000, acusando al prelado por abuso sexual y daños corporales. Fue la primera vez que la justicia alemana investigó a un obispo y, aunque el proceso fue sobreseído por el tribunal de Coblenza, en noviembre de 2001, por falta de pruebas, el obispado tuvo que reconocer que entre la denunciante y el obispo hubo "contacto corporal", quedando sin aclarar todo un trasfondo de otras posibles relaciones sexuales.

— Rembert Weakland, arzobispo de Milwaukee, solicitó al Vaticano, en mayo de 2002, que aceptase su jubilación anticipada tras saltar a la luz que compensó con 450.000 dólares a un ex amante adulto que le acusaba de violación.

— James Williams, obispo de Louisville (Kentucky), renunció en junio de 2002 tras ser acusado por uno de sus antiguos monaguillos, James Bennett, un joven de 33 años, que acusó al obispo Williams de haber abusado sexualmente de él hace 21 años, cuando fue su ayudante en una parroquia; al parecer no fue su única víctima, ya que otras 90 denuncias de otras tantas víctimas incidieron en lo mismo.

— James McCarthy, obispo auxiliar en la archidiócesis de Nueva York, dimitió de sus cargos en junio 2002 tras reconocer haber mantenido relaciones sexuales con varias mujeres, que en este caso eran todas mayores de edad.

— George Pell, arzobispo de Sydney, renunció temporalmente a su cargo en agosto de 2002 tras ser acusado de haber abusado sexualmente de un menor de 12 años en 1961. Tres meses antes, en junio de 2002, varios feligreses le habían acusado de encubrir delitos sexuales del clero, cuando fue obispo auxiliar en Melbourne, en 1993, ofreciendo dinero a las víctimas a cambio de silencio.

— Edgardo Storni, arzobispo de Santa Fe (Argentina), fue procesado judicialmente en agosto de 2002 acusado de haber abusado sexualmente de al menos una cincuentena de jovencitos, todos ellos seminaristas. El Vaticano le investigó por esta misma conducta en 1994, pero silenció su expediente. En el momento de cerrar la edición de este libro, a principios de septiembre de 2002, en el Vaticano se había adoptado la decisión de removerlo de su cargo, pero todavía no la había materializado (ver Caso 9). Nota: Storni fue removido de su cargo en octubre de 2002.

— Francisco José Cox, ex arzobispo de La Serena (Chile), fue recluido de por vida en un monasterio en noviembre de 2002 por "comportamiento impropio con niños varones". Los abusos sexuales a menores cometidos por este prelado se produjeron a lo largo de muchos años, pero sólo ahora la Iglesia tomó cartas en el asunto. La comunidad a la que pertenece el prelado, la de Shoenstatt, le examinó y le encontró "no apto pasiquicamente para la función pastoral".

— Bernard Law, arzobispo de Boston (Estados Unidos), fue finalmente "dimitido" en diciembre de 2002, más de un año después de que en su archidiócesis estallasen cientos de casos de delitos sexuales contra menores cometidos por sacerdotes y encubiertos por el cardenal Law con plena conciencia y voluntad de proteger a los delincuentes con desprecio de sus víctimas (ver Caso 2). De todos los casos conocidos hasta la fecha, este cardenal es el que mayor número de delitos ha encubierto y ha propiciado (buena parte de los sacerdotes que encubrió volvieron a delinquir en numerosas ocasiones, cosa que pudieron hacer gracias a la protección continuada que les facilitó el cardenal). Al igual que sus colegas, prelados delincuentes sexuales por acción (agresores ellos mismos) o por omisión (encubridores y cómplices), Law tampoco ha sido juzgado por un comportamiento delictivo que ha protagonizado durante décadas. Sigue contando con la protección del Papa.

Esta relación, que no pretende ser exhaustiva -son simples casos que figuran en mi archivo-, y que podría ser notablemente ampliada realizando una búsqueda en bases de datos internacionales, comprende una buena representación de las conductas relacionadas con la sexualidad, delictiva o no, protagonizadas por prelados católicos. Sin duda los casos apuntados constituyen una minoría entre el total de prelados, cierto, pero también lo es que éstos son unos pocos casos que han trascendido a la luz pública. Tan sólo con la notas que figuran en mi archivo podría alargar este listado con otros 26 casos parecidos que todavía no han aflorado al conocimiento público, pero no tiene especial interés hacer tal cosa. El total de casos asimilables que existen en todo el mundo, sin duda nos obligaría a ocupar decenas de páginas si pretendiésemos emprender una relación somera de los mismos.

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