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Iglesia de la Cienciología: ¿culto o ciencia ficción?

La presentación de la película The Master ha vuelto a poner el foco de atención en la organización que en España fue incluida en el Registro de Entidades Religiosas en 2007. Varios grupos alzan la voz en contra de ésta y aseguran que lleva a cabo prácticas claras de “manipulación psicológica”, según escribe Laura Albor en La Información.

Formó parte del Ejército de EE.UU. entre 1941 y 1943, escribió 138 cuentos y novelas de varios géneros, entre ellos el de ciencia ficción, se casó tres veces y fundó incluso una nueva ‘religión’ a la que llamó Cienciología. A grandes rasgos, ésta fue la vida de L. Ron Hubbard, personaje al que muchos reconocen en The Master, un filme que ha vuelto a poner el foco de atención en el grupo espiritual.
“No he visto la película, pero su director dice en varias entrevistas que es ficción, es decir, que es una historia fabricada”, asegura Iván Arjona, máximo responsable de la organización en España y que define la actividad de la organización como “filosofía religiosa aplicada”. “Es una forma de vida, relativa a uno mismo como ser religioso/espiritual”, explica a La Información, “se basa en el logro de la salvación a través del conocimiento y la aplicación práctica del mismo día a día”.
 
¿Religión o ciencia ficción?
 
La organización llegó a España en los años 60, pero no se establece jurídicamente hasta 1980; desde ese momento intentó en varias ocasiones el registro en el Ministerio de Justicia hasta que en 2007 fueron admitidos en el Registro de Entidades Religiosas. Pese a ello, son varias las voces que se muestran contrarios a esa denominación. “Nosotros partimos de la base de que el término ‘iglesia’ significa un credo o un culto, negamos la mayor de que sea una religión, otra cosa es que estén legalizados como tal”, apunta Juantxo Domínguez, presidente de la Red de prevención del sectarismo (RedUne).
“Sus prácticas son una cosa muy extraña, muy soterrada, muy superficial”. Alguna de las creencias a las que apunta Domínguez está relacionada con Xenu, un dictador de una Confederación Galáctica que hace 75 millones de años confinó en la Tierra a los “thetans”, unos espíritus malvados que todavía hoy infectan la psique de los hombres. Para liberarse de éstos, se deben llevar a cabo sesiones de ‘clarificación’.
“Es una farsa, una invención, le han dado mucho bombo a estas historias para hacernos parecer algo raro”, afirma Arjona. “Vienen de gente que a lo mejor acaban mal con nosotros y quieren intentar, que no es que lo logren, hacer daño. Utilizan el hecho de que Hubbard escribía ciencia ficción para decir que esas son nuestras creencias”.
Domínguez responde: “Aunque ellos lo nieguen, hay una relación muy estrecha con su fundador, con su entendimiento de cuestiones extraterrestres”. Para el experto en sectas, el hecho de que lo nieguen se debe a que perderían posibles adeptos: “Si contaran esas historias en la introducción de sus actividades, la gente les cerraría la puerta en las narices. Este tipo de información la guardan secretamente para los que ya han ido asumiendo el culto de su ideología. La idea es que cuando alguien lleva ya mucho tiempo ‘bebiendo’ de la iglesia le dicen: -como tú eres un privilegiado te damos la piedra filosofal. Tú no eres uno más, eres uno especial”.
 
¿Culto o excentricidad?
 
“Al principio me interesé en mejorar aspectos de mi personalidad, y también me decían que compartían mis ideas sobre ecología y la prohibición de la caza de ballenas, etc.”, recuerda en una carta a RedUne un ex-miembro de la Iglesia de la Cienciología que quiere permanecer en el anonimato. “Me guiaban con sugestiones, acercándome poco a poco a sus ideas. Una introducción muy suave, en la cual no me di cuenta que estaba introduciéndome en un mundo de ciencia-ficción, de fantasías cada vez más grotescas, y en las cuales yo comenzaba a creer con fervor creciente”.
La persona que muestra interés por entrar en la congregación, tendrá que completar antes un test que aportará información sobre su persona. Según apunta Miguel Perlado, psicólogo especialista en sectas, presidente de la Asociación Iberoamericana de para la Investigación del Abuso Psicológico (AIIAP), ese cuestionario tiene el objetivo de “buscar tu ruina, es decir, aquellos aspectos más cuestionables de uno mismo para presionarle a entrar en los cursos iniciales”.
Uno de los aspectos más destacados de la Cienciología es la creencia de que cada persona tiene una mente que reacciona a los traumas de la vida, nublando el pensamiento. Para encontrar estos ‘puntos negros’ los miembros se someten a un proceso llamado ‘auditación’. En éste, la persona ha de conectarse a una máquina, llamada E-metro, que según los cienciólogos mide el flujo eléctrico del cuerpo. Mientras, otro integrante (denominado auditor) le realiza una serie de preguntas que darán con el origen del trauma. “Para llegar a ser auditor se tiene que estudiar mucho, podría ser el equivalente a una carrera universitaria”, explica Arjona. “En España puede haber unas 30 o 35 personas preparadas para ello”.
El objetivo final de todo ese proceso es llegar a un estado espiritual llamado clear (claro, limpio). “Cuando llegué al ansiado nivel de ‘claro’”, explica el ex-miembro, “pensaba que había descubierto algo nuevo (…) Hoy opino que no ‘aprobé’ dicho grado, sino que el examen sólo tenía la misión de confirmarles a ellos que yo definitivamente creía en su mundo de ciencia-ficción”.
Para Perlado, Scientology es un grupo “con claros componentes de manipulación psicológica” y asegura que dentro de éste se desarrollan “prácticas pseudohipnóticas consistentes en repetición monótona de acciones sin sentido, vendidas como herramienta para comunicarse mejor, etc. Rutinas progresivas encaminadas a debilitar y aumentar la sumisión ciega”. Dentro de los programas que se incluyen dentro de la ‘Iglesia’ se encuentra también el de ‘purificación’, que se realiza en una sauna y que se efectúa para “la eliminación de residuos de las drogas y otras toxinas del tejido graso del cuerpo”, explica la web de la Cienciología.
“Aparte de todas estas prácticas asociadas a sus cursos, el adepto irá participando en todos los ritos externos del grupo (actos, ceremonias, etc.), y desarrollando tareas de captación, firmando contratos de un billón de años para ser miembros de la SeaOrg (superiores)”.
 
Enemistades peligrosas.
 
Pese a estar reconocida como ‘Iglesia’ en España, la organización no cuenta con tal denominación en varios de nuestros países vecinos como Francia, Bélgica o Alemania, donde ha sido denunciada por estafa e intento de infiltración en las instituciones públicas. Para el director de la institución, las controversias que existen en torno a la organización se deben a que “cualquier movimiento nuevo, sobre todo si crece a nivel internacional como lo hace Scientology, pues crea polémica. Hace algo más de 2000 años también generaron polémicas y eso que no había internet, televisión, ni redes sociales”.
Además de toparse con Gobiernos, la Cienciología también tiene una guerra abierta contra los profesionales de la mente. “La profesión psiquiátrica se ha convertido ‘curandería diabólica’ que por lo general se reduce a la prescripción de potentes psicofármacos que son muy dañinos para la mente y para las personas del entorno del que las toma”, asegura el director. “Los cienciólogos, al igual que muchos médicos de todo el mundo, se oponen a los brutales ‘tratamientos/tortura’ de la psiquiatría”. La razón de tal desprecio se debe, según Perlado, a que el grupo reclamó en su origen el estatuto de la nueva ciencia de la salud mental, “cosa que les fue denegada por falta de evidencia alguna”.
 
Salir de la Cienciología.
 
Arjona asegura que en la organización “ni se ni se entra ni se sale”, y que “ser cienciólogo es un sentimiento y una actitud hacia uno mismo y hacia la vida”. Pese a ello, los profesionales de la salud aseguran que en varios casos se han encontrado con “lesiones psíquicas severas” en personas que se han desvinculado de la organización. “Tardé casi cinco años en librarme completamente de dicha doctrina en mi cabeza”, recuerda el ex-miembro de la congregación, que llegó incluso a tratar de suicidarse para comenzar una nueva vida reencarnado.
Los psicólogos que tratan a ex-componentes aseguran encontrarse con muchas trabas, principalmente por las dificultades que existen para acceder a sus pacientes. “Les han repetido hasta la saciedad que los profesionales de salud mental querrían dañarles o incluso estaríamos confabulados con la CIA para atacarles”, asegura Perlado.
 
Hollywood y los cienciólogos.
 
Cuando se habla de la organización son numerosos los nombres que vienen a la cabeza y la mayoría de ellos serán rostros del cine como Tom Cruise, John Travolta o Juliette Lewis. La razón de ese interés por parte de los artistas, resulta muy clara para el presidente: “lo que tiene Cienciología es que funciona. Si uno la aplica correctamente a su vida, y es ético, la vida te puede ir mejor, a los artistas se les devuelve su capacidad de crear su arte”.
Sin embargo, Perlado apunta para esta relación a causas bastante más terrenales. “Los famosos son personas, y por tanto, influenciables. A la vez, a Scientology le interesa disponer de celebridades para dar una buena imagen pública y disminuir la percepción de riesgo o más aún incrementar su atractivo a los jóvenes mediante actores famosos. Seguramente también hay intercambio de favores”.

Cienciologia secta

Archivo adjunto: En contra de la Cienciología. Estado de Baviera

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