Aproximadamente existen en el sistema de Naciones Unidas 103 convenciones internacionales sobre los derechos humanos. Son convenciones de carácter general o bien especificas que se refieren a ciertos derechos particulares, o convenciones que protegen a determinados grupos o colectivos de personas, o convenciones relativas a las múltiples discriminaciones que se realizan en el mundo. De estos 103 convenios internacionales sobre derechos humanos, la Santa Sede ha suscrito solamente 10, lo que indica que la Santa Sede, en cuanto se refiere a compromisos públicos de carácter internacional por la defensa y promoción de los derechos humanos, está en los últimos lugares de la lista de Estados a nivel mundial, incluso detrás de Ruanda. Es decir la Santa Sede es de los Estados menos comprometidos en todo el mundo en la defensa de los derechos humanos.
Por ejemplo la Santa Sede no ha ratificado ninguna de las convenciones sobre la supresión de las discriminaciones basadas en la sexualidad, la enseñanza, el empleo y la profesión. Tampoco las relativas a la protección de los pueblos indígenas, los derechos de los trabajadores, los derechos de las mujeres, la defensa de la familia y el matrimonio. Como tampoco las convenciones que se han firmado contra los genocidios, los crímenes de guerra, los crímenes contra la humanidad o contra el apartheid. Ni las que se refieren a la supresión de la esclavitud o los trabajos forzados. Ni las que prohíben la tortura y la pena de muerte.
Antonio Gómez Movellán
(autor del libro La iglesia católica y otras religiones en la España de hoy. VOSA, 1999.)