Izquierda-Ezkerra ha defendido que el Reglamento de Protocolo en el que trabaja el Ayuntamiento de Pamplona “debe avanzar con mayor decisión en el laicismo, tal y como lo acordamos en el programa de gobierno del cambio”.
En opinión de I-E, “no se trata de evitar cuantas manifestaciones religiosas quieran organizar las distintas confesiones religiosas, ni tampoco de impedir que el Ayuntamiento colabore en algunas de ellas”, sino que “lo que el mandato constitucional de aconfesionalidad exige es que la representación política local de una ciudadanía, cada vez más diversa y plural, no participe ni forme parte de dichas manifestaciones religiosas, excepto si lo hace a título individual”.
Para la coalición de izquierdas, “la laicidad no es la hostilidad a la religión como opción espiritual particular, sino la afirmación de unas instituciones públicas en las que toda la sociedad pueda reconocerse, es decir, que todas las personas se sientan respetadas y representadas por igual”.
A juicio de I-E, “también es imprescindible que para adecuarnos al siglo XXI se supriman los títulos honoríficos y los trajes de gala, igualándonos con la ciudadanía a la que representamos, permitiendo que un concejal o concejala desfile en actos oficiales sin traje de gala, si así lo desea.”
“Estamos en desacuerdo con el reglamento presentado porque no respeta el acuerdo programático firmado ya que, por ejemplo, en el punto 4 del mismo se expresa claramente que este es un gobierno laico y eso tendrá su traslado a la institución municipal que representamos con el debido respeto y consideración a las costumbres y tradiciones de la ciudad”, ha expuesto la coalición.
En este sentido, ha remarcado que “sabemos que hay problemas más relevantes en nuestra ciudad, pero lo simbólico forma parte también de los cambios que queremos introducir”. “No habrá un buen cambio si no cuestionamos determinadas convenciones que creemos hay que superar”, ha apuntado.
En concreto, entre las propuestas realizadas por I-E al reglamento de protocolo se encuentra incluir el siguiente párrafo en la exposición de motivos: “En este sentido de adecuación a la sociedad que representa, es imprescindible introducir las modificaciones necesarias al objeto de adaptarse al mandato constitucional, recogido en el art. 16.3, evitando la influencia confesional en los actos y actividades del Ayuntamiento (lo que no impide mantener las relaciones de cooperación que se consideren oportunas con las distintas confesiones religiosas)”.
Asimismo, la coalición propone “la eliminación del reglamento de toda manifestación religiosa y creando nuevos actos civiles, los días 7 de julio y 29 de noviembre, al igual que ya se hizo el pasado 8 de septiembre en el día del Privilegio de la Unión, siguiendo el ejemplo de la ciudad hermana de Bayona que cumple desde hace 100 años con la legislación francesa vigente”.
