La activista en materia de libertad sexual Ana Francis Mor y el sacerdote católico Raúl Lugo participaron en una charla denominada “Iglesia, homosexualidad y estado laico” que a juzgar por el ánimo de los asistentes podría ser una de las que más espectativa generó en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
La periodista Sanjuana Martínez fungió como presentadora de la mesa cuyo objetivo fue “hablar de tolerancia, hablar de diversidad sexual y hablar de las violaciones a este estado laico”.
Desde la presentación hecha por la autora del polémico libro “Manto púrpura” hubo duras críticas a las actitudes y dichos que han tomado el gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez y el cardenal Juan Sandoval Íñiguez en torno a los derechos de las personas homosexuales y lesbianas.
Los ponentes coincidieron en que el tema de la inclusión de los homosexuales en las sociedades modernas registra considerables avances pero reconocen que aún hay mucho por hacer para consolidar y garantizar la inclusión de todas las pesonas en los diferentes ámbitos sociales.
Ana Francis Mor leyó un texto en el que reflexionaba sobre su complicado proceso de adopción de las creencias religiosas y normas sociales que le indujo su familia sobre las que debería desempeñarse en la escuela o en otros espacios públicos.
La activista presentó su concepción de laicidad: “Un estado laico es aquél que nos garantiza que no nos será impuesta la creencia de nadie”, dijo para después ampliar el comentario en base a la importancia de que las políticas públicas no se diseñen en base a creencias particulares.
El sacerdote católico Raúl Lugo, por su parte, se congratuló de la existencia de las sociedades que privilegían un estado laico, refirió que éste es “una invención maravillosa, pone diques a cualquier tipo de fundamentalismo religioso que pueda darse”.
“La diversidad sexual es uno de los más randes retos que las iglesias cristianas deben enfrentar en este país” reconoció el líder religioso que tiene a su cargo una comunidad de fieles en Yucatán.
Explicó que en los últimos años hemos experimentado en México una “mutación de conciencia” de la que las diferentes asociaciones religiosas no pueden abtraerse, puesto que aclara que no sólo en la Iglesia católica hay posturas radicales.
“Debemos tener cuidado en la iglesia de no ser cómplices de la infelicidad” concluiría el presbítero para dar paso a una breve sesión de preguntas de los asistentes que no se prologaría más allá de 10 minutos y que en su mayoría fueron felicitaciones a la apertura y buena disposición de los expositores así como el deseo de consolidar la laicidad del estado y la garantía de los derechos de todas las personas.
