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Granada Laica convoca un acto para reclamar los ritos civiles ante la negativa del Ayuntamiento a realizarlos

En ese acto se ha celebrado la ceremonia civil de acogida por parte de un concejal de IU en Granada

Pese a la lluvia, un centenar de personas han acudido a la convocatoria de Granada Laica para reclamar del Ayuntamiento de esta ciudad, gobernada por el PP, la celebración de rituales civiles de acogida. Una familia los había solicitado y tras más de cinco meses de espera el equipo de gobierno se negó a ello.

En el mismo acto se realizó la ceremonia de acogida civil para el pequeño David. El concejal de IU, Francisco Puentedura, ha sido el encargado de realizar este acto. (Se puede ver en un archivo PDF adjunto)

Previamente Manuel Navarro, coordinador de Granada Laica se dirigió a las personas congregadas con las palabras que se reproducen a continuación.

El acto finalizó con la firma de un documento de compromiso de tutela a David. (Se puede ver en un archivo PDF adjunto)

Por los ritos civiles. Bienvenida cívica a David

Manuel Navarro Lamolda. Coordinador de Granada Laica

En nombre de Granada Laica agradecer vuestra presencia en esta concentración. Una concentración inicialmente prevista en la Plaza del Carmen, frente al Ayuntamiento, pero que por motivo de su ocupación festivo-religiosa del 3 de mayo (Día de la Cruz), nos ha impedido ocupar aquel espacio. Pero creo que hemos encontrado un sitio idóneo para este acto, aquí a los pies de Mariana Pineda, pues el recuerdo de mi madre hablándome de las ceremonias civiles en la II República bajo el cuadro de Mariana Pineda en el Ayuntamiento de Atarfe, mi pueblo natal, me hizo solicitar este punto para el acto de hoy.

Un acto que no hubiese sido necesario si los concejales del PP que forman la mayoría de la Corporación de Granada, no se hubiesen negado a llevar a cabo un acto de acogida o bienvenida al nuevo ciudadano de Granada, David García Garrido. Una petición que tras cinco meses de espera ha recibido una negativa “diplomática”, al afirmar que no pueden proceder a ello pues no cuenta con recursos económicos y personales para este tipo de actos.

Y yo me pregunto ¿cuántos recursos humanos y materiales se necesitan para ello? ¿cuantos recursos humanos y materiales del Ayuntamiento estamos consumiendo aquí?

Porque aquí en esta concentración vamos a dar la bienvenida a David.

Sí, íbamos a consumir la electricidad para mantener iluminado el salón de plenos y un poco del tiempo de un corporativo, que ya tiene su paga mensual asegurada.

Sin embargo no les importa dar 75.000 euros a las cofradías o gastar más de dos millones de euros en las más de cien procesiones que desfilan al año por Granada. Si. Para actos religiosos lo que haga falta. Pronto veremos a muchos concejales de procesión, que para eso no habrá falta de recursos humanos. Quienes no estarán allí y si están aquí son los de IU (Paco Puentedura o Mayte Molina).

Para un acto civil, para una ceremonia cívica, para festejar la llegada de nuevos ciudadanos a Granada, no hay ninguna voluntad política por parte de este gobierno municipal. No tienen ningún interés por la ciudadanía, entendida como personas que son sujetos de derechos en esta comunidad política que es la ciudad de Granada. Sólo tienen un interés electoral, que dura poco. Y la prueba la tenemos con la gran estafa por incumplimientos electorales que este gobierno ha situado en el punto más alto de cuantos conocíamos.

Pero qué podíamos esperar de quienes están desmantelando con sus recortes y privatizaciones en sanidad, educación, servicios sociales,… y en todos los servicios públicos, nuestros derechos y libertades. Cada semana, cada día nos están recortando derechos y libertades que tanto tiempo había costado conseguir, valgan de ejemplo los temas de familia (ya tampoco quieren participar en bodas civiles y las van a privatizar y mercantilizar llevándolas al mercado notarial), sexualidad, aborto, derechos reproductivos, igualdad,…

Qué podíamos esperar de quienes tratan de imponer un espacio público sacralizado, sirva de ejemplo esta calle Ganivet, modificada sólo a mayor gloria cofrade de Granada, de quienes tratan de imponer sus dogmas y ser fieles servidores de la poderosa jerarquía católica. Cada cual es libre de tener las convicciones o las creencias religiosas que estime conveniente, pero no a gozar de privilegios económicos, jurídicos, educativos,…

Granada Laica ha convocado esta concentración ante esa merma de derechos a la que estamos asistiendo, y lo mismo que nos unimos a los actos y manifestaciones en defensa de los servicios públicos, en defensa de una verdadera democracia, en contra de los recortes, en contra de la reforma laboral,… hemos querido salir a la calle a manifestar el derecho de la ciudadanía a realizar unos ritos civiles públicos, los privados ya los realizamos (aunque en no pocas ocasiones tratan de imponer su simbología como es en el caso de tanatorios y cementerios).

Unos ritos que no obligan a nadie, pero que han constituido históricamente y antropológicamente una forma de socialización ligada a la memoria colectiva, al sentimiento de pertenencia a una comunidad social, y por qué no, en rituales como el de acogida, a la celebración festiva de un acontecimiento que supone un hito vital de esperanza y continuidad futura para esa sociedad que le acoge.

Nada que objetar a quienes los quieran celebrar con ritos religiosos, pero si nos oponemos a que ostenten un monopolio, que impida su celebración a quienes quieren dar un sentido cívico a esas ceremonias.

Los Ritos de Paso: no son sólo actos de la persona y de su entorno más inmediato; son situaciones, momentos o actos importantes para el individuo y su familia, pero en su vinculación con la comunidad. Es la comunidad la que reconoce el acontecimiento del individuo, se siente afectada y lo manifiesta.

La Constitución de 1978 responde, en este aspecto que no en otros, a un pensamiento congruente con la idea del Estado Social y Democrático de Derecho, que compromete a los poderes públicos y les obliga a una actitud proactiva respecto a los derechos de las ciudadanas/os, de modo que no pueden conformarse con un mero dejar hacer, sino que están obligados a promover unas condiciones de igualdad y de libertad reales para que puedan ejercerse estos derechos. Así se declara en su Artículo 9.2 de nuestra Constitución:

“Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social.”

Entre aquellas libertades fundamentales reconocidas a la ciudadanía está la libertad ideológica, de pensamiento o conciencia.

El Estado es la organización civil o comunidad cívica que comprende y abarca a todos los ciudadanos, que aunque diferentes (p. ej. en sus creencias), son iguales en derechos. Las celebraciones cívicas, y en concreto los Ritos de Paso, tienen sentido en el marco de esta comunidad cívica. Estas celebraciones se entienden como un servicio público que se presta a todas y todos, no sólo como celebración personal y/o familiar, sino como celebración comunitaria pública, dirigida por cargos públicos, o sus representantes, de esa comunidad cívica, en función de cada rito, al margen de que las convicciones de quienes lo celebren, sean o no religiosas.

Pero hay otro motivo fundamental, y es que Granada Laica como defensora de la libertad de conciencia de toda persona para que ésta libremente decida las convicciones, sean del tipo que sean: humanistas, agnósticas, ateas, religiosas,… o simplemente convicciones personales propias; que todas han de gozar del mismo valor y derecho; estamos en contra de todo dogmatismo, y muy especialmente del que se trata de imponer a los recién nacidos. Afortunadamente ya cada vez son más las familias que dejan esas ceremonias religiosas de afiliación confesional, en estos momentos sólo 315000, de los 285000 nacimientos, celebran ceremonia religiosa. Dejemos que cada persona llegado su momento para ejercer con conocimiento la libertad de elección, decida sus propias convicciones, sin que por una decisión ajena, de sus progenitores, se vea incluido en una organización en la tendrá todas las facilidades para entrar, pero todas las dificultades para salir.

Es curioso que cuando no han tenido el menor reparo en atentar contra el derecho a la libertad de conciencia del bebé, que ya es una persona, con todos los derechos y deberes que le otorgan las leyes y las Declaraciones Universales de Derechos, ni en vulnerar los principios básicos de toda organización democrática, como es el consentimiento libre para decidir formar parte o no de una organización o asociación; en el momento de reclamar tu salida todo son obstáculos. Así los padres que actuaron por delegación del bebé ya no podrán modificar esa decisión, hasta que no llegue a la mayoría de edad. O llegan a decir que ese acto es tan importante que requiere todo tipo de cautelas para conocer todas las consecuencias del mismo, algo que al parecer no necesitó para entrar. Esto no tiene otro nombre que hipocresía.

Pero nosotros aquí hoy reivindicamos el derecho a esas ceremonias civiles, esos ritos de paso públicos porque no queremos vulnerar, ni forzar, ni coartar, ni limitar la libertad de conciencia de los nuevos ciudadanos y ciudadanas que como David, hoy, nos llenan de alegría colectiva y nos incitan a celebrar este proceso de creación continua que es el nacimiento de una nueva vida que asegura la continuidad de la comunidad que le acoge y da esperanza de un nuevo futuro de personas libres, críticas y racionales.

Porque David desde el día que nació hace ya ocho meses es una persona y un ciudadano con toda su dignidad y todos sus derechos, aunque algunos derechos y obligaciones por la propia naturaleza de los seres humanos, no podrá ejercer hasta más adelante. Un motivo más, esta inmadurez del ser humano, que tanto beneficio nos ha dado, para celebrar estos ritos civiles donde la comunidad adquiere también un compromiso de protección hasta que alcance su plena capacidad de obrar, y espero estar dentro de 16 años con la suficiente lucidez como para felicitar a David por su mayoría de edad, porque confío en que para entonces ya sea legal la mayoría de edad a los 16 años.

Y en ese momento le recordaré cómo la conquista de la ciudadanía que hoy vamos a celebrar como parte de este acto reivindicativo, no fue una dádiva, ni un regalo de los poderes religiosos, monárquicos y económicos, que pretendían mantenernos en un vasallaje feudal, como súbditos, sino la lucha de muchas mujeres y hombres que durante siglos fueron pasito a pasito realizando pequeños avances que tuvieron su eclosión durante la Ilustración y la Revolución Francesa.

Desde entonces doscientos años de construcción de la ciudadanía nos han permitido elaborar una Declaración Universal de Derechos Humanos, otra del Niño,… así como otras muchas normas que nos han convertido en sujetos libres y responsables, en ciudadanos con derechos y deberes.

Unos derechos que pese a la consolidación y los avances que la lucha de quienes nos han precedido y de quienes hoy aquí le acompañan, están sufriendo un ataque y unos recortes por parte de los poderes que no aceptan la emancipación del control, la tutela y la dependencia que la humanidad ha tenido que soportar. Tengo la esperanza de que él no se dejará someter y crecerá sano y fuerte para mantener su completa dignidad para avanzar hacia un mundo mejor.

Granada Laica apuesta y defiende ese proceso de emancipación que nos convierte en seres racionales, críticos, libres, solidarios, iguales,…

Granada Laica defiende el espacio público como lugar de convivencia, como lugar de encuentro, como lugar para compartir.

Granada Laica apuesta por lo público, por unos servicios públicos que nos permiten avanzar hacia una igualdad real y no meramente formal, frente a quienes todo lo quieren privatizar o dejar en manos del mercado.

Hoy en esta concentración reivindicamos el derecho a los rituales civiles, denunciamos la actitud del equipo de gobierno municipal que mientras no tienen problema en realizar importantes gastos en actos confesionales, con los fondos de toda la ciudadanía, no tiempo medios personales ni económicos para dedicar unos minutos en celebrar y compartir la alegría y la esperanza que el nacimiento de David han supuesto para esta comunidad a la que se va a incorporar, y que esperamos pueda seguir ayudándole a desarrollarse plenamente.

Conforme a ese compromiso por la libertad de conciencia, y como recuerdo de este acto quiero entregar a David dos emblemas de plata, uno es el símbolo de esta ciudad, cuyos dirigentes, y me estoy refiriendo al equipo de gobierno del PP, le han vuelto la espalda, pero cuyas ciudadanas y ciudadanos hoy le acompañan en esta emblemática plaza presidida por Mariana Pineda, una heroína de la libertad como la califica nuestra amiga y compañera Antonia Rodrigo, y otro, símbolo de la libertad de conciencia, la landa griega con la que se inicia la palabra laos, el conjunto del pueblo, que somos los que aquí hoy te acogemos y celebramos.

¡Bienvenido David!

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