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Fundamentalistas islámicos de Somalia practican la lapidación como forma de `justicia´

Un grupo islamista en Somalia ha asesinado mediante la lapidación a un hombre de 33 años por cometer adulterio con su novia, que está embarazada. Ella también recibirá el mismo castigo, una vez que de a luz.

En el mundo musulmán no es frecuente que el hombre sea inculpado juntamente con la mujer en el caso de relaciones extramatrimoniales. Sin embargo, en esta oportunidad la lapidación de un hombre tuvo lugar en el puerto de Merka, en el sur de Somalia, donde el grupo fundamentalista Al-Shabab mantiene el control.

Abass Hussein Abdirahman murió apedreado frente a una multitud de 200 personas, en cumplimiento de la sentencia de un tribunal islamista, frente al cual el hombre admitió haber cometido adulterio con la mujer. Un funcionario del grupo Al-Shabab ha afirmado que la mujer -cuyo tiempo de gestación no ha sido revelado- sería asesinada tras haber tenido a su bebé, el cual será entregado a sus familiares.

LAPIDACION DE UNA NIÑA
La violación no exculpa a la mujer en Somalia y otros países musulmanes. En 2008, una niña de 13 años fue lapidada por haber tenido relaciones sexuales en la sureña ciudad de Kismayo, a pesar de que grupos de derechos humanos aseguraron que había sido violada.

Padres y hermanos asesinan a sus hijas y hermanas si mantienen relaciones sexuales, se casan con alguien que ellas mismas han elegido o pretenden dejar la religión islámica. Estos “crímenes de odio” son aplicados también a los homosexuales y a los cristianos, quienes por poseer una Biblia pueden ser condenados a muerte en países como Arabía Saudita.

LAPIDACIÓN: MUERTE LENTA Y DOLOROSA
Donde la Sharía es ley, la lapidación es oficial. La lapidación es la tortura que consiste en enterrar hasta el pecho a mujeres condenadas, para que luego sean apedreadas hasta morir desangradas.

Irán aplica la Sharía y condena a la pena capital a delitos como el narcotráfico, homosexualidad y violación, mientras que las mujeres y los hombres casados, que se encuentren culpables de adulterio, son condenados a muerte por lapidación.

Según el sistema penal islámico iraní, los hombres condenados por adulterio deben ser enterrados hasta la cintura, y las mujeres hasta el pecho, para posteriormente ser apedreados.

Por otro lado, el artículo 104 del Código Penal iraní establece que “las piedras no deben ser excesivamente grandes para no provocar la muerte al primer o al segundo golpe”, con la intención de hacer la muerte del condenado más lenta y dolorosa. No obstante, si consigue sobrevivir, lo cual es altamente improbable, es “agraciado” con una pena de 15 años de cárcel. Las víctimas más habituales de las lapidaciones suelen ser mujeres acusadas de adulterio. Además de las condenas a muerte, el sistema penal iraní cuenta con un amplio abanico de castigos corporales.

En Arabia Saudita la situación es similar. El 2001, se condenó a 81 personas a pena capital por crímenes de homosexualidad.

DETRÁS DEL BURKA
La lapidación practicada en esos países tiene lugar en cumplimiento de la Sharía, el conjunto de leyes religiosas (y en ocasiones también civiles) que provienen del Corán. En Afganistán, por ejemplo, la ley obliga a las mujeres a usar la burka en todo momento para no ser motivo de tentación a los hombres. Si una mujer es agredida sexualmente mientras no lleva la burka, se la considera culpable por haber provocado sexualmente a sus agresores.

Un caso concreto que tuvo repercusión internacional es de Amina, una mujer afgana de 29 años, que el 16 de abril fue apedreada públicamente hasta morir. Condenada por adulterio por un tribunal islamista de Kabul, se convirtió en víctima de la ley Sharía, o ley islámica.

Cinco años atrás, su marido la había abandonado y después de ese tiempo, retornó a su casa y descubrió el adulterio cometido por su mujer con un vecino. El marido solicitó que la mujer adúltera y su amante fuesen castigados, y así sucedió. La mujer fue arrastrada a la plaza pública, semienterrada y apedreada hasta la muerte. Por otro lado, el amante, recibió 100 latigazos y fue puesto en libertad. Difícil de creer, pero la persecución de “pecadores”, en su mayoría mujeres, en países musulmanes que siguen la Sharía, es parte del diario vivir.

De igual manera, en Irán y Nigeria, mujeres fueron asesinadas en público, acusadas de haber tenido relaciones sexuales extramaritales o por creer en Jesús en lugar de en el islam.

CAMPAÑA EN IRÁN
Hace unos días, un grupo de activistas iraníes por derechos humanos ha iniciado una campaña para impedir la lapidación hasta la muerte de ocho mujeres y un hombre, acusados de adulterio por tribunales iraníes.

Las ocho mujeres, cuyas edades varían entre los 27 y los 43 años, están acusadas de cargos como prostitución, incesto y adulterio. El hombre, un profesor de música de 50 años, fue condenado por mantener sexo ilegal con una estudiante.

Estas personas fueron condenadas a apedreamiento por distintas cortes iraníes y los juicios en su contra se desarrollaron sin abogados o testigos. Las autoridades iraníes normalmente rechazan los cargos de abusos a los derechos humanos, argumentando que éstos se rigen de acuerdo a la Sharía, o ley islámica.

MULTIMEDIA
Les ofrecemos las imágenes de la lapidación de una niña adolescente en un país islámico (creemos que se corresponde con el caso antes mencionado de 2008, en el que una niña de 13 años fue lapidada por haber tenido relaciones sexuales -violada- en la sureña ciudad de Kismay, pero no hay total seguridad en cuanto a que sean estos datos los correctos). Hemos tenido muchas dudas antes de hacer públicas estas imágenes, ante la enorme dureza de las mismas. Pero finalmente nos decidimos a hacerlo como denuncia a la barbarie que se está cometiendo, y porque creemos que es la única manera de concienciar y sensibilizar de esta realidad más allá de las palabras.

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