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Francisco Delgado, ex-presidente de Europa Laica, presentó la comunicación “Los principios de la Escuela Moderna” en el simposio organizado por la fundación Ferrer i Guàrdia

Francisco Delgado intervino el martes 8 de septiembre en la mesa de diálogo “Los debates de la Escuela Moderna : laicidad, coeducación, segregación y vinculación con el entorno” y presentó la comunicación, Los principios de la Escuela Moderna. Unas 150 personas asistieron al evento junto a otros cientos que lo siguieron vía telemática.

Francisco Delgado, ex-presidente de Europa Laica, en el simposio sobre educación y escuela moderna organizado por la Fundación Ferrer i Guàrdia

En el I Simposio Internacional Ferrer Guardia que celebrado en El Born – Centro de Cultura y Memoria de Barcelona los días 8 y 9,  participaron decenas de expertos y especialistas en educación, pedagogía e historia. El evento ​​sirvió para presentar nuevas investigaciones sobre el proyecto educativo de la Escuela Moderna, su legado pedagógico a partir de otras personalidades, así como réplicas de este modelo de escuela a otros países. Celebrado con motivo del 120 aniversario de la inauguración de la Escuela Moderna, el simposio contó con un acto conmemorativo a cargo de la alcaldesa Ada Colau.

Entre los especialistas invitados participarán autores de ámbito internacional como Sylvain Wagnon, historiador y profesor de Ciencias de la Educación de la Universidad de Montpellier especializado en la pedagogía libertaria. Su ponencia expuso la dimensión europea de Francisco Ferrer Guardia.

Se trataron debates educativos de actualidad como la segregación, la coeducación, la laicidad y la vinculación con el entorno. Estos temas se trataron en un diálogo sobre estos elementos, los cuales ya recogía la Escuela Moderna, de la mano de Mercè OteroFrancisco DelgadoSheila González y Francina Martí. Un coloquio que estuvo moderado por el pedagogo y periodista Jaume Carbonell.

En el simposio también hay un espacio de reflexión sobre la tradición pedagógica libertaria en diferentes países y territorios. En esta mesa redonda participaron los expertos en educación e historia: Ani PérezLuis Miguel Lázaro y Valeria Giacomoni. En un debate moderado por el catedrático de Historia de la Educación Pere Solà.

Para profundizar en la generación de conocimiento, el simposio contó con la presentación de 17 comunicaciones a lo largo de las dos jornadas. Se trata de investigaciones sobre el legado de Ferrer Guardia, sobre el proyecto de la Escuela Moderna en otros países, así como elementos centrales del modelo educativo ferreriano. En este espacio han participado autores de Brasil, Francia, Italia y Portugal, así como investigadores de España.

Vídeo y texto de la presentación de Francisco Delgado

I Simposio Internacional sobre Francisco Ferrer i Guardia y la Escuela Moderna.

¿Qué se ha ido restaurando y qué queda pendiente de los principios ilustrados, racionalistas, laicistas, de coeducación y de no segregación por clase social de la Escuela Moderna, 120 años después… y tras la última reforma: LOMLOE?

Resumen (Castellano)

Los principios que inspiraron la Escuela Moderna 120 años después deberían de estar totalmente vigentes, sin embargo sólo algunos de esos principios son tenidos (realmente) en cuenta o se aplican por parte de la actual organización y gestión política educativa, al igual que ocurre con los principios que inspiraron la Institución Libre de Enseñanza o los principios rectores que trató de implantar la II República española o la diversidad de iniciativas y movimientos de renovación pedagógica que surgieron antes y durante la Transición, previo a la Constitución de 1978.

Aunque obviamente haga algunas referencias, en esta breve comunicación no voy a tratar sobre la vida, obra e ideas de Ferrer i Guardia, sino de la vigencia -hoy- de esos principios, en plena explosión digital y neoliberal, que afecta a la escuela en grado sumo.

Introducción

Los principios que inspiraron la creación de la Escuela Moderna 120 años después deberían de estar totalmente vigentes, sin embargo sólo algunos de esos principios son tenidos (realmente) en cuenta o se aplican por parte de la actual organización y gestión política educativa, al igual que ocurre con los principios que inspiraron la Institución Libre de Enseñanza o los principios rectores que trató de implantar la II República española o la diversidad de iniciativas y movimientos de renovación pedagógica que surgieron antes y durante la Transición, previo a la Constitución de 1978.

Tan sólo algunas experiencias muy puntuales tratan de mantener la antorcha, casi siempre por el voluntarismo de una parte minoritaria del profesorado y/o de algunas familias, generalmente con muy poco apoyo de los poderes públicos, ya sea en el ámbito de titularidad pública  o de centros educativos privados concertadas o no.

Aunque obviamente haga algunas referencias, en esta breve comunicación no voy a tratar sobre la vida, obra e ideas de Ferrer i Guardia, sino de la vigencia -hoy- de esos principios, en plena explosión digital y neoliberal, que afecta a la escuela en grado sumo.

En el año 2000, la revista Cuadernos de Pedagogía dirigida -entonces- por  Jaume Carbonell, publica el libro Pedagogías del siglo XX, que contemplaba diferentes visiones y métodos innovadores diferentes de cómo entender la mejora y la transformación de la escuela en España, en Europa y en Latinoamérica, así se citan  proyectos como los de Montessori, Habermas, Ferrer i Guàrdia, Giner de los Ríos, Freinet, Makarenko, Piaget o Freire, entre otros y se hace desde diferente ángulos. Se citan, además, una pequeña parte de la gran cantidad de discípulos que trataron y aun tratan hoy de poner en práctica, adaptados al siglo XXI, estos modelos inclusivos de enseñanza-aprendizaje.

En la actualidad, y ciñéndonos sobre todo a España, estos modelos integrales de enseñanza la mayoría se desarrollan en Red, como -por ejemplo- desde l’Associació de Mestres Rosa Sensat, con mas de mil profesionales conectados para mejorar su trabajo en educación infantil, primaria y secundaria; también las denominadas como Comunidades de Aprendizaje de acción dialógica y comunitaria,impulsadas, inicialmente, desde el Centro especial en teorías y prácticas para superar desigualdades (CREA) de la Universidad de Barcelona, muy arraigada en Euskal Herría y que se ha ido extendiendo progresivamente a otras comunidades autónomas y a algunos países latinoamericanos, aunque de forma muy puntual; o, por ejemplo, el Proyecto Roma, cuyos principios se basan en que todas las personas con capacidades diferentes, con sus peculiaridades cognitivas, lingüísticas, afectivas y de movilidad son competentes para aprender en grupos heterogéneos. Aunque esto es sólo una pequeña muestra. En general, con muy poco apoyo (o insuficiente) de los poderes públicos.

El apoyo a la innovación y cooperación en la Enseñanza de los, ya veteranos, Movimientos de Renovación Pedagógica (MRPS) situados en diversas CCAA o, últimamente, la Educación que nos une, por ejemplo son otros proyectos unitarios que tratan de impulsar una escuela pública, inclusiva, no sexista, ecologista, democrática y laica, desde la reflexión teórica y desde la práctica en el aula. También los hay en el ámbito privado, concertado o no.

1-Control ideológico de la Enseñanza

El poder político y el eclesiástico (católico), en mayor o menor medida, han ido de la mano, en materia de Enseñanza, a lo largo de estos 120 años, aunque durante el brevísimo período de la II República las ideas y proyectos que se trataban de desarrollar eran la de un modelo único de escuela pública, democrática, laica, co-educadora y que llegara a toda la población y no sólo a las clases dominantes. Pero ese loable empeño, duró muy poco tiempo, desde 1931 hasta 1936 y 1939, en según qué región contralara el golpe de Estado nacional católico. Durante las cuatro décadas posteriores dominadas por en nacional catolicismo ese modelo inclusivo, laico y democrático fue enterrado.

Con la Transición y la Constitución de 1978, ciertos rasgos inclusivos, democráticos, de coeducación y de universalidad del sistema educativo resurgen de nuevo. Con el apoyo de diferentes movimientos sociales y sindicales.

Sin embargo los obispos, las confederaciones católicas de padres de familia (CONCAPA) y algunos sindicatos y organizaciones de enseñantes se resistían al cambio. De hecho, el artículo 27 de la Constitución (el dedicado a la Enseñanza) fue uno de los que más polémica ideológica generó. También ha venido ocurriendo desde las primeras leyes de desarrollo, hasta la última reforma LOMLOE (2020/21).

La educación no sexista ha sido (formalmente) un hecho tras la constitución de 1978 y las diferentes leyes y reformas educativas, no así (en gran parte) la educación inclusiva en referencia a las clases sociales y a las capacidades físicas, psíquicas e intelectivas. Y desde luego la confesionalidad, la dualidad y la privatización del sistema educativo español, está cada vez más arraigado en este inicio de la tercera década del siglo XXI.

Sobre todo a partir del Tratado de Lisboa (2009), un modelo de Enseñanza que segrega, mercantil y confesional ha sido y es una constante en todas las CCAA (también dependiendo -en parte- del color político que las administre)… y se aprecia, cada vez más en las sucesivas reformas, hasta cuatro que ha habido en estas dos primeras décadas de este siglo, que ha concluido con la reciente LOMLOE antes citada y por desarrollar y aplicar.

2-Contexto social y político en el que se sitúa la Escuela Moderna

En España los últimos años del siglo XIX, a nivel político y social, fueron extremadamente convulsos, afectando a la situación de la Enseñanza, muy en particular.

Las “penúltimas” colonias sufren una gran desestabilización interna, junto a presiones externas, además de la guerra de EEUU y España por el “control” de Cuba. La firma del Tratado de París, en diciembre de 1998, durante uno de los mandatos (en alternancia) del liberal progresista Sagasta, obligó a España a conceder independencias cediendo ante los EEUU. Suponiendo un duro golpe económico, político y moral para un país en permanente crisis.

Intelectuales regeneracionistas, como Joaquín Costa o Concepción Arenal… y los de la denominada Generación del 98 (Baroja, Maetzu…) bautizarían los hechos acaecidos como “desastre del 98” e intentarían hallar respuesta al denominado “problema de España”: subdesarrollo y pobreza, atraso intelectual e injusticia social. La respuesta que proponían, entre otras, era que se elevara el nivel de la Educación y se universalizara, fundamentalmente a través de la Enseñanza Pública.

De hecho, atendiendo a esas ideas, el gobierno creó -para darle más fuerza- el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, por decreto de 18 de abril de 1900, dirigido, en su primera época, por Antonio García Alix, siendo primer ministro Francisco Silvela, del Partido Conservador.

Este ministro, a pesar de ser miembro del partido conservador,  se distinguió por defender la Enseñanza Pública. De hecho, por decreto de 21 de julio de 1900, propondría que sería el Estado -directamente- el encargado de pagar los salarios de los maestros y no los ayuntamientos, como hasta entonces. En la línea de crear un cuerpo único de docentes, para dar una estabilidad, que hasta entonces no existía. Aunque fue un propósito, más que una realidad inmediata.

Tan convulsa era la situación en esa primera etapa del siglo XX que, nada más y nada menos, 53 ministros ocuparon la cartera de Educación en tan sólo tres décadas, hasta la llegada de la II República (1900-1931)

La Iglesia católica seguía ejerciendo un gran control de la Enseñanza. Mantenían entre escolapios, jesuitas, maristas, hermanos de la Salle, salesianos y otras congregaciones casi 150 centros en todo el Estado, en donde se impartía enseñanza confesional a las élites y a un pequeño porcentaje de “pobres” que eran “distinguidos” (segregados) en horarios, puerta de entrada específica, vestimenta y programas diferenciados.

Sin embargo la Enseñanza pública (oficial), a pesar del “empeño” de algunos gobiernos en la alternancia de la época, era muy raquítica, tanto en primaria, como en secundaria.

El 5 de enero de 1900 el diputado liberal (político, regeneracionista, empresario, terrateniente y monárquico)  Álvaro de Figueroa y Torres (Conde de Romanones)en las Cortes desarrolla un discurso, en el que plantea -de forma muy crítica- la situación del sistema educativo en España hasta ese momento, se refiere a sus innumerables intentos de reformas fallidas, al deplorable estado de la Enseñanza oficial y a la raquítica financiación, a pesar de las exigencias de la Ley Moyano de 1857 que (por cierto) -en la práctica- duraría como ley instrumental hasta 1970.

Y lo hizo con este argumento: “… En todo el Estado español se gastaba, en Educación, la mitad que en la villa de París y la mitad que en el Estado belga…” para proseguir: “…El problema de la Enseñanza tiene dos puntos principales, el de la enseñanza oficial y el de la enseñanza privada. Nosotros -desde el Estado- tenemos que defender, como principio, para robustecerla y dignificarla, la enseñanza oficial, no porque creamos que la tutela del Estado sea omnímoda,  sino por entender que el Estado debe ampararla y engrandecerla, para bien de la cultura y del progreso del país…”.

Al comienzo del siglo XX la tasa oficial de analfabetismo en España era de casi el 60%, en suma la educación española no era un bien muy generalizado, más del 40% de la población infantil no estaba escolarizada. La desigualdad entre regiones (provincias) también era abismal.

De hecho, Romanones, diez años después siendo ministro de Instrucción Pública por segunda vez, en una Memoria de 1910, cifraba la falta de escuelas en casi 10.000. Por entonces se contabilizaban 24.787 escuelas en toda España. También la estadística oficial de analfabetismo de ese año, cifraba en el 46%, los hombres y en el 57%, las mujeres.

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Llegado a este punto hay que sentar las bases de cómo y por qué surge la Escuela Moderna, las escuelas para obreros, las escuelas laicas mixtas, anteriormente la ILE, La Escuela Nueva de inspiración socialista, etc. etc. desde iniciativas privadas (en ocasiones burguesas liberales, en otras libertarias, socialistas, etc.), ya que las escuelas del Estado contaban con muy pocos medios, escaseaban las plazas escolares y estaban trufadas e inspiradas por los cánones católicos de segregación y confesionalidad, desde la Constitución de 1812, que obligaba al Estado a mantener “…en todos los pueblos escuelas de primeras letras en las que se enseñara a los niños a leer, escribir y contar y el catecismo de la religión católica…” Además de Concordato isabelino de 1851.

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3-La Escuela Moderna, los ateneos libertarios y las escuelas laicas

Durante los años setenta del siglo XIX surgen, con fuerza, en España “movimientos anarquistas, cuya filosofía para la Enseñanza se basaba en la educación de masas, el anticlericalismo y en la autonomía pedagógica… como armas contra el “poder político  establecido”, controlado por el clero, la nobleza y las clases burguesas dominantes. En sus inicios, el obrerismo anarquista no dedica demasiado espacio a la Educación, pero tras el I Congreso de la AIT celebrado en Barcelona en 1870, se presta una mayor atención a la Enseñanza, con declaraciones a favor de una educación laica, mixta y racionalista.

Los ateneos obreros y libertarios  surgen de la tradición del movimiento obrero de España y que se dio también en otros países de habla hispana. Originalmente conformados como asociaciones culturales. Su proliferación, especialmente desde la década de los 80 del  XIX  y durante la II República Española se vio favorecida, en buena medida, por la carencia de infraestructuras educativas oficiales para la clase trabajadora. En muchos casos tenían locales propios o utilizaban las infraestructuras de los sindicatos o de asociaciones comunales. Algunos de estos ateneos libertarios, estaban políticamente alineados al pensamiento republicano e izquierdista  y eran el punto de encuentro para la difusión de sus ideas. Cada ateneo contaba con una biblioteca que constituía su espacio de referencia y una sala de conferencias, para los debates de las ideas y la acción. La pasión por la lectura que caracteriza a una parte importante de la militancia anarquista era un vehículo de autoeducación.

En 1901 se va a crear la Escuela Moderna a iniciativa del pedagogo, librepensador y libertario: Francisco Ferrer i Guardia. Su filosofía ideológica se basaba en la importancia del “sujeto-niño/niña”, el desarrollo de su capacidad crítica y creativa y propugnaba la laicidad de la Enseñanza. El objetivo esencial de la escuela era “educar a la clase trabajadora de una manera racionalista, secular y no coercitiva

Esta iniciativa fue modelo de otras que continuaron surgiendo por España y el extranjero. Propuso una enseñanza laica, mixta y racional. Laica en contraposición a la escuela clerical, mixta a favor de la igualdad de mujeres y hombres, racional y científica en favor de un desarrollo en libertad… lejos de mitos y dogmas. Desde estos planteamientos pedagógicos se puso en práctica un ideario educativo profundamente renovador para la época: erradicación de los exámenes, las calificaciones y los castigos físicos; coeducación de sexos y de clases; y eliminación de todo conocimiento que no pudiese ser demostrado mediante el método científico

Su puesta en funcionamiento fue fruto de la donación económica de una alumna de Ferrer (Mademoiselle Meunier) que le apoyó en su proyecto. La “Escuela Moderna” no recibió ninguna ayuda económica pública, por lo que sólo se sustentó de las aportaciones que las familias depositaban, de acuerdo a sus posibilidades. Esta iniciativa fue detenida en 1906 tras el atentado perpetrado en Madrid a Alfonso XIII, por Mateo Morral (bibliotecario y que daba clases en la escuela) y que después huiría de España, siendo juzgados, en su lugar, Ferrer i Guardia, junto a otros anarquistas que fueron encarcelados por un año, sin tener pruebas. Pero estos hechos, fueron la “excusa” política y clerical (perfecta) para cerrar el centro.

Este movimiento escolar racionalista y laico se propagó por diversos puntos de España, creando pequeñas escuelas, algunas con escasos medios, como la Escuela Moderna de Valencia, creada en octubre de 1906, sostenida inicialmente por la Primitiva Sociedad de Instrucción Laica, escuela que tras diversas fases y avatares permaneció abierta, al menos, hasta 1933.

Para muchos historiadores, no cabe la menor duda a día de hoy, que su idea de un modelo de enseñanza laica y racionalista pesó mucho a la hora de ser condenado Francisco Ferrer i Guardia, tras los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona de 1909.

Una vez más, el clero y la alta burguesía cercenaban una ideología que no toleraban.

Por esos años también se crearon en España y en diferentes regiones, escuelas privadas laicas. Escuelas Laicas promocionadas por particulares, que participaban generalmente del mundo racionalista y masón o liberales ilustrados. Y que tuvieron enorme importancia para los pueblos, barrios y comarcas donde se instalaron.

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Francisco Ferrer i Guardia. (1859-1909).

Pedagogo anarquista y librepensador. Hijo de agricultores acomodados, se convirtió muy joven en un rebelde y comenzó a luchar contra el orden establecido. Su pedagogía libertaria le compromete en varios frentes. Ferrer tiene enfrente a la Iglesia, por su preconización de la educación laica, al ejército por el contenido antimilitarista de sus textos periodísticos y educacionales al frente de su Escuela Moderna y a la alta burguesía, por su modelo inclusivo. Su proyecto político y educacional es racionalismo, anti autoritarismo, laicidad y formación inclusiva e integral.

Fue detenido junto a otros anarquistas que serían condenados por conspiración, tras el atentado a Alfonso XIII. Estuvo más de un año en la Prisión Modelo de Madrid. La Escuela Moderna y muchas otras fueron cerradas. Aquellos hechos fueron para él, el comienzo del fin. Posteriormente fue condenado a muerte por un Consejo de guerra que lo acusó, otra vez sin pruebas, de haber sido uno de los instigadores de los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona de julio de 1909. Su condena a muerte y su posterior ejecución el 13 de octubre de 1909, levantaron una enorme oleada de protestas por toda Europa y por América, y también en España, que acabaron provocando la caída del gobierno del conservador Maura, el 21 de octubre de ese año.

4-En tiempos de la Escuela Moderna, se aprueba la ley francesa de separación del Estado de las religiones (1905) y surge en España la cuestión del catecismo

Mientras que se aprobaba en Francia la “ley de separación del Estado de las religiones” (1905), con la consiguiente implantación de la “escuela laica” francesa, en España se debatía sobre la religión en la Enseñanza. Planteándose la “Cuestión del catecismo”, ello provocó una fuerte agitación política y popular, a favor y/o en contra, de la enseñanza religiosa católica en las escuelas. Hay que tener en cuenta que estaba vigente el Concordato de 1851. La prensa política y profesional de la docencia tomó parte activa en el asunto con el acaloramiento propio de esta cuestión. El “Consejo de Instrucción Pública”, después de oídas todas las opciones y opiniones de los consejeros, se autorizó a los maestros públicos para no enseñar el catecismo a aquellos escolares, cuyos padres así lo solicitaran, decía así lo dispuesto:.

Las enseñanzas de Doctrina y Nociones de Historia Sagrada, continuarán figurando con carácter obligatorio en el Plan de estudios de las escuelas públicas de instrucción primaria, quedando exceptuados de recibirlas los hijos de los padres que así lo deseen…”  En suma, un gran avance para la época.

Salvando la distancia política e histórica, pues ha pasado más de un siglo, esta decisión es similar al que hoy existe sobre las enseñanzas de religión católica y de otras religiones, en el actual sistema educativo, después de tantos avatares.  

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5-El sistema educativo tras 1978, las leyes de la democracia hasta la LOMLOE

En el subtítulo de esta breve comunicación se hace la siguiente pregunta: ¿Qué se ha ido restaurando y qué queda pendiente de los principios ilustrados, racionalistas, laicistas, de coeducación y de no segregación por clase social de la Escuela Moderna, 120 años después… y tras la última reforma: LOMLOE?

En estos más de cuatro décadas desde que se aprobara la Constitución de 1978 se han ido cumpliendo los peores presagios, década tras década, ley tras ley, reforma, tras reforma, transferencia tras transferencia a las CCAA, gobernanza, tras gobernanza, fuera conservadora o más progresista y hasta la actual LOMLOE

De tal forma que hoy tenemos un Sistema educativo que -por un lado- es universal y obligatorio desde los 6, hasta los 16 años (quizá lo mejor que se ha hecho, tras la Constitución de 1978) y que se ha ido actualizando en parte, pero que -por otro lado- es muy desigual, ya que se ha venido normalizando una “triple red educativa” que ya muchos analistas presagiábamos en la última década del siglo XX, como plasmé en el libro “La escuela pública amenazada” (Ed Popular 1997) y en posteriores publicaciones, sobre esta cuestión.

Además, en lo que va de este siglo, el sistema de Enseñanza ha sufrido un renovado proceso confesional (y multi-confesional) de forma acelerada, a pesar de un crecimiento importante de secularización de la sociedad española y ello como consecuencia de políticas conservadoras y de pactos con los obispos y otras entidades religiosas y no religiosas.

Por ello, a pesar de los intentos y reclamaciones de grupos políticos y sociales  como puedan ser Europa Laica y otras entidades laicistas, los MRPs, algunos sindicatos del profesorado, la Campaña unitaria “Por una escuela pública y laica. Religión fuera de la escuela” (que comenzó a actuar hace más de dos décadas) o últimamente las Mareas o el Foro de Sevilla… etc. etc. estamos cada vez más lejos de un modelo de escuela pública, única, laica, no sexista, democrática y que no segregue por cuestiones sociales, territoriales e intelectivas. Esa es la escuela, estoy seguro, que hoy reclamarían Ferrer i Guardia o Giner de los ríos, por ejemplo, entre otros muchos ilustrados pedagogos.

Es decir el sueño de ese modelo que por circunstancias sociales y políticas lo tuvieron que desarrollar desde ámbitos privados a final del siglo XIX y comienzos del XX y que hoy lo reclamarían, estoy seguro, desde el ámbito de lo público: Res pública.

***

No debo finalizar esta comunicación sin referirme, muy brevemente, a dos realidades muy complejas que están “encima de la mesa” en este inicio de la tercera década del siglo XXI:

Por un lado el papel de la Era digital que ha venido para cambiar todas las “reglas del juego” conocidas hasta ahora y, por supuesto, en el ámbito de los sistemas educativos y, ello, no ha hecho nada más que empezar. El “capitalismo digital” quiere el control y el dominio de lo público y el sistema educativo es un campo muy atractivo, tanto mercantil como ideológico. Entre otras formas de actuación, a través del control de datos conocen comportamientos, afinidades, preferencias, situación económica, etc. etc.  Está comenzando una nueva colonización, también a través de la Enseñanza, si los poderes públicos no reaccionan a tiempo.

***

Y por otro lado, en el debate ideológico que ha acompañado la mercantilización de la enseñanza, dejaba de lado la titularidad de la institución responsable de garantizar la universalidad e igualdad de un derecho fundamental como es la educación, para desviarlo hacia la “calidad” y la “eficiencia” de los sistemas educativos de cara a los patrones y rankings competitivos diseñados desde organismos internacionales como la OCDE (informes PISA) y que consagra el Tratado de Lisboa (2009), antes señalado.

El mercado educativo, como cualquier otro mercado, parte de la “diversidad” de oferta y demanda. De ahí el hincapié sobre la calidad, eficiencia, diversidad de ofertas y demandas sociales -unidas a la “diversidad” de talentos, esfuerzos y objetivos de alumnos y familias- que hace el discurso más conservador e, incluso, una gran parte del “denominado” como progresista.

Por ello la equidad de la que hizo gala la LOGSE, la LOE y ahora la LOMLOE es “papel mojado” cuando permanece inalterable la desigualdad efectiva de un sistema educativo fragmentado en redes, sobre la base de la selección económica y social del alumnado, recursos a disposición, distintos “proyectos educativos”… que determinan diferentes oportunidades educativas y expectativas de futuro.

Muy lejos del sueño de Francisco Ferrer i Guardia de hace 120 años.

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Breve bibliografía:

Carbonell Sebarroja, Jaume. “Pedagogías del siglo XX. Alternativas para la innovación educativa” Octaedro (2015)

De Puelles Benito, Manuel . “Educación e ideología en la España contemporánea” – Ed. Labor – (1991)

Delgado Ruiz, Francisco. “La escuela pública amenazada”. (Editorial Popular 1997)

Delgado Ruiz, Francisco. “Hacia la escuela laica”. (Laberinto. 2006).

Delgado Ruiz, Francisco. “Aprender sin dogmas” – coordinador y coautor (Milrazones-Europa Laica 2011)

Delgado Ruiz, Francisco. “Evanescencia de la escuela pública, (Cultiva Libros. 2013)

Delgado Ruiz, Francisco. “La Cruz en las aulas”. (AKAL 2015)

Delgado Ruiz, Francisco. “De la Instrucción pública a la digitalización de la Enseñanza – España (1820-2020)”. (Altabán – 2021)

Éliard, Michel – “El fin de la escuela” – (Editado en España Gr. Unión Producciones en 2002 – 2000)

Escrivá Moscardó, Cristina. Los institutos para obreros. (L’Eixam. 2008)

Escrivá, Cristina / Maestre, R.- “El movimiento libertario y la educación (1936-39)”- Ed. L’Eixam – (2012)

Esteve, José M. – “La tercera revolución educativa” –  (PAIDÓS – 2003)

García y Barbarín, Eugenio  – “Historia de la pedagogía española” – (Lib. Suc. De Hernando – 1915)

Mata, Marta – “Qué era, qué es la educación pública” – (Ediciones Destino – 1997)

Peña-Ruiz, Henri – “La Emancipación Laica / Filosofía de la laicidad” –  (Laberinto – 2001)

Varios Autores. Coordina J Gimeno Sacristán –  Los retos de la enseñanza pública –  (Akal – 2001)

Estudios/Conferencias:

*Gaínza Fernández, Rebeca. (Dirige el máster Carlos Nieto – Universidad de Cantabria – curso  2014-15) “La escuela Moderna de Ferrer i Guardia, un compromiso político y pedagógico”

*Velázquez, Pascual y Viñao,  Antonio. Universidad de Murcia “Un programa de Educación Popular: El legado de Ferrer Guardia y la Editorial Publicaciones de la Escuela Moderna (1901-1936)” Revista d’Història de l’Educació Núm. 16 (juliol-desembre, 2010), pàg. 79-104 Societat d’Història de l’Educació dels Països de Llengua Catalana

*Pericacho Gómez, FCo Javier. “La renovación pedagógica española. Un estudio a través de escuelas emblemáticas: De finales del siglo XIX hasta el final de la dictadura franquista (1975)”. Universidad Antonio de Nebrija. (Conferencia pronunciada en la Casa del Pueblo de Almansa – Albacete, el 8 de febrero de 2008) – Publicado en la revista Complutense de Educación, Vol. 25 Núm. 1 (2014) 47-67

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(*) Francisco DELGADO RUIZ. Maestro industrial de Artes Gráficas. Diplomado en psicología industrial y en salud laboral. Fue diputado en 1977 y senador en 1979. Ha sido presidente de CEAPA (Confederación Española de AMPAS) de 1992 a 1996 y presidente de Europa Laica de 2008 a 2017. En la actualidad coordina el área de Educación de Europa Laica y la Campaña unitaria “Por una escuela pública y laica. Religión fuera de la escuela”. Fue miembro del Consejo Escolar del Estado durante varios años. Ha publicado diversos libros sobre derechos de la infancia y adolescencia, sobre historia, gestión y política educativa y sobre laicismo y libertad de conciencia. El último publicado es: “De la Instrucción pública a la digitalización de la Enseñanza – España (1820-2020)” – Altabán febrero 2021.  (Para saber más, breve biografía en Wikipedia)

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