En Francia los laicistas han comenzado una campaña de mucho ruido con la que pretenden impedir que un grupo de escolares de la zona de Lourdes pueda interpretar el próximo 11 de julio en la gruta de Lourdes, donde se apareció la Virgen a Santa Bernadette, el Ave Verum Corpus de Mozart, una pieza criticada por ser de temática religiosa.
La campaña ha sido iniciada por un sindicato de profesores, el FSU-SNuipp 65, y concretamente por el secretario general en este departamento francés, David Castebrunet.
Niños de la última fase de Primaria y también de Secundaria realizarán un concierto en la gruta en julio y entre otras piezas cantarán el Ave Verum. Sin embargo, para Castebrunet, esto es un gravísimo “ataque al laicismo”, por lo que se ha movilizado en el ámbito educativo, político y mediático para impedirlo.
“La FSU-SNUipp 65 ha tenido conocimiento que profesores de las clases de Lourdes habían sido convocados por sus superiores jerárquicos para participar en un concierto a realizarse el 11 de julio en el recinto de la gruta de Lourdes. Los alumnos van a cantar en este lugar símbolo del catolicismo una canción religiosa (Ave Verum Corpus de Mozart). Creemos que estamos ante un grave ataque a la neutralidad religiosa derivado de la Ley de 1905, siendo la gruta de Lourdes considerada por el clero católico como un lugar importante del catolicismo”.
Para ello, desde el sindicato están presionando al director del centro, pero también al inspector de educación. Y por otro lado la campaña laicista está también encontrando eco en la prensa regional.
En su obstinada campaña, el líder sindical insiste en el escrito que ha enviado a medios y autoridades que “el laicismo es el producto de una larga historia de Francia. La separación de Iglesia y Estado fue establecida por la ley de 1905, pero la idea de la neutralidad religiosa del Estado y el respeto a todas las religiones se remonta al menos al siglo XVII. Los principales textos que prohíben el proselitismo y la propaganda religiosa en las escuelas primarias públicas tienen más de un siglo de antigüedad: las leyes Ferry de 1882 y la ley Goblet de 1886”.
Además, en su alegato afirma que Jean Zay, ministro de Educación Nacional y Bellas Artes, escribió en su circular de mayo de 1937: “Ninguna forma de proselitismo puede ser permitida en los establecimientos”.
Esta pequeña interpretación infantil ha sido llevada incluso ante el Ministerio de Educación.
Sin embargo, esta campaña no ha encontrado un respaldo social tan fuerte como esperaba el sindicalista. El ejemplo, la respuesta que le dio una mujer: “¿le gustaría que los escolares cantaran la Marsellesa o la Carmagnole en la gruta de Lourdes? ¿O quiere prohibir por completo que los niños de las escuelas públicas vayan a la Gruta? El confinamiento y el distanciamiento social parecen haber pasado factura a algunas cabezas.”