Desde laicismo.org queremos aclarar que se el vídeo al que se alude en este artículo corresponde a una ponencia presentada en un curso de verano de UAM en colaboración con Europa Laica, y que al igual que todas las intervenciones realizadas en el mismo, expresan la opinión personal del ponente. Desde el Observatorio se mantiene una posición que permite conocer los aportes y argumentos de temas que tienen diferentes enfoques, desde la perspectiva del laicismo, con independencia de que desde otros ámbitos no específicamente laicistas puedan tener muchas matizaciones, valoraciones o posiciones.
Vaya por delante mi respeto a Europa Laica, organización a la que me siento muy orgullosa de pertenecer.
No obstante deseo manifestar mi descontento por dar voz y cobertura a la profesora Dª Ana León Mejías, que representa a lo que conocemos como el Feminismo disidente, y que, bajo mi punto de vista, ni es feminismo ni disiente de éste, por defender tesis tan absolutamente retrógradas que no me extraña hayan encontrado cobertura en los medios americanos y ahora en medios europeos, llegando incluso a organizaciones como Europa Laica de la que creo saber su posicionamiento con respecto al feminismo desde que estoy en ella.
En su ponencia cuestiona el Patriarcado y lo cataloga de Orden Imaginado, inestable y subjetivo frente al Orden Natural objetivo y estable. Negar la existencia del Patriarcado es negar la mayor y negar la evidencia. “El sueño del feminismo produce monstruos” afirma. Me pregunto qué ideología sustenta su discurso, porque desde el feminismo aspiramos a una sociedad igualitaria en la que los derechos básicos estén garantizados y los recursos racionalmente distribuidos. Afirma que mantenemos un discurso hermético cuando el discurso es transparente y en todo caso debería especificar a qué hermetismo se refiere porque desde Marcela Lagarde hasta Rosa Cobo, Beatriz Gimeno, Amelia Valcárcel, Alicia Puleo y una largo etc podrían aclararle esas zonas oscuras que pretende subrayar.
La Sra. León Mejías en su tesis se muestra claramente a favor de esta corriente de pensamiento a la que muy eficazmente denominan como “Feminismo disidente” ya que con esta denominación obtendrán la atención de foros y medios confundidos, en algunos casos con buena intención, que incuestionablemente trabajan por el feminismo y por la Igualdad entre mujeres y hombres.
La Sra. León Mejías en su tesis se refiere a Camille Paglia y Christina Hoff Sommers, americanas que cuestionan la violencia de género como un problema estructural, pretendiendo reducirlo a un problema individual y, en algunos casos, reversible. Cuestionan la cultura de la violación, con afirmaciones tan escalofriantes como el “no es no” puede ser no, pero sí.
Los “no” de las mujeres en un contexto sexual no siempre significan “no”. Dentro de un escenario sexual, el “no” a veces forma parte de un juego donde se pone a prueba el deseo del otro, la capacidad de excitar y “el hacerse de rogar” para incrementar el placer.
Nos llaman victimistas, heterofóbicas y sin ningún derecho a reescribir la historia. Es un hecho objetivo la expropiación de nuestra historia y el ocultamiento de los logros de las mujeres.
Tampoco se sabe dónde están las mujeres escultoras de la talla de Miguel Ángel o las pintoras de genialidad comparable a la de Bottichelli, cuyas obras fueron desestimadas en su época y que podrían ser reevaluadas a la luz de nuevos criterios. Simplemente no existen. Tal y como afirma Camille Paglia, “el feminismo no ha encontrado ni una gran pintora o escultora que añadir al canon, ha reanimado la reputación de muchas mujeres menores que no necesitaban ser redescubiertas” (Camille Paglia).
Cómo leer esto y no pensar en Camille Claudel, Sofonisba Anguinssola, Artemissa Gentillessi, Remedios Varo, Maruja Mallo, Mª Teresa León… ¿En qué libros de historia aparecen, para cuándo el reconocimiento en los libros de texto, en programas culturales, en monográficos de arte o literatura?
La sra. León Mejías nos presenta unas encuestas, estudios, gráficos fácilmente desmontables, pues, ¿cuándo se ha estudiado el feminismo en los Centros Educativos, cuándo una mujer maltratada reconoce su maltrato? Desgraciadamente algunas nunca. Pues es claro que somos la mirada del otro y el reconocernos maltratadas exige un proceso y una autonomía difíciles de alcanzar.
Defender que “lo personal no es político” es retroceder hacia un individualismo, aislamiento y soledad que nos sitúa en un sálvese quien pueda, muy lejos de la sororidad y la interrelación humanas.
Y por último el discurso de cierre del moderador me pareció de una parcialidad incomprensible. Define lo que entiende por machismo para inmediatamente englobar a mujeres y hombres en este contexto, pretende universalizar lo que es una situación personal y viene a definirse como víctima del feminismo. Mi sensación última es que se ha llevado un discurso y a una mujer para atacar el feminismo desde todos los puntos de vista. Sólo aprueban a las sufragistas del s.XIX.
Espero haber contribuir con esta mirada a lo que considero debe ser una reflexión continua dentro de cualquier organización, más de ésta de la que formo parte “Europa Laica”.
