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Exigen un mínimo de alumnos para optativas en Bachillerato, excepto para Religión

Castilla y León elimina la ratio exigida para impartir Religión, pero la mantiene en otras asignaturas que también pueden contar para nota media

La Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) establece que la asignatura de Religión será una asignatura específica común y invaluable para Bachillerato, algo ya bastante llamativo pero que además en Castilla y León se coloca por encima del resto de optativas evaluables en cuanto al número de alumnos exigidos para que se impartan.

Según la Orden EDU/363/2015, por la que se regula el currículo de bachillerato en esta Comunidad Autónoma, en su artículo 14 se establece “la impartición de las materias troncales de opción, específicas y, en su caso, de libre configuración autonómica quedará vinculada a que exista un número mínimo de siete alumnos en el ámbito rural y diez en el ámbito urbano”. El cambio viene cuando, como denuncia Comisiones Obreras CyL, a principios de este curso llega a los centros educativos una circular de la Dirección General de Política Educativa Escolar, firmada por su director Fernando Sánchez-Pascuala Neira, en la que se indica que en primero de Bachillerato “debe prevalecer el derecho a recibir enseñanza de Religión, con independencia del número de alumnos que esto suponga”.

La Dirección General se basa, según declaran desde el sindicato, en que en el artículo 12 de la citada orden se recoge que la asignatura de Religión se impartirá en este curso “con independencia del número de alumnos que la soliciten”. Esta norma solo recoge que “los padres, madres o tutores legales y, en su caso, el alumnado, puedan manifestar su voluntad de que estos reciban o no enseñanzas de Religión”, pero no indica nada de los ratios, entendiéndose estos quedan marcados en todas las asignaturas por el artículo 14.

Con esta decisión de la Junta de Castilla y León, ya se ha dado la circunstancia de que se han formado grupos de Religión con cinco o menos alumnos, lo que supone un agravio comparativo con otras asignaturas que se encuentran al mismo nivel que ésta, como Ciencias de la Información y la Comunicación, Segunda Lengua Extranjera, Latín o Griego, que no pueden cursarse si no se llega al número de alumnos marcados. Podría darse incluso la circunstancia de que la asignatura de Religión llegase a ser totalmente obligatoria si en algunos centros, más probable en el caso de las áreas rurales, no se llegase al ratio mínimo en ninguna de las otras optativas de primero de Bachillerato.

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