La organización Europa Laica exigió hoy el desmantelamiento del monumento del Valle de los Caídos, cruz incluida, y la salida de los monjes, como "medida de regeneración democrática y de actitud laica irrenunciable, para que sus instalaciones, de titularidad pública, puedan dedicarse a fines culturales y a la memoria democrática".
A través de un comunicado, Europa Laica enmarca la pervivencia del monumento en la intención de Franco de dejarlo todo “atado y bien atado” que, a su juicio, "ha mantenido en buena medida el poder efectivo de los herederos del régimen, sus leyes, instituciones y privilegios, amparando la impunidad de sus crímenes contra la humanidad".
La asociación considera el Valle de los Caídos "el monumento por excelencia a los crímenes franquistas y a la impunidad", donde "se da culto político y religioso a los restos del dictador y al fundador de la Falange", José Antonio Primo de Rivera, y yacen "secuestrados oficialmente los restos de miles de personas asesinadas en la Guerra Civil y en la posterior represión", además de los fallecidos de la División Azul.
A su juicio, el Valle es "un ejemplo vergonzoso de la no separación Iglesia/Estado y de la continuidad de un pasado ignominioso", y, con sus "figuras religiosas y pinturas de ejércitos fascistas aplastando a sus adversarios, constituye una intolerable exaltación de la Cruzada y del nacionalcatolicismo".
Europa Laica denuncia que, con una financiación del Estado que asciende a 340.000 euros anuales, se mantiene un "centro de peregrinación y reunión de grupos ultraderechistas de todo el mundo", tutelado por la orden de los Benedictinos. Y considera "una burla más" a la democracia y a los defensores de la memoria histórica el requisito impuesto por el Gobierno de mantener la cruz y a la orden religiosa antes de estudiar el futuro del lugar.
