Un nuevo caso de discriminación contra un estudiante por parte de su centro educativo se conoció en Colombia.
William Triana Carvajal es un chico de 17 años que se considera agnóstico y es gay. Estudia en el Centro Educativo Aures, tiene muy buenas calificaciones mientras cursa el último grado escolar (grado once).
El pasado siete de abril se conmemoraron los 203 años de fundación de la ciudad de Barranquilla, ciudad costera de Colombia en la que William estudia. Su colegio realizó un acto cultural en el que se hizo un rezo.
William dijo que no rezaría porque no cree en ninguna religión. Esto escandalizó al coordinador José Luis Manotas quien hizo comentarios negativos sobre las personas no creyentes.
“Comenzó a discriminarme porque me rehusaba a orar y había confesado que no creía en ninguna religión”. Dijo Triana al diario caribeño El Heraldo. “Un día saqué en clases una camisa con el logo LGBTI para cubrirme un poco y la profesora me dejó en evidencia delante de mis compañeros. Ellos dan a entender que yo soy una mala influencia”, comentó Triana Carvajal.
William recibió apoyo de la ONG Caribe Afirmativo e interpuso una acción legal de protección de derechos fundamentales que en Colombia se denomina “Acción de Tutela” Esta fue fallada por el juez a favor de Triana en cuanto a su condición no religiosa. El juez pidió que al estudiante no se le obligara a participar en los actos religiosos. Respecto a la orientación sexual de William el juez decidió que no había suficiente evidencia para determinar que se le había discriminado por ello.
Urrego, se suicidó en agosto del 2014 tras conocer que la rectora del colegio Gimnasio Castillo Campestre orquestó una demanda por acoso sexual contra Sergio, la cual hizo firmar a los padres de su pareja sentimental, otro estudiante de la institución. Esta acción fue el final de una serie de acciones discriminatorias anteriores como desescolarización y una demanda a su madre por presunto “abandono del menor” por el hecho de tener que por motivos de trabajo salir en ocasiones de la ciudad.
En el caso de Urrego las directivas docentes hablaron mal a los demás estudiantes resaltando como cualidades negativas su ateísmo, su condición homosexual y su anarquismo político.
Esperamos que por encima de los fundamentalismos pueda detenerse la discriminación en los planteles educativos de Colombia.