Con motivo de la Semana Santa, algunos colegios refuerzan el adoctrinamiento católico a los niños, y los implican en actividades netamente religiosas, como procesiones.
Siempre es deplorable el adoctrinamiento infantil (una forma de abuso mental), pero, cuando se produce en centros públicos o costeados con fondos públicos, es especialmente lamentable, pues revela una grave dejación de responsabilidades (de control) por parte de las instancias educativas estatales y autonómicas: ¿cómo pueden permitir que se involucre a los pequeños, desde centros educativos, en estas prácticas superticiosas confesionales?
Véase, a modo de ejemplo, cómo la Escuela de Educación Infantil Cruz de Juárez (http://eicruzdejuarez.blogspot.com.es/), de Córdoba, hace gala del "Desfile Procesional que llevamos realizando desde hace más de treinta años". Vergonzoso, inaceptable.
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