¿Es un Corpus Christi nacional-católico?
Como todos los años, la Iglesia católica ha organizado en Toledo, Sevilla, Granada y otros municipios la procesión del Corpus Christi. Hasta
aquí, todo bien. Pero hay más: en ellas han participado alcaldes y otros cargos públicos (como la presidenta de Castilla-La Mancha, la enmantillada María Dolores de Cospedal). Tampoco ha faltado el himno de España y la representación del Ejército. ¿Serán los alcaldes y autoridades de los católicos toledanos, sevillanos, granadinos…? ¿Será el Ejército de los católicos? Eso parece, pero no: me aseguran que son los alcaldes, representantes de todos… y el Ejército de todos los españoles. Por supuesto no estoy denunciando la participación de autoridades a título personal. Denuncio su participación institucional. ¿Dónde queda la aconfesionalidad del Estado que exige la Constitución? Si Franco (ya saben, aquel dictador nacional-católico criminal que procesionaba bajo palio) levantara la cabeza y viera estas procesiones (y tantas cosas más), pensaría satisfecho “¡pues sí que lo dejé todo atado y bien atado!”.
Juan Antonio Aguilera Mochón
Miembro de Europa Laica
El texto original de la carta era este:
Corpus nacional-católico
Como todos los años, una asociación religiosa, la Iglesia católica, ha organizado en Toledo, Sevilla, Granada, y otros municipios, la procesión del Corpus Christi, que ha transitado por algunas de las calles más céntricas de cada pueblo o ciudad. Hasta aquí, todo bien. Pero hay más: en estas procesiones han participado alcaldes y otras autoridades y cargos públicos, incluyendo una presidenta de Comunidad Autónoma (una enmantillada María Dolores de Cospedal). Tampoco ha faltado el himno de España y la representación del Ejército. ¿Serán los alcaldes y autoridades de los católicos toledanos, sevillanos, granadinos…? ¿Será el Ejército de los católicos? Eso parece (además de procesionar, algunos no han escatimado emotivas efusiones de devoción religiosa), pero no: me aseguran que son los alcaldes, representantes… de todos los toledanos, sevillanos, granadinos, o lo que corresponda, y el Ejército de todos los españoles.
Por supuesto, no estoy denunciando la participación de autoridades, a título personal, en las procesiones: sería lícito, estarían en su derecho. Lo que denuncio es su participación institucional, como cargos públicos: esto es inaceptable y vergonzoso. ¿Dónde queda la aconfesionalidad del Estado que exige la Constitución? ¿Dónde el respeto a los ciudadanos de esas autoridades civiles y militares?
Si Franco (ya saben, aquel dictador nacional-católico criminal que procesionaba bajo palio) levantara la cabeza y viera estas procesiones del Corpus (y, ay, tantas cosas más), pensaría satisfecho “¡pues sí que lo dejé todo atado y bien atado!”.
Juan Antonio Aguilera Mochón. Miembro de Europa Laica