El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, visitó la antigua Basílica de Santa Sofía bizantina, ahora reconvertida en mezquita en una medida polémica. El mandatario pasó en torno una hora dentro del templo en la que le han informado de los preparativos para su reapertura el próximo viernes 24 de julio, según recoge la agencia de noticias oficial turca, Anatolia.
Erdogan informó que espera que entre 1.000 y 1.500 fieles puedan asistir a las oraciones el día de la apertura, siempre cumpliendo con las medidas de distanciamiento físico necesarias para evitar contagios de coronavirus. Entre los preparativos está la instalación de una alfombra tejida a mano específicamente en la provincia de Manisa, en el oeste de Turquía. Además se habilitará la parte exterior del edificio para oraciones.
Decisiones polémicas
Por otra parte, el portavoz presidencial Ibrahim Kalin ha explicado que los mosaicos del interior de la antigua basílica se conservarán, una cuestión que podría generar polémica puesto que el Islam rechaza cualquier representación figurativa en sus templos.
“La cuestión principal es que no hay daños a estos mosaicos, a la textura histórica, a la arquitectura del edificio”, ha explicado Kalin en declaraciones a la televisión turca NTV. “En estos momentos estamos trabajando para cubrirlos con un cortinaje” durante las oraciones, ha apuntado. Volverán a abrirse cuando haya las visitas habituales, “para cualquiera que quiera ir a ver estos mosaicos”.
El pasado 10 de julio una decisión judicial anulaba la reconversión en museo de la mezquita impuesta en 1934 durante la revolución que dio origen a la Turquía moderna. El templo, construido en el siglo VI, fue basílica cristiana hasta la caída de Constantinopla, en 1453. Entre ambas fechas fue mezquita.
