Para el mandatario local, la jerarquía católica sí tiene que responder ante la justicia cuando se le acuse de algún delito.
A pesar de que muchas veces se intenta obstaculizar el trabajo de las instituciones, al final los jerarcas católicos sí tienen que responder ante los jueces en caso de que se les acuse de algún delito; no hay fuero eclesiástico en el país, opinó Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno capitalino, en torno al tema de la relación entre la Iglesia, el estado de derecho y la laicidad.
Ebrard, quien tiene una demanda contra el cardenal Juan Sandoval Íñiguez por decir sin pruebas que había “maiceado” a los ministros de la Suprema Corte de Justicia, también agregó que el tema no se puede sustraer de los problemas de impunidad más generales que hay en el país.
El jefe de gobierno comentó también las palabras del Papa Benedicto XVI respecto de la dimensión pública de la religión y el papel de los creyentes en la construcción de la sociedad.
El 18 de abril de 2008, Benedicto XVI se pronunció en la ONU por la acción política de los creyentes: “[…] No se puede limitar la plena garantía de la libertad religiosa al libre ejercicio del culto […] Debe ser contemplada en su justa consideración la dimensión pública de la religión y, por lo tanto, la posibilidad para los creyentes de realizar su parte en la construcción del orden social […]”. ¿Podría comentar estas palabras del Papa?
La libertad de cultos está plenamente garantizada en México. El artículo 130 constitucional parte de reconocer el principio histórico de separación del Estado y las iglesias. Estas limitaciones señaladas en la Constitución no son restricciones a la libertad religiosa, al libre ejercicio de culto a que se refirió Benedicto XVI, sino que son la base de la separación entre los asuntos del Estado y los del culto religioso. Los creyentes en México todos los días tienen la posibilidad de “realizar su parte en la construcción del orden social” como individuos que en su comunidad y a partir de sus propias convicciones aportan al interés general.
¿La Iglesia católica en México debe tener sólo un papel en el ámbito de lo privado o también una participación activa en el debate público y político?
Las iglesias pueden participar activamente en el debate público de los grandes temas nacionales. Pero en lo que se refiere al ejercicio del poder político, las restricciones actuales del 130 me parecen adecuadas.
¿Qué cambios se deberían hacer en los artículos 40 y 130 constitucionales para que quede afirmado el carácter laico de México?
Yo creo que toda norma es susceptible de ser mejorada, pero la esencia debe ser sin duda la que heredamos de las Leyes de Reforma. Los principios de separación de la Iglesia y el Estado después de siglo y medio han sido asimilados por los mexicanos.
Ha habido múltiples acusaciones contra jerarcas de la Iglesia católica mexicana; sin embargo, se ha hecho poco por parte de la justicia, ¿significa esto que hay fuero eclesiástico en México?
No hay fuero eclesiástico en México. Por supuesto que se usa todo el poder para intentar frenar el trabajo de las instituciones. La justicia puede no ser tan pronta y expedita como sería deseable, pero al final, los jerarcas católicos responden ante los jueces y tienen que rendir sus alegatos y presentar sus pruebas como cualquier ciudadano.
