Asóciate
Participa

¿Quieres participar?

Estas son algunas maneras para colaborar con el movimiento laicista:

  1. Difundiendo nuestras campañas.
  2. Asociándote a Europa Laica.
  3. Compartiendo contenido relevante.
  4. Formando parte de la red de observadores.
  5. Colaborando económicamente.

Elecciones y Laicidad

Los líderes de las principales fuerzas políticas obvian el asunto de la laicidad, marginando así una de las cuestiones más importantes para consolidar una democracia

A menos de tres semanas de las Elecciones generales que, en segunda vuelta, buscan un nuevo gobierno en España, muchos percibimos desesperanzados que el debate del laicismo permanece lejos de los intereses de los principales partidos políticos. Los líderes de las principales fuerzas políticas obvian el asunto de la laicidad, marginando así una de las cuestiones más importantes para consolidar una democracia que ha sido saqueada por la gestión neoliberal y sus aliados, y que se debería empezar a recuperar. Obvia decir que la Iglesia católica en España ha sido y es la gran aliada del Partido Popular, y que ha mantenido y aumentado sus inmensos privilegios económicos y de todo tipo en un país que ha ido poco a poco llegando a los umbrales más inaceptables de falta de derechos, de miseria y de pobreza.

Obvia también decir que el laicismo no ataca a las religiones, se defiende de ellas. No se trata de no respetar las creencias religiosas, no; se trata de respetar todas las creencias, por muy absurdas que nos parezcan; pero que ninguna de ellas, ni el cristianismo, ni el Islam, ni el budismo, ni la creencia en el monstruo del lago Ness, forme parte del Estado, ni influya en las decisiones políticas, ni se financie con dinero de todos, ni vulnere las leyes, ni no pague impuestos, ni tenga el control ideológico en la enseñanza, ni esté inmersa en la sanidad, ni se lleve el dinero destinado a Obra Social, ni ataque leyes, ni fanatice a los adeptos contra gobiernos progresistas, ni mediatice a la Justicia, ni se haga propietaria de los bienes de propiedad pública….. En definitiva, se trata de conseguir que el Estado sea aséptico y aconfesional, gobierne para todos, y garantice la asepsia ideológica de las instituciones públicas. Las creencias, son un asunto privado. De eso se trata. Ahí es nada!! Aunque ellos a eso lo llaman “agresión laicista”, como el reo que arremete contra el juez que hace justicia.

Reconozcamos que en España hablar de laicidad y de laicismo no es nada fácil. Un porcentaje considerable de españoles ni saben qué es ni en qué consiste. Eso, para empezar. El analfabetismo político en este país es considerable, lo cual es entendible si recordamos el miedo que aún existe en el inconsciente colectivo de los españoles, producto de muchos siglos de sometimiento al poder eclesial. Es entendible, pero, a estas alturas de la historia, inaceptable. Porque, parafraseando al filósofo chileno Sebastián Jans, una democracia es laica o no es una democracia. Puede ser una teocracia disfrazada de demócrata, como han sido y siguen siendo las legislaturas del Partido Popular, pero no es una democracia.

El sábado pasado se manifestaban en el Memorial Lincoln de Washington casi treinta mil ateos, en un acto convocado por una coalición de organizaciones seculares norteamericanas, el “Reason Rally”, exigiendo que en este año de campaña presidencial las religiones, las creencias y supersticiones queden al margen de la política y de los gobiernos. Y exigen que los gobiernos se dediquen a gestionar los problemas reales del mundo, el cambio climático, los problemas sociales, el racismo, el apoyo a los refugiados y a las minorías, la pobreza, la vulneración de los derechos humanos fundamentales, los problemas económicos, los graves problemas medioambientales y éticos, y todo ello desde el enfoque de la razón, y no de las creencias irracionales religiosas.

También piden los secularistas norteamericanos acabar con el estigma que arrastran desde hace tiempo los ateos, un concepto desprestigiado y enjuiciado durante siglos precisamente por los adeptos a la tiranía religiosa y al pensamiento único. Ateo significa, sencillamente, librepensador y defensor de la razón. Porque, como dijo Ernest Hemingway, todo hombre racional es ateo; y porque, como dijo Friedrich Nietzsche, “fe es el deseo de no saber lo que es verdadero”. Y así vamos en España en pleno siglo XXI, en la era de la globalización del conocimiento sometidos, de facto, explícita e implícitamente, al pensamiento fanático e irracional de las confesiones religiosas.

En el diario italiano La Stampa, en su edición del pasado viernes, se informaba de la próxima reunión privada del Papa católico con Pablo Iglesias en su calidad de representante de Podemos. Me pregunto, aunque se trate de una pregunta retórica, es decir, que no busca respuestas porque se saben y se intuyen, qué diantres tendrá que hablar el representante de una nueva formación política progresista que, supuestamente aspira a la evolución política, democrática y ética de la sociedad española con el representante de una institución piramidal, antidemocrática y tiránica, que lleva siglos poniendo freno a las democracias y a los derechos humanos. ¿Cómo vamos a aspirar al laicismo en España si hasta las izquierdas políticas “pasan por el aro”? ¿Cómo podemos esperar la emancipación de las instituciones públicas de la presión del poder clerical? ¿Cómo osamos creer que vivimos en democracia mientras seguimos sometidos a instituciones medievales, obsoletas, despóticas y feudales, y ello a pesar que por primera vez en la historia hay más ateos que creyentes??

La realidad es que los nuevos grupos políticos parecen someterse, como parece ser condición sine qua non, al poder religioso, aunque sepan, con toda seguridad, que, como dice la activista y columnista en The Washington Post, Paula Kirby, “la religión es la última tiranía, dice liberar a sus seguidores mientras los mantiene esclavos e inducidos a besar la mano de su carcelero. No podrá haber verdadera libertad mientras la religión mantenga a la mente humana sometida a sus grilletes”. Pero no parece que haya mucha voluntad política para liberarnos.

Total
0
Shares
Artículos relacionados
Total
0
Share