La delegación de siete personas a la Santa Sede, para hablar sobre los abusos a menores en la Iglesia y la guerra en Ucrania, durmió en la Embajada y evitó los hoteles
El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, visitó el pasado 13 de junio al Papa Francisco en El Vaticano, como responsable del Gobierno de las competencias en materia de libertad religiosa y de culto. La audiencia privada con el pontífice sirvió para tratar diversas materias y dentro de las relaciones del Ejecutivo con la Iglesia Católica y el gasto de dinero público no alcanzó los 1.500 euros, según los datos a los que ha tenido acceso ElPlural.com.
La visita de Bolaños fue la cuarta que realiza un miembro del Gobierno de Pedro Sánchez a la Santa Sede y la anterior, en diciembre de 2021, la protagonizó la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. En este caso, el ministro de Presidencia viajaba dentro de sus competencias relativas a la libertad religiosa y de culto, pero también para tratar asuntos que afectan a la Iglesia Católica y que se encuadran en la cartera del ministro, como es la revisión de los bienes inmatriculados de manera indebida por la jerarquía religiosa o la investigación sobre los abusos a menores relacionados con el clero.
Al viaje oficial al Vaticano acudieron seis altos cargos del Gobierno, junto a Félix Bolaños; todos con atribuciones vinculadas a las relaciones institucionales del Ejecutivo, que corresponden a la cartera de Presidencia. La delegación del ministro, además del personal de seguridad, la formaban Alberto Herrera, subsecretario del Ministerio de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática; Rafael Oñate, director del Gabinete del ministro; María Eugenia de la Cera, directora adjunta del Gabinete; Mercedes Murillo, subdirectora general de Libertad Religiosa; José Vicente Monleón, responsable de Protocolo del Ministerio y Esther de la Mata, directora de Comunicación de Presidencia.
1.493.32 euros de gasto en tres días
Según los datos a los que ha tenido acceso este periódico, el coste del viaje no superó los 1.500 euros. En concreto, el gasto registrado fue de 1.493.32 euros y la mayor parte del dispendio correspondió a la parte de la Delegación que viajó antes para preparar la cita y que se desplazó en aerolínea comercial. Es el caso de la directora de Comunicación y el responsable de Protocolo, que salieron de Barajas hacia Roma en un vuelo convencional a las 8:42 horas del 11 de junio y cuyos pasajes costaron 972,76 euros.
El resto de la Delegación viajó el día 12 de junio y salió de Torrejón de Ardoz a las 17:00 horas, trasladados por el Grupo 45 del Ejército del Aire en un Falcon 900B, que traería de vuelta a todos los asistentes el día siguiente, 13 de junio, a las 13:00 horas, tras la audiencia con el papa Francisco. A su vuelta, Bolaños asistió a las reuniones preparatorias previas al Consejo de Ministros del martes 14 de junio y luego estuvo en el acto oficial del Ayuntamiento de Madrid para nombrar a Almudena Grandes hija predilecta de la capital y que copó varios titulares por la ausencia tanto del alcalde, José Luis Martínez Almeida, como de la vicealcaldesa, Begoña Villacís.
El resto de gastos corresponden a la manutención de los asistentes (443 euros a lo largo de los tres días) y a los gastos de locomoción para los traslados, que fueron de 77,56 euros. El alojamiento de los integrantes de la Delegación se produjo en la Embajada de España ante la Santa Sede, por lo que no se registraron gastos en este aspecto.
Abusos sexuales e inmatriculaciones
La visita de Bolaños se encuadró dentro de las relaciones del Ministerio con las instituciones, también las religiosas, y para tratar algunos temas derivados de ellas, como la investigación que va a arrancar el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, sobre los abusos sexuales dentro del seno de la Iglesia Católica, o las inmatriculaciones inmobiliarias irregulares que el clero ha efectuado en España durante años, especialmente tras la Ley Hipotecaria de José María Aznar que dio barra libre a la jerarquía eclesiástica para esta práctica.
En la rueda de prensa que Bolaños dio ante los medios de comunicación en Roma, tras la audiencia con el papa y antes de volver a España, el ministro no aludió a este segundo aspecto, pero sí al tema de los abusos sexuales en la Iglesia, sobre el que ambos intercambiaron “alguna opinión”. Según Bolaños, el pontífice le traslado su “preocupación” sobre esas prácticas y el ministro subrayó la importancia de “la Iglesia católica colabore” en la comisión que liderará el Defensor del Pueblo.
“Reticencias” de los obispos españoles
El Gobierno de Pedro Sánchez siempre ha presumido de la “buena relación” con la Iglesia Católica, aunque apuntando a la Santa Sede en Roma, frente a las “reticencias” que se mantienen con la Conferencia Episcopal española. De hecho, los obispos españoles se han negado a colaborar en la investigación sobre los abusos sexuales y han comenzado una iniciativa propia a través de un bufete de abogados privado. Y el listado de bienes inmatriculados de manera irregular provocó un choque entre el clero y la cartera de Bolaños, pues la Conferencia Episcopal mostró “reticencias”, según fuentes de Moncloa, a devolver el millar de bienes inscritos de manera irregular que el Gobierno detectó en su lista.
Tras su audiencia con el Papa, Bolaños declaró que “nuestra voluntad es trabajar siempre con diálogo para resolver los asuntos que son de interés común y que ya hemos demostrado con la resolución de algunos asuntos en fechas recientes. La interlocución con monseñor Omella y los grupos de trabajo es continua. Apostamos por ese trabajo y por buscar soluciones compartidas”.
Refugiados ucranianos
Bueno parte de la audiencia de Bolaños y el papa versó también sobre una de las principales preocupaciones de Francisco: la crisis de refugiados ucranianos provocada por la invasión de Rusia. El ministro detalló al pontífice el “esfuerzo colosal” de España, que ha acogido a más de 120.000 desplazados por la guerra en Ucrania. Una cifra que sitúa a nuestro país como el 5º que más refugiados ha acogido en la Unión Europea, pese a ser uno de los que más alejado está en términos geográficos.
En su rueda de prensa, el ministro dijo sentirse “honrado y agradecido” de haber podido tener una conversación “durante casi una hora” con el papa Francisco, a quien definió como “un hombre bueno”. “Cuando el mundo lo gobiernan las buenas personas, nos va mejor a todos”, remachó Bolaños.
