La publicación afirma que los productores estadounidenses habían pedido hace un año los permisos al Vicariato de Roma y al Ministerio del Interior italiano para poder rodar en las iglesias de Santa Maria del Popolo y Santa Maria della Vittoria, dos de los lugares donde se desarrolla la trama del libro. Pero la diócesis romana se ha negado a conceder la autorización para filmar en el interior de las dos iglesias.
"Concedemos a menudo la entrada a nuestras iglesias para películas que tengan una finalidad o compatibilidad con el sentimiento religioso, pero no a aquellas que puedan perjudicarlo", se ha justificado Marco Fibbi, portavoz de la Diócesis de Roma.
Ron Howard, que comenzó el rodaje del filme hace unos días en Roma, se ha tenido que conformar con rodar solo las escenas de exterior en la plaza del Popolo y la plaza de la Rotonda, junto al Panteón. El director recreará ahora en la Reggia de Caserta (sur de Italia) algunos de los escenarios del Vaticano y de las iglesias, mientras que el resto se reproducirá en los estudios de Los Ángeles, en Estados Unidos.
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