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El uso del pañuelo islámico en clase revela diferencias entre «conselleries»

Shaima vuelve al colegio con la «hiyab», prenda que la norma interna del centro público Annexa prohíbe Educació dice que la libertad religiosa es intocable y Acció Social preferiría vetar todos los símbolos

Shaima Saidani, de 9 años, volvió ayer a clase con su hiyab cubriéndole el pelo, contraviniendo la norma interna de la escuela Annexa-Joan Puigbert de Girona, que prohíbe expresamente el pañuelo islámico en clase. Tras más de una semana sin frecuentar las aulas, la dirección del centro dio su brazo a torcer y obedeció las instrucciones que el lunes le cursó la Conselleria d’Educació, cuyo criterio de fondo es claro: España es un Estado aconfesional y, en consecuencia, la libertad religiosa es intocable. Pero no todos piensan igual. Un solo caso ha bastado para que afloren las diferencias que actualmente existen sobre esta cuestión en el seno del Govern.
El criterio del Ejecutivo catalán acerca de qué ha de hacerse no es unánime. La consellera de Acció Social, Carme Capdevila, se mostró ayer inequívocamente más partidaria de la solución adoptada finalmente en Francia, donde la polémica llego a adquirir unas dimensiones notables. O sea: ni pañuelo, ni velo, ni cruces ni ningún símbolo religioso en las escuelas públicas.
Capdevila admitió que en este supuesto prevalece “el derecho a la escolarización del menor”, pero que “tal vez habrá que hacer una regulación a nivel escolar” del uso del pañuelo islámico. No es un choque entre consellers, pero la divergencia de pareceres evidencia hasta qué punto este es un melón sin abrir en Catalunya, pese a que todos las señales apuntan que ya está maduro.

EL TEMOR
Shaima volvió ayer a clase, pero la junta de directores de escuelas públicas de Girona, por ejemplo, aprovechó esa circunstancia para reclamar a la Generalitat una normativa clara y única para todos los colegios, como existe en Francia.
Muchos de esos directores han alcanzado, no sin horas de diálogo, acuerdos verbales con padres musulmanes para que sus hijas vayan a clase sin prendas vinculadas a la religión que profesan. Su temor ahora es que esos padres pidan el mismo trato que se ha otorgado a Shaima.
El director de la escuela Annexa, Llorenç Carreras, ya reconoció el lunes a este diario que parte del problema surgido se debía a la diferente interpretación que Educació y la dirección de la escuela hacen del reglamento de régimen interno del colegio. Un miembro de la asociación de padres destacó ayer que en la propia resolución dictada por la conselleria para que el colegio readmitiera a la niña no se explicitaba si debía volver a clase con pañuelo o sin él. “Y lo que debería hacer Educació es mojarse en este tema”, apostilló.
Shaima conformó ayer por la mañana a las puertas de la escuela que sus padres no le obligan a llevar el pañuelo y que es ella la que quiere tocarse con esta prenda porque así se lo enseñó su abuela, con la que ha vivido en Rabat hasta hace poco más de un año mientras sus padres se instalaban en Catalunya.

LAS BURLAS
Noama, la madre de la pequeña, que no se dejó fotografiar aunque sí se prestó a que se captaran imágenes de su hija, afirmó que la niña lo había pasado “muy mal” en otra escuela de Girona, el CEIP Eixemenis, donde estuvo escolarizada el curso pasado, porque allí los niños se reían de ella y no querían que fuera su compañera de juegos.
Esta situación motivó que la pequeña no volviera a inscribirse en el centro y que la oficina municipal de escolarización optara por matricularla en la escuela Annexa 15 días después de iniciarse el curso escolar.
La mujer, que también se cubría con el pañuelo islámico, explicó que el primer día que acudió al nuevo colegio los responsables de la escuela Annexa le dijeron que su hija no podía ir a clase si llevaba el pañuelo porque lo impedía el reglamento régimen interno del centro.

Reacciones encontradas
SATISFACCIÓN
El portavoz del Consejo Islámico de Catalunya, Mohamed Halhoul, se congratuló ayer por la forma con que se había resuelto el conflicto. Casos como el de Shaima son “aislados” y “no merecen una modificación de la normativa”, afirmó. Halhoul añadió que aplaudía la decisión de Educació porque “la prioridad es que la niña vaya a la escuela”.
La regulación del pañuelo en los colegios “no debe cambiar”, insistió, “porque este es un país aconfesional”.
CRÍTICAS
Por contra, el presidente del PP en Catalunya, Daniel Sirera, rechazó la decisión de la conselleria. “Si el colegio tiene unas normas, es bueno que todos los niños las cumplan”. “Hoy es el velo, pero mañana puede ser otra cosa”, alertó.

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