El Supremo de Paraguay decretó hoy la reducción a tres años de la condena de cinco años y seis meses que cumple en libertad condicional el sacerdote español José Antonio Rubio por el desvío de fondos de un proyecto financiado por la UE.
El sacerdote había sido beneficiado con la libertad condicional el 27 de julio pasado por un tribunal integrado por las jueces Mesalina Fernández, Elsa García y Gloria Hermosa, quienes impusieron además al religioso una fianza de 280.000 dólares (215.385 euros).
Además, decretaron la obligatoriedad de la comparecencia mensual del sacerdote ante la justicia y la prohibición de su salida del país.
Rubio fue hallado culpable del desvío de 14.000 millones de guaraníes (2,3 millones de dólares al cambio de esa época) de un fondo de 3,2 millones de dólares (2,5 millones de euros) financiado por la Unión Europea (UE) para la construcción de 50 pozos de agua potable en localidades rurales.
Además del religioso, fue condenado a cinco años y medio de cárcel por el mismo delito Sócrates Garcete, codirector del proyecto de potabilización de agua en comunidades pobres, denominado Ysacá, y Rubén Ramírez Cataldo, quien recibió una condena de cuatro años y seis meses como cómplice de ambos.
Rubio, de 64 años y muy conocido en Paraguay, donde reside desde hace más de dos décadas por sus proyectos de viviendas sociales, fue absuelto en noviembre del 2008 por otro tribunal que lo procesó por presunta sobrefacturación de 137.000 dólares (106.000 euros) en la construcción de nueve pozos artesianos que también formaban parte de un proyecto financiado por la UE.
Además del sacerdote, fueron absueltos otros cinco procesados.
