COMENTARIO: Un nuevo ataque a la aconfesionalidad del Estado al conceder títulos y honores públicos a imágenes y símbolos de una religión, en este caso católicos. Pero igualmente válidos para cualquier otra.
Algeciras, la ciudad de la Bella Bahía, vive este sábado una intensa jornada. Festiva y emotiva al mismo tiempo. La cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo (Medinaceli) y María Santísima de la Esperanza ha recibido, por fin, la Medalla de Oro de la localidad.
La más alta distinción que se puede entregar y que recibirá la imagen que mayor fervor despierta entre la población. Es por ello que el barrio de San Isidro y toda la zona centro están engalanados para recibir al conocido, popularmente, como 'Señor de Algeciras', que cada Martes Santo arrastra tras de él a más de 20.000 personas en promesa.
La entrega de la medalla se ha retrasado una docena de años. Su concesión data del 31 de mayo del año 2000. Fue entonces cuando el pleno municipal, bajo el mandato del andalucista Patricio González, decidió, por unanimidad, tal distinción. Sin embargo, la imposición no se ha podido efectuar hasta ahora porque no llegaban los permisos eclesiásticos.
Por eso, la talla realizada por Carlos Bravo Nogales en 1944, no la ha podido lucir en cada salida procesional hasta hoy. Medinaceli sólo lleva el bastón de mando de la ciudad cada Martes Santo, aunque ya podrá portar también la medalla que ya luce en su capilla tras el acto institucional celebrado en la matinal en el que el actual alcalde, José Ignacio Landaluce, ha pedido al cautivo que siga "siendo el protector de todos los algecireños".
También se ha descubierto una placa que recuerda el día de hoy y la relevancia que tiene la talla para el municipio.
El hermano mayor de la cofradía, Manuel Delgado Cerro, entiende que la salida extraordinaria de este sábado supone "un acontecimiento para la ciudad ya que esto es patrimonio de Algeciras".
